“RELIGIOSIDAD LIGHT II”
Carta de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas
para el vigésimo segundo domingo durante el año
(02 de Septiembre de 2012)
El domingo anterior iniciamos una reflexión sobre uno de los desafíos que nos propone el
documento elaborado por los Obispos argentinos: “Navega mar adentro”. Es clave que
profundicemos en dicho desafío sobre evangelizar la búsqueda de Dios, sobre todo en nuestro
contexto latinoamericano y misionero donde hay una búsqueda genuina en lo religioso, que
convive con mucha superstición y predicación proselitista que manipula, negocia y confunde esta
genuina búsqueda de Dios de nuestra gente.
Este domingo queremos seguir profundizando sobre el texto de “Navega mar adentro” que
nos seala: “Además existen grupos seudo religiosos y programas televisivos que proponen una
religión diluida, sin trascendencia, hecha a la medida de cada uno, fuertemente orientada a la
búsqueda de bienestar y sin experimentar lo que significa adorar a Dios…” (31)
El desafío de evangelizar “la búsqueda de Dios”, exige que los cristianos nos
comprometamos a realizar un camino de maduración en la Fe. En esto se ha insistido en
Aparecida, así como en nuestro Sínodo Diocesano sobre la necesidad de realizar un camino de
formación integral como discípulos y misioneros de Jesucristo, el Señor, considerando que este es
un proceso de seguimiento a transitar durante toda la vida.
Hace algún tiempo una persona, profesional y docente, me decía que era cristiano, pero que
creía en la reencarnación o sea en que su espíritu vivió en otras personas y épocas del pasado y se
encaminaba a vivir nuevas vidas en el futuro, sin darse cuenta que la reencarnación no es
compatible con la revelación cristiana. Los cristianos creemos en la Resurrección. La resurrección
de Cristo y la nuestra la confesamos en el credo desde los primeros siglos y se diferencia
absolutamente de posturas orientalistas que creen en la reencarnación.
Sobre las erróneas propuestas proselitistas y estos negocios mediáticos es importante advertir
que manipulan la genuina búsqueda de Dios de nuestra gente presentándose como espíritus
amplios y ecuménicos, y silenciando que son propuestas superficiales e inconsistentes que en
corto tiempo daan “la genuina búsqueda de Dios”, dejando a la gente en una profunda
insatisfacción y con frustraciones personales y grupales, que después son difíciles de revertir.
Es importante señalar la centralidad que los cristianos le damos tanto al diálogo ecuménico
como al diálogo interreligioso, y que no es lo mismo el uno que el otro. “El ecumenismo” hace
referencia al camino de comunión que realizamos los cristianos que tenemos un mismo bautismo y
que confesamos que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, y por lo tanto creemos en
un Dios uno y trino. En este camino ecuménico se encuentran católicos, ortodoxos y hermanos de
otras confesiones cristianas. Otra cosa que el ecumenismo es el diálogo con el judaísmo y con
otros grupos religiosos no cristianos, sobre todo monoteístas.
Sobre el ecumenismo que no es la mezcla