“Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos”
San Mateo 14, 1-12
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. ÉSTE ES JUAN EL BAUTISTA; HA RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS
Este relato nos cuenta el modo cómo Juan Bautista fue víctima de la prepotencia del
gobierno de Herodes. Juan Bautista, fue condenado a muerte sin proceso, todo por un
capricho nacido de banquete del rey con sus amigotes. Si bien este relato no tiene en si una
enseñanza directa del Señor, nos informa sobre la manera en que los poderosos de aquel
tiempo ejercían el poder.
Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos. De esta forma, el relato nos
habla de cual era la opinión de Herodes respecto a Jesús. El intentaba concebir a Jesús
desde los miedos que le asaltaban después del horrible asesinato de Juan. El era un rey
supersticioso que escondía el miedo detrás de la ostentación de su riqueza y de su poder.
2. ANTIPAS, HIJO DE HERODES EL GRANDE
El Herodes del que se habla en este fragmento del Evangelio, es Antipas, hijo de Herodes
el Grande. En una ocasión, Herodes Antipas viajó a Roma y allí conoció Herodías, que era
mujer de Filipo, hijo de Herodes el Grande. Y uniéndose la ambición en ella, que no
soportaba la vida oculta de su marido, y la pasión en Antipas por Herodías, se acordó una
unión ilegal y el llevar con ellos a la hija de Herodías, llamada Salomé. Para esto se puso
como condición a Herodes repudiar a su mujer legítima.
Por aquel tiempo quien mandaba en esto territorios, era el Imperio Romano y Herodes
procuraba agradar a Roma. Flavio José, historiador judío de aquel tiempo, narra que el
motivo real de la prisión de Juan Bautista, era el miedo que Herodes tenía a un
levantamiento popular. Herodes en todo era un tirano, a pesar que le gustaba aparentar ser
un bienhechor del pueblo, (Lc 22,25).
3. EL ADULTERIO DE ANTIPAS IBA ABIERTAMENTE CONTRA LA LEY
La presencia de Antipas y Herodías, trajo el escándalo. El adulterio de Antipas iba
abiertamente contra la Ley , que prohibía estas uniones incestuosas. La voz apostólica del
Bautista sonó repetidas veces contra aquel adulterio. Antipas temía un levantamiento
popular, pero también temía el gran prestigio del Bautista. En los manejos de primera hora
contra el Bautista estaba ya Herodías, “que le odiaba y quería matarle, pero no podía” (Mc)
por temor al pueblo.
4. TENÍA LA OBSESIÓN POR EL BAUTISTA
Este Antipas era un claro y agudo neurótico. Tenía la obsesión por el Bautista. Juan
Bautista fue encarcelado, precisa Lucas, “por lo de Herodías y por todo lo malo que había
hecho” Antipas, y que el Bautista censuraba.
La oportunidad para la muerte del Bautista fue bien calculada por Herodías. Llegó el día del
cumpleaños de Herodes y se preparo un suntuoso banquete. En él bailó la hija de Herodías,
Salomé. En la antigüedad semita no eran bailes de sociedad, sino representaciones
coreográficas de situaciones, que, en principio, podían ser muy dignas Pero en este
ambiente es muy fácil suponer la licencia. La escena agradó a todos, máxime en aquel
ambiente, y Antipas, en la euforia del mismo, juró dar a Salomé lo que le pidiese. Salió a
consultar con su madre, y ésta le manda pedir la cabeza del Bautista.
5. HERODES HABÍA ENCARCELADO A JUAN BAUTISTA
Porque Juan le decía “No te es lícito tenerla”, Herodes había encarcelado a Juan Bautista,
con este encierro, Herodes hijo de quien mando a matar a los niños en Belén, quería acallar
una verdad.
Nos preguntamos, ¿si sabemos una verdad, debemos callarla?, ¿callamos por temor, por
vergüenza o por desidia?, Juan vio que la única forma de terminar con los malos hábitos y
así seguir el camino de la verdad era decirla.
La denuncia de Juan contra Herodes fue la gota que hizo rebosar el vaso: "No te está
permitido casarte con ella”. Y Juan fue puesto en la cárcel.
6. APARECE FUERTE LA VOZ APOSTÓLICA Y PROFÉTICA DE JUAN
Herodes le temía a Juan porque su voz estaba siendo escuchada por la gente y a su vez el
pueblo le tenía temor a Herodes, por ser un hombre de represalias, en este ambiente
aparece fuerte la voz apostólica y profética de Juan para denunciar y convertirse en la voz
de los sin voz, pero quien sigue el camino de la verdad, siempre ha de estar dispuesto
como lo hizo Juan a morir por ella.
7. LA ETERNA LUCHA DEL BIEN CONTRA EL MAL, ENFURECE A LOS MALIGNOS.
Hemos visto, y seguimos observando como hasta el día de hoy se repiten situaciones como
la de Juan. El que se atreve contra un poderoso, el que sale en defensa de la injusticia o la
opresión es encarcelado, o criticado por este. La eterna lucha del bien contra el mal,
enfurece a los malignos.
Juan le puso en cara a Herodes su pecado y lo hace con energía y con entereza de espíritu,
es así, como la palabra de Juan producía grandes remordimientos que incordiaban y
molestaban su conciencia. De este modo para enmudecer a Juan, lo encarceló, pero nada
pudo acallar su voz profética.
8. JUAN, COMO HOMBRE FIEL
Muchos por el amor a la verdad y por expresarlas libremente, dejaron a un lado los miedos
al dolor físico, al hambre, a las injurias y calumnias e incluso a la muerte.
Juan, como hombre fiel, no se fijo en categorías para decir la verdad y empezó por la
autoridad, nada acalló la denuncia de la inmoralidad y la injusticia.
En un valiente alarde de libertad evangélica; nada pudo acallar aquella voz denunciadora de
la inmoralidad y la injusticia; Juan era profeta y hablaba como profeta y vivía como profeta y
tuvo que morir profeta.
Cristo Jesús, vivan en nuestros corazones.