Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo B, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 20
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Comed de mi pan y bebed el vino que he mezclado *
Gustad y ved qué bueno es el Señor. * Daos cuenta de lo que el Señor quiere * Mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
Textos para este día:
Proverbios 9,1-6:
La sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el
banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para
que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: "Los inexpertos que vengan
aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el
vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la
prudencia.""
Salmo 33:
Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi boca; / mi
alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Todos sus santos, temed al Señor, / porque nada les falta a los que le temen; / los
ricos empobrecen y pasan hambre, / los que buscan al Señor no carecen de nada.
R.
Venid, hijos, escuchadme: / os instruiré en el temor del Señor; / ¿hay alguien que
ame la vida / y desee días de prosperidad? R.
Guarda tu lengua del mal, / tus labios de la falsedad; / apártate del mal, obra el
bien, / busca la paz y corre tras ella. R.
Efesios 5,15-20:
Hermanos: Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos,
aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos,
daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al
libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y
cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre
gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Juan 6,51-58:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para
la vida del mundo." Disputaban los judíos entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a
comer su carne?" Entonces Jesús les dijo: "Os aseguro que si no coméis la carne
del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come
mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne
y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo
vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan
que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y
murieron; el que como este pan vivirá para siempre."
Homilía
Temas de las lecturas: Comed de mi pan y bebed el vino que he mezclado *
Gustad y ved qué bueno es el Señor. * Daos cuenta de lo que el Señor quiere * Mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
1. ¡Eucaristía, anticipación del banquete!
1.1 La liturgia nos ofrece hoy un espacio para meditar sobre el misteriodel amor
que se dona en la Santísima Eucaristía. Nos predica una religiosa, la Hna. Gloria I.
Huérfano, O.P., Superiora General de las Dominicas Hijas de N. S. de Nazareth. La
numeración es nuestra.
1.2 ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de
Pascua? (Mt 26, 17). Jesús celebra su Pascua como un banquete. El banquete que
Jesús preside se celebra como la Pascua de los Judíos. Pero en este banquete existe
una inmensa diferencia y novedad con respecto a la Pascua Hebrea.
1.3 La cena de Jesús se celebra en el contexto de su pasión y muerte, y él, en la
Eucaristía, anticipa simbólica y realmente su sacrificio de redención. El es el
sacerdote y la víctima de ese sacrificio.
1.4 Jesús aquella noche sustituye el Antiguo por el Nuevo Testamento: "esta es mi
sangre..." (Mt 26, 28). A la antigua Pascua histórica y figurativa él une y hace
suceder su Pascua también histórica, definitiva, pero figurativa también ella de otro
acontecimiento último, la Parusía final: "No beberé más de este fruto de la vid
hasta el día en que lo beba de nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre" (Mt 26,
29). Estas palabras dan a la Eucaristía el carácter de un banquete que tendrá su
plena realización después de nuestra resurrección.
1.5 La Eucaristía es, de hecho, sacramento de comunión con el Cristo Pascual, con
Cristo muerto y resucitado, que ha entrado en una nueva fase de su existencia, la
gloriosa a la derecha del Padre. Comulgar con Jesús en la Eucaristía significa, por
tanto, participar ya desde esta tierra en su vida gloriosa, en su comunión con el
Padre. "Dichosos los invitados a las bodas del Cordero" (Ap 19,9).
2. Banquete Sagrado
2.1 La liturgia canta bellamente: "Oh sagrado banquete en el que se recibe a Cristo,
se renueva el memorial de su Pasión, el alma se colma de gracia, y se nos da una
prenda de gloria futura". Tomás de Aquino exclama: "¡Oh banquete precioso y
admirable!"
2.2 Dice el texto del evangelio de hoy: "El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera
comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo
vivo por el Padre, vivirá por mí. El que coma este pan vivirá para siempre" (Jn
6,54-59).
2.3 San Agustín comenta: "Los hombres quieren lograr con comida y bebida no
tener hambre ni sed. Sin embargo, esto no lo otorga más que esta comida y esta
bebida. Quien las toma se vuelve inmortal e incorruptible y se ve introducido en la
comunión de los santos. Allí habrá paz y unidad completa y perfecta".
2.4 Realmente es así: Jesucristo hizo en verdad un sacrificio inconcebiblemente
grande, se dio a sí mismo en el Sacramento del altar, para poder permanecer entre
nosotros hasta la consumación de los siglos. La Pascua completa del Señor se
extiende desde el principio de los tiempos hasta la venida final y definitiva (Mt
24,3). El es el Primogénito de toda la creación. A través de la persona del Verbo
todo ha sido hecho y todo se sigue haciendo "y sin ella no se hizo nada de cuanto
existe" (Jn 1,3). Es más: toda la creación va convergiendo hacia la persona de
Cristo resucitado como hacia un punto Omega. Todo existe a través de El, con El y
por El.
3. Prenda y Esperanza
3.1 De esta gran esperanza de los cielos nuevos y la tierra nueva en los que
habitará la justicia, no tenemos prenda más segura, signo más manifiesto que la
Eucaristía. En efecto cada vez que se celebra este misterio "se realiza la obra de
nuestra redención" (Plegaria Eucarística III del Misal Romano). Y "partimos un
mismo pan que es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, alimento para
vivir en Jesucristo para siempre" (San Ignacio de Antioquia, Eph. 20,2).
3.2 Concédenos Señor Jesús, por María tu Madre, gozar plenamente de tu vida
divina en el banquete eterno que pregustamos en este sacramento de tu Cuerpo y
de tu Sangre, y seamos ahora colmados de gracia y bendición. Amén.
Fr. Nelson Medina, O.P.