Ciclo B. XV Domingo del Tiempo Ordinario
Antonio Elduayen, C.M..
Queridos amigos
Buscar, formar y enviar misioneros, fue una tarea fundamental y constante de
Jesús. Como lo es de la Iglesia. Y tenía y tiene que ser así si queremos establecer el
Reinado del Padre Dios en el mundo. Es por ello que la primera cosa que hizo el
Señor, junto con presentarse Él mismo como misionero, fue buscar discípulos y
prepararlos como misioneros (Mc 1, 14-20), a 12 de los cuales constituyó en
apóstoles. Pero tuvo otros muchos, que quedaron como discípulos misioneros. Por
ejemplo, los 144 que Jesús envió por los pueblos a proclamar la Buena Nueva de su
cercano arribo (Lc 10, 1-23). A Dios gracias y como ustedes saben, hoy la Iglesia
que está en América Latina y el Caribe, ha retomado la práctica de Jesús y quiere
que todos los bautizados seamos y nos llamemos discípulos misioneros Es lo que
nos dice y pide todo el Documento de “Aparecida”.
En relación con la Misión, Jesús tuvo ciertamente una visión y plan misioneros de
largo alcance y plazo, pero tuvo también y llevó a cabo un plan misionero de corto
alcance y plazo. Como el que recoge Marcos en el evangelio de hoy (Mc 1, 7-13,
repetido en Lc 9, 1-11; y ampliado en Mt 10, 1-42). Para llevar a cabo el Plan de
Largo Plazo, Jesús fundó la Iglesia a la que le dio el mandato de evangelizar el
mundo entero (Mt 28, 19-20), Para llevar a cabo el Plan de Corto Plazo, casi de
emergencia, Jesús envió a sus 12 apóstoles, a quienes había preparado y
capacitado a lo largo de varias meses (Mc 3, 13-14).
Las indicaciones y las facultades que Jesús dio a los apóstoles para su primera
misión son interesantes, pero lo son más, leyendo entre líneas, la urgencia y la
necesidad, que para Jesús tiene la Misión. De las indicaciones, quiero mencionar
sólo dos: la de ir de dos en dos y la de ungir con óleo a los enfermos para sanarlos
(Mc 6,13; Stgo 5,14), que es lo que hoy hacemos en el sacramento de la unción de
los enfermos. ¡Miren si no es antigua esta práctica de la unción! De las facultades,
quiero mencionar estas tres: predicar, curar y exorcizar o expulsar demonios… “¡Ay
de mi si no evangelizo!”, dirá más tarde Pablo haciéndose eco de la necesidad y
urgencia de misionar (1 Cor 9,16)
Y ¡ay de mí si no evangelizo!, nos ha dicho la Iglesia que está en nuestro
Continente, al mismo tiempo que lanzaba la Misión Continental en cada país, en
cada diócesis y en cada parroquia. Algo nuevo y grande está pasando y tiene que
notarse, se dijo Jesús cuando envió sus apóstoles al pobre pueblo, que andaba
como ovejas sin pastor (Mc 6,34). Ser “discípulos y misioneros de Jesucristo, para
que nuestros pueblos tengan vida en Él” (Jn 14, 6), es lo que nos pidieron los
Obispos de América, al lanzar la Nueva Evangelización del Continente, que incluye
la misión permanente de las parroquias. En el TEMA de esta HP se habla del Equipo
Misionero y del Movimiento de Discípulos Misioneros, que hacen posible la misión
permanente de nuestra parroquia. Por favor, infórmense y participen...
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)