XIX Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Introducción a la semana
Las primera y tercera lecturas de este domingo nos hablan desde el singular
enfoque de cada una de ellas nos hablan de sobrevivir con vocación y estilo de
plenitud. Elías aparece cansado tras su desesperado caminar por el árido
desierto; ya sin fuerzas se desea la muerte. Jesús oye los comentarios críticos a
su propuesta del pan de la vida y se reafirma en su oferta generosa: Él es el pan
para que el hombre viva con sentido, para sobrevivir abriendo caminos a Dios
Padre en nuestro mundo. Pablo nos ofrece un hermoso contrapunto: no tenemos
ningún derecho a entristecer al Espíritu, pues con él estamos marcados desde
nuestro bautismo, lo cual nos habilita para disfrutar de la alegría creyente y
decir así a nuestro mundo que nadie está dejado de la mano cariñosa de Dios
Padre.
Semana que viene marcada por lo que el pueblo llama de diversas maneras,
amén de la oficial Asunción de María: la Virgen de Agosto, la Virgen del Tránsito
y, en algunos rincones del sur español, el curioso rótulo de la Virgen de Acá. Un
mártir contemporáneo, inmolado en el increíble horror de un campo de
exterminio, nos habla de la ternura de Dios aún en medio de la crueldad de un
horno crematorio, Maximiliano Kolbe. San Jacinto de Polonia, Santa Elena y el
beato Manés de Guzmán jalonan días de nuestro calendario en esta semana.
Ezequiel, sacerdote del templo y deportado a Babilonia en el primer exilio, es el
profeta que nos servirá sus oráculos para la primera lectura de este semana.
Comienza con la alusión a su vocación, así como al gesto profético de comer el
libro cuyo sabor era dulce cual la miel. También tendremos oportunidad de
escuchar alguna de las visiones tan propias de este profeta, con las que se sirve
para hacer pedagogía de la alianza y de la gloria de Dios. Anuncia el destierro y
aún escucharemos una dura alegoría de la historia de Israel, resumida en la
ciudad santa de Jerusalén. Concluye la semana con el anuncio tan consolador de
la responsabilidad personal, tan avanzado para su tiempo. El remate del capítulo
17 de Mateo abre las páginas evangélicas de la semana, donde Jesús anuncia
por segunda vez su pasión. Hasta el jueves tenemos ocasión de seguir el
discurso comunitario del Señor con evidente preocupación del interior de la
comunidad; el viernes aborda la cuestión del matrimonio y divorcio, prueba que
le tienden los fariseos, para cerrar el sábado con la escena no tan ingenua de
Jesús y los pequeños. ¡Palabras para acopiar esperanzas!
Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de San Jacinto (Sevilla)
Con permiso de dominicos.org