Tiempo y Eternidad
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José Manuel Otaolaurruchi, L.C.
“Partícula de Dios” o pastor.
Hace unos días el mundo científico de la física dio a conocer la existencia de la así llamada
“partícula de Dios”, que se puede definir como: “la partícula que confiere masa a toda la
materia hasta ahora conocida”. Demostrar su existencia, era tan difícil, como probar la
existencia de Dios, por eso la bautizaron con ese nombre. Este descubrimiento confirma las
teorías elaboradas por Higgs, de lo que se ha llamado, la “Física Estándar”. Lo importante
es que seguimos conociendo nuestro universo con mucho esfuerzo generacional y eso nos
habla de la excelsitud de Dios. La creación es interesantísima y tiene a los genios bien
entretenidos, descifrando sus leyes.
No obstante, a algunos estudiantes y universitarios les ha inquietado la noticia del
descubrimiento del bosón de Higgs porque parece que entra en contradicción con la fe o la
existencia de un Dios creador. La Sagrada Escritura nos revela la intervención de Dios en el
inicio de las creaturas visibles e invisibles. Nada de esto está en contradicción, más aún,
este descubrimiento aumenta la necesidad de un Creador.
El progreso de la ciencia me apasiona, la teología y la física son buenas amigas, más bien
hermanas. Ambas llevan a la única Verdad. Qué ironía, pero en la medida en que
avanzamos en la ciencia, se abren nuevos interrogantes y nuestra ignorancia crece de modo
exponencial.
Mientras investigaba sobre “la partícula de Dios”, me impresionaba que Jesús al hablar de
sí mismo en el evangelio no se dio a conocer como el omnisciente, aunque conocía toda la
realidad visible e invisible. Tampoco se dio a conocer como el omnipotente, sino que eligió
la figura del buen pastor. ¿Por qué se identifica con el pastor? Porque el pastor de ovejas
cuida todo el día del rebaño, lo saca del redil por la mañana, lo guía hasta encontrar verdes
praderas, lo vigila para que nadie lo robe, lo defiende del ataque de los lobos y al final de la
jornada lo regresa al corral para reparar sus fuerzas. En segundo lugar porque el pastor
conoce a sus ovejas por su nombre a pesar de que son todas aparentemente iguales. En
tercer lugar porque la oveja es el animal más indefenso y necesita la protección continua
del pastor.
Por encima de la sabiduría o del poder, Jesús exalta su bondad y misericordia. Por eso es
que la forma más sencilla de hacer la experiencia de Dios no está en subir hasta las
estrellas, aunque ayude, sino en practicar las obras de misericordia tanto corporales como
espirituales. twitter.com/jmotaolaurruchi