Comentario al evangelio del Jueves 30 de Agosto del 2012
Queridos amigos, paz y bien.
Lo decía hace algunos días, y lo repito hoy. En este tiempo ordinario, la Iglesia no nos da tregua,
recordándonos que se puede ser santo de muchas maneras. A lo largo de esta semana, hemos visto
modelos de santidad como madre, como obispo, como mártir, y hoy, santa Rosa de Lima. Es que hay
que estar siempre preparado .
La llegada de un ladrón es siempre una catástrofe. Una ruina. Es lo mismo que le pasa a la comunidad
cristiana, cuando se relaja y no está atenta. Es lo que nos recuerda también la enseñanza de los dos
mayordomos. Uno fiel, servicial, atento, y el otro malvado, que descuida sus obligaciones y maltrata a
sus subordinados.
Aunque en las parábolas Jesús habla a los dirigentes del pueblo judío, no podemos dejar de apreciar la
dimensión escatológica de las mismas. Tratan de cómo hay que comportarse mientras esperamos la
segunda venida de nuestro salvador, Jesucristo.
El hecho de que el amo tarde no significa que no vendrá. Vendrá cuando menos se le espere, y
entonces será ya tarde. ¡Cuántas veces hemos dicho eso de que por qué no lo habré hecho antes!
El tiempo que vivimos nosotros, como el que vivieron los destinatarios del evangelio de Mateo, es un
tiempo de espera. Pero a la vez, es un tiempo de salvación. Es el tiempo para vivir según las
enseñanzas de Cristo, para demostrar. Día a día, que estamos con Él.
El castigo que espera a los que no estén preparados es terrible. Podemos pensar que eso será algo que
les pasará a los otros, pero no a mí, que soy santo y bueno. Quizá. Ojalá que podamos vivir sabiendo
que Dios es bueno, siempre dispuesto a perdonar, pero también es justo, y castiga con las penas del
infierno a los que renuncian a Él. Siempre tenemos que vivir en positivo (hacer las cosas por amor y no
por miedo al castigo), pero de vez en cuando, no está mal recordar que, delante de nosotros, hay dos
caminos, y Dios respeta nuestra libertad de elección.
Santa Rosa de Lima lo creyó de verdad. Y vivió llena de amor, derramando amor. Como solemos
hacer, puedes saber algo más de su vida pinchando aquí .
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F.
Alejandro Carbajo Olea, cmf