Comentario al evangelio del Lunes 16 de Julio del 2012
Queridos amigos y amigas:
La Palabra de hoy nos ofrece una serie de sentencias de Jesús, con las que pretende instruir a sus
amigos más cercanos. No siempre estará con ellos. Por ello, deberán aprender, para cuando él no esté,
permanecer en su vida y en su misión.
Jesús nace como príncipe de la paz. Pero ser fiel a su Palabra, puede traer el conflicto. Le pasó a Él
mismo, cuando sus parientes no le entendían. Y les pasará, tarde o temprano a sus seguidores.
Jesús viene a dar vida. Pero para ello ha de dar su vida. Y a sus seguidores nos deja esa paradoja: “El
que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará”. Toda un programa de
vida.
Jesús se irá. Pero se queda en varias presencias: la Eucaristía, la Palabra… También en los que hablan
en su nombre y aman en su nombre. Porque, donde hay amor, allí está Dios.
Señor Jesús, aquí me tienes.
Dos mil años después,
necesito que me recuerdes tu Palabra,
para vivir centrado en lo importante,
sin perderme en lo urgente.
Dame un oído dócil y un corazón despierto. Amén.
Vuestro hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez, claretiano (luismanuel@claretianos.es)
Luis Manuel Suárez, claretiano