-¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?-
Mt 9, 14-17
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. LOS DISCÍPULOS DE JUAN AYUNAN FRECUENTEMENTE Y HACEN
ORACIÓN
Los escribas y fariseos, se han hechos ellos mismo su mala fama y como siempre
acostumbran a dirigir palabras en las que se expresa el deseo de que alguien sufra algún
daño, es así como atacan ahora a Jesús directamente diciendo: "Los discípulos de Juan
ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en
cambio, los tuyos comen y beben. El ayuno es un elemento esencial de la vida piadosa de
los judíos; éstos practican no sólo el ayuno, sino también la oración (Lc 11,1), como les
había enseñado Juan Bautista (Lc 11,1). Con esta crítica ellos quieren presentar a los
amigos de Jesús como discípulos permisivos, amigos dados a comer, beber y a
banquetear.
2. "¿ACASO LOS AMIGOS DEL ESPOSO PUEDEN ESTAR TRISTES?
Jesús responde a este juicio sobre sus discípulos, recordándoles que, cuando se está de
boda, los rabinos no sólo eximían del ayuno a los amigos del novio, sino que éstos estaban
obligados a interrumpirlo. Es así como les pregunta y les contesta: "¿Acaso los amigos del
esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que
el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
El evangelista compara a Jesús con un novio, el tiempo presente con una fiesta de bodas, y
los discípulos con los invitados a la fiesta. En estas circunstancias el ayuno queda prohibido
y no hay lugar para la tristeza. Les hizo además esta comparación: Nadie usa un pedazo de
género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la
rotura se hace más grande.
3. DEDICARSE A LA ORACIÓN Y A LA MEDITACIÓN DE LAS COSAS
DE DIOS
Siempre el ayuno fue considerado, como un medio de purificación espiritual, es así como
Jesús nos enseño que ciertos demonios solo se expulsan con la oración y el ayuno (Mt 17,
21). También leemos en las Sagradas Escrituras, “Proclame un ayuno, para humillarnos
delante de nuestro Dios” (1Esd 8,21), por esta razón los discípulos de Juan ayunaban
frecuentemente y se dedicaban a la oración. Talvez esto es algo que nosotros debemos
hacer con frecuencia.
Sin embargo, abstenerse o privarse de comer o de beber total o parcialmente,
especialmente por motivos religiosos, a muchos les parece como que ya no es usual,
además no es placentero. En efecto, privarse de la gula para dedicarse a la oración y a la
meditación de las cosas de Dios, para algunos puede ser algo innecesario, para otros ni si
quiera es mortificación, esto lo decide cada uno según sus propias motivaciones.
Jesús no pide que los discípulos ayunen, esto es los deja libre en este aspecto. Talvez por
esto, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que tenía la obligación de ayunar,
quieren saber porqué Jesús no pide el ayuno de sus amigos, es así como ellos reclaman:
¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?"
Pregunta, ¿No es bueno y hermoso que nosotros los discípulos de Jesús, nos destaquemos
también por estas prácticas de ayuno y oración?. Jesús mismo practicó el ayuno y la
oración durante casi 40 días (Mt 4,2).
4. TAMPOCO SE PONE VINO NUEVO EN ODRES VIEJOS
Jesús continúa: Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan,
el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y
así ambos se conservan!".
Con Jesús –vino nuevo, odres nuevos- se pone fin a un largo período de la historia del
pueblo judío, representado por los fariseos que se aferran a las viejas formas de una
tradición basada en ayunos múltiples, y se oponen a las nuevas formas del tiempo presente
de la salvación, tiempo de alegría, de amor y de fecundidad, representado por la imagen de
una fiesta de bodas.
5. JESÚS, HA VENIDO A TERMINAR CON TODO LO VIEJO
Jesús ha venido a traernos una vida nueva, vida de la gracia, y esa vida nos requiere como
hombres nuevos, con una nueva mentalidad, con nuevos criterios, con una nueva escala de
valores, ahora debemos ver las cosas de una manera distinta, y hacer un juicio renovado de
los acontecimientos. En efecto Jesús, ha venido a terminar con todo lo viejo y nos trae un
hombre con un nuevo sentido de la vida, con esperanzas nuevas.
Ese vino nuevo, es el hombre nuevo que se forma en Cristo, se debe echar en odres
nuevos, esto es un cambio profundo y un nuevo sistema de vida. Pablo nos dice; “Así como
Jesucristo resucito en la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva”
(Rom 6,4), o también como nos aclara cuando nos dice: “El que vive en Cristo es una nueva
criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente” (2 Cor 5, 17).
No nos contentemos con lo que somos, tratemos de ser como nos enseño Jesús, “sean
perfectos como es perfecto el Padre que esta en los cielos” (Mt 5,48)
Cristo Jesús viva en sus corazones