Lectio Divina: 16º Domingo De Tiempo Ordinario B
Autor: P. Chuno, C.M.
Tabla de contenidos
Ambientación:
Oración inicial
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
III: Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Oración final
LA PALABRA HOY: Jeremías 23,1-6; Salmo 22; Efesios 2,13-18; Marcos
6,30-34
Ambientación: Imagen del Buen Pastor; Biblia, cirio; Frase: “Sinti compasin de
ellos”
Cantos sugeridos: El Señor es mi pastor
Ambientación:
Caminos de justicia son los que señala Jesús, para conducirnos a verdes praderas y
fuentes tranquilas de paz. Dios continúa llamándonos para que seamos discípulos
incansables que, como Jesucristo, tengamos un corazón sensible y atento a las
necesidades de la gente que nos rodea.
Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que has sentido compasión de la gente
que estaba contigo y que te buscaba;
Tú que los veías como ovejas sin pastor,
ven hoy a nosotros,
regálanos tu amor y tu misericordia,
haz que hoy nuevamente,
experimentemos tu presencia viva,
para que conociéndote y viviendo
lo que Tú nos pides y lo que Tú quieres,
podamos encontrar en ti,
a Aquel que nos llena de su amor y paz.
Danos Señor, la gracia de encontrar en ti,
el sentido y la razón de nuestra vida,
para así tener el corazón lleno de ti,
viviendo en plenitud,
el gozo, la alegría y la paz, que Tú nos das.
AMÉN.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Marcos 6, 30-34
Motivación: La misión de anunciar el Reino es una tarea que requiere una entrega
generosa que puede acarrear la pérdida de la misma vida. Hoy Jesús se presenta
con la delicadeza de quien venda una herida y la solicitud de quien va en busca de
un ser querido perdido en el monte. Por eso podemos confiar en Él: porque Jesús
es creíble, es digno de fe. Escuchemos.
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿De dónde regresan los Apóstoles?
¿Qué le cuentan a Jesús?
¿Cómo responde Jesús? ¿A qué los invita? ¿Por qué razón?
¿Qué hace Jesús al darse cuenta de que hay gente que busca y necesita algo?
¿Qué sentimientos de Jesús deben encarnar los discípulos?
Otros textos bíblicos para confrontar: Jn 10,1-18 Salmo 23[22]; Ez 34.
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: Jesús reúne a sus discípulos para descansar y es para ellos modelo de
solicitud hacia la gente. También nosotros estamos llamados y hemos sido enviados
con una misión que es continuación de la de Jesús. Debemos, pues, fijarnos en
todos los detalles del Maestro y aprender de cada uno de ellos.
¿Busco momentos de soledad al lado del Maestro? ¿Soy capaz de descansar “en”
Jesús?
No tenía ni tiempo para comer… ¿doy mi tiempo para ayudar al que necesita?
El Seor tenía compasin… porque los veía como ovejas sin pastor. ¿Tengo los
mismos sentimientos que tenía Jesús por la gente?
¿Qué puedo hacer para parecerme al modelo que es Jesús?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III: Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: La Palabra de Dios nos ha mostrado aspectos importantes: necesidad
de la oración, de la soledad, del encuentro con el Señor que nos envía, el diálogo
con él, la contemplacin de su rostro y de sus sentimientos… Todo esto es
necesario para que nuestra misión no sea un trabajo agotador sin corazón.
Dirijamos nuestra oración a Jesús el pastor compasivo.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente, hablando a los misioneros sobre el espíritu de compasión
y de misericordia les dice:
“Pidámosle, pues, a Dios, hermanos míos, que nos dé este espíritu de compasin y
de misericordia, que nos llene de él, que nos lo conserve, de forma que quienes
vean a un misionero puedan decir: “He aquí un hombre lleno de misericordia”.
Pensemos un poco en la necesidad que tenemos de misericordia, nosotros que
debemos ejercitarla con los demás y llevar esa misericordia a toda clase de lugares,
sufriéndolo todo por misericordia.
Así pues, tengamos misericordia, hermanos míos, y ejercitemos con todos nuestra
compasión, de forma que nunca encontremos un pobre sin consolarlo, si podemos,
ni a un hombre ignorante sin enseñarle en pocas palabras las cosas que necesita
creer y hacer para su salvación. ¡Oh Salvador, no permitas que abusemos de
nuestra vocacin ni quites de esta compaía el espíritu de misericordia!” (XI,234)
Compromiso:
Durante la semana, buscar un tiempo para “estar a solas con el Seor”, y contarle
lo que me pasa.
Jesús enseaba… Que en mi familia, comunidad, grupo, etc., mi palabra sirva de
alimento para todos.
Oración final
Señor Jesús,
Tú que has sentido compasión de la gente
que estaba contigo y que te buscaba;
Tú que los veías como ovejas sin pastor,
ven hoy a nosotros,
ten nuevamente compasión de nosotros,
regálanos tu amor y tu misericordia,
haz que hoy nuevamente,
experimentemos tu presencia viva junto a nosotros,
para que conociéndote y viviendo
lo que Tú nos pides y lo que Tú quieres,
podamos encontrar en ti,
a Aquel que nos llena de su amor y paz.
Danos Señor, la gracia de encontrar en ti,
el sentido y la razón de nuestra vida,
para así tener el corazón lleno de ti,
viviendo en plenitud, el gozo, la alegría y la paz,
que Tú nos das. Que así sea.
Con permiso de somos.vicencianos.org