EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Martes de la decimosexta semana del tiempo ordinario
Libro de Miqueas 7,14-15.18-20.
Apacienta con tu cayado a tu pueblo, al rebaño de tu herencia, al que vive solitario
en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en
Galaad, como en los tiempos antiguos!
Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas.
¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de
tu herencia? El no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad.
El volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en
lo más profundo del mar todos nuestros pecados.
Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como juraste a nuestros
padres desde los tiempos remotos.
Salmo 85(84),2-4.5-6.7-8.
Fuiste propicio, Señor, con tu tierra,
cambiaste la suerte de Jacob;
perdonaste la culpa de tu pueblo,
lo absolviste de todos sus pecados;
reprimiste toda tu indignación
y aplacaste el ardor de tu enojo.
¡Restáuranos, Dios, salvador nuestro;
olvida tu aversión hacia nosotros!
¿Vas a estar enojado para siempre?
¿Mantendrás tu ira eternamente?
¿No volverás a darnos la vida,
para que tu pueblo se alegre en ti?
¡Manifiéstanos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!
Evangelio según San Mateo 12,46-50.
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que
estaban afuera, trataban de hablar con él.
Alguien le dijo: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte".
Jesús le respondió: "¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?".
Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: "Estos son mi madre y mis
hermanos.
Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi
hermano, mi hermana y mi madre".
comentario del Evangelio por
San Rafael Arnaiz Barón (1911-1938), monje trapense español
Escritos espirituales 10/04/1938
«El que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, mi hermana, y mi madre "
Querer sólo lo que Dios quiere, es lo lógico para el que es de veras su
amador... Fuera de sus deseos..., no existen deseos nuestros, y si existe alguno,
ése, es que es conforme a su voluntad, y si no lo fuera, es que entonces no estaría
nuestra voluntad unida a la suya... Pero si de veras estamos unidos por amor a su
voluntad, nada desearemos que Él no desee, nada amaremos que Él no ame, y
estando abandonados a su voluntad, nos será indiferente cualquier cosa que nos
envíe, cualquier lugar donde nos ponga... Todo lo que Él quiera de nosotros no
solamente nos será indiferente, sino que será de nuestro agrado.
(No sé si en todo esto que digo hay error; en todo me someto al que de esto
entienda. Yo sólo digo lo que siento, y es que en verdad nada deseo más que
amarle a Él, y que todo lo demás a Él lo encomiendo; cúmplase su voluntad). Cada
día soy más feliz en mi total abandono en sus manos.
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”