"Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel"
Jn 1, 45-51
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. FELIPE ENCONTRÓ A NATANAEL.
El apóstol Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro (Jn. 1, 44). Esa
circunstancia, sumada al hecho de que Andrés y él son los únicos apóstoles que tienen
nombres griegos, y la intercesión conjunta de ambos por los griegos que querían ver a
Jesús (Jn. 12, 21-22), hace suponer a algunos autores que Felipe y Andrés eran parientes
o amigos.
Tiene varias intervenciones significativas en el Evangelio además de las mencionadas.
Juan relata el llamado a Felipe Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Se
encontró con Felipe y le dijo: Sígueme. (Jn. 1, 43). Y cómo éste, a su vez, invita a Natanael
a conocer a Jesús, menciona también la participación del apóstol en la multiplicación de los
panes (cfr. Jn. 6, 5ss), y relata su intervención (Muéstranos al Padre) durante el discurso
de la Última Cena (Jn. 14, 8);
2. NATANAEL, SIGNIFICA DON DE DIOS
Sabemos que Dios se vale de muchos medios para llamar a sus hijos, esto es, puede ser
directamente o indirectamente por intermedio de otras personas, o bien nos prepara alguna
causa especial, pero lo que importa es que sepamos oír su llamado, estar atento a su voz y
a estar dispuesto a seguirla. Es así, como los discípulos que siguen a Jesús, rápidamente
son sus principales promotores, y propagan su amistad. En efecto, si nosotros hemos
encontrado el camino, es correcto que lo promovamos, para que muchos se incorporen a
el. Así lo hace Felipe, cuando encuentra a Natanael, y le dice: Es Jesús, el hijo de José de
Nazaret.
El nombre de Natanael significa don de Dios. Natanael, es también llamado Bartolomé, el
era oriundo de Caná de Galilea y Felipe se lo presenta a Jesús, de acuerdo a la tradición
predicó el Evangelio en Arabia y Armenia donde murió mártir. Natanael le preguntó Felipe:
¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret? Ven y verás, le dijo Felipe.
3. ÉSTE ES UN VERDADERO ISRAELITA, UN HOMBRE SIN DOBLEZ.
Viéndole Jesús venir hacia El, después que Felipe le había dicho que habían encontrado al
Mesías en la persona de Jesús de Nazaret, al verle, y cercano ya, le dice: Éste es un
verdadero israelita, un hombre sin doblez. Esta expresión va cargada de sentido. Ojala
podamos recibir también un elogio semejante. En efecto ser un verdadero Israelita era
decir que sabía reconocer Yahvé por el único y verdadero Dios y además que permanecía
fiel plenamente a su divina Ley. En efecto, verdaderamente indica que es digno del nombre
que se tiene o da, que responde intrínsecamente a su nombre (Rut 3:12) 105. Natanael,
don de Dios, es, en consecuencia, un hombre que es con toda autenticidad un verdadero
israelita. ¿Qué intenta decir Jesús con estas palabras?
Ser llamado Israel es equivalente a reconocer a Yahvé por el único y verdadero Dios y
permanecer en plena fidelidad a su ley (Sal 22:24). Israel es el nombre que indica la
elección divina del pueblo santo, lo que exige, para la prometida protección de Dios,
fidelidad a su ley. Por eso, Israel viene a ser sinónimo de fidelidad a Yahvé.
Pero aún hubo algo más, Jesús añade un hombre sin doblez, esto es para destacar lo que
es un hombre verdaderamente fiel a Dios y a su ley. Era un verdadero elogio, y por partida
doble, porque primero lo hace con el título de verdadero israelita, título religioso por
excelencia, para luego concluir que no era un hombre sin doblez, es decir que no es
mentiroso y no es hipócrita ni simula lo que no es.
4. NATANAEL ES UN JUDÍO FIEL A YAHVÉ EN SU FE Y EN SU
PRÁCTICA
Es interesante aclarar para mejor comprensión del suceso, los judíos solían llamarse
israelitas precisamente para indicar el aspecto religioso de ellos y de su elección por Dios.
Pero, una vez que Israel rechaza reconocer a Jesús por Mesías, viene a no ver, a estar
ciego (Jn 9:40ss), por lo que no merece el nombre de Israel: el que ve a Dios. Así, los
judíos dejan de ser Israel.
