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Día litúrgico: Viernes XXI del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Mt 25,1-13): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos
esta parábola: «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su
lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y
cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de
aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las
alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron (…). Velad,
pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
La certeza de la palabra de Jesús sólo se prueba en el "ensayo"
Hoy, Jesucristo muestra cómo debe concretarse la "vigilancia" (ya mencionada en el
capítulo anterior del "Discurso Escatológico"). Con la "Parábola de las vírgenes
necias y prudentes" insiste en que al cristiano no le basta con esperar, debe
"actuar"; no basta con "estar" en la Iglesia, sino que hay que mantener viva la fe y
hacer buenas obras.
"Vigilancia" no significa salir del presente, olvidando el cometido actual, sino actuar
—aquí y ahora— tal como se debería obrar ante los ojos de Dios. "Vigilancia"
implica, sobre todo, apertura al bien, a la verdad, a Dios, en medio de un mundo a
menudo inexplicable y acosado por el poder del mal. "Vigilancia" comporta que el
hombre busque con todas las fuerzas y con gran sobriedad hacer lo que es justo,
no viviendo según sus propios deseos, sino según la orientación de la fe.
—La verdad de tu palabra, Jesús, no es exigible teóricamente: su certeza sólo se
prueba en el ensayo, adentrándome en tu voluntad.
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