En cambio, Natanael es un judío fiel a Yahvé en su fe y en su práctica; es un ser humano
que, en este sentido, ve a Yahvé, por lo que es digno de ser llamado con toda verdad
Israel. Y como premio a esta fidelidad a Dios, que es la óptima preparación para recibir al
Mesías, se le promete que verá a éste en lo que es: el Hijo de Dios.
5. ¿DE DÓNDE ME CONOCES?, LE PREGUNTÓ NATANAEL.
Jesús le respondió: Yo te vi antes que Felipe te llamara.., La respuesta de Jesús es una
nueva prueba de exploración en su corazón, y que hará ver a Natanael que, ante Jesús, su
corazón está al descubierto en toda su vida, te vi antes que Felipe te llamara, para decirle
que en Jesús habían encontrado al Mesías.
Jesús continúa: Yo te vi cuando estabas debajo de la higuera. Era decirle a Natanael que,
antes de conocerle ahora personalmente, ya le conocía.
Que bien nos sentimos cuando alguien nos dice que ya nos conoce, pero que maravilloso
es oír de Jesús, que tiene puesto sus ojos en nosotros, y que bueno es estar atento a su
llamado, para no perder una oportunidad como esa. Es así, como talvez no nos damos
cuenta que Jesús ya nos conoce, quizás es porque no estamos lo suficientemente atentos,
o tenemos el corazón algo cerrado o no le hemos dado la sencillez para ver que en la
simplicidad El nos esta invitando, Entonces es hora de de tener un corazón abierto a las
inspiraciones del Espíritu Santo, a las influencias del amor de Dios.
6. MAESTRO, TÚ ERES EL HIJO DE DIOS, TÚ ERES EL REY DE
ISRAEL.
Nos preguntamos al meditar este fragmento del Evangelio ¿A qué hecho de su vida aludía
Jesús a Natanael? ¿Acaso, como fiel israelita, abría su corazón a Dios, en aquellos días de
fuerte expectación mesiánica, máxime ante las nuevas que llegaban del Bautista, y se
ocupaba en pensar o en orar por el advenimiento del Mesías?, esas preguntas y respuesta,
son algo que suponemos que puede haber sido así. Pero lo que si debe haber sucedido es
que la mirada de Jesús, es certera, hasta el punto que Natanael, vivamente sorprendido, le
hace esta confesión: Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.
Ante la penetración profética de su mirada, Natanael tiene que rendirse a la evidencia del
Mesías, que había encontrado y le habían presentado.
¿Qué valor tiene aquí el primer título que se le da, de Hijo de Dios? La revelación de su
divinidad la va haciendo Jesús paulatinamente a sus mismos discípulos. Fue entonces
increíble que, al primer encuentro con Natanael, le revelase su divinidad.
7. PORQUE TE DIJE: 'TE VI DEBAJO DE LA HIGUERA', CREES. VERÁS
COSAS MÁS GRANDES TODAVÍA.
Debiéramos preguntarnos si nos conocen como Jesús dijo conocer a Natanael, hombres
fieles a Dios, es hora de reflexionar si nos conocen como verdaderos cristianos, cual es
nuestra reputación como hombres seguidores de Jesús, es tiempo para que en conciencia,
tengamos la esperanza que por nuestra actitud, por nuestra forma de ser con Dios y con
todos los hombres, tendremos la dicha de ver lo que Jesús le promete a Natanael, Verás
cosas más grandes todavía. Y los que le afirmo: Les aseguro que verán el cielo abierto, y a
los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
En efecto, esta glorificación de Jesús que verán los discípulos, es un tema que incluye un
especial y rico contenido en el evangelio de de san Juan y que son las cosas mayores que
verán. Entre ellas por ejemplo, en las bodas de Cana, en donde Jesús manifestó su gloria y
creyeron en El sus discípulos (Jn 2:11).
Como decíamos, en el evangelio de san Juan, la gloria de Jesús se manifiesta, en primer
lugar, por los milagros, que son signos de su mesianismo y de su filiación divina; pero,
entre éstos, el gran signo de lo que El es y de su misión es el milagro de su resurrección.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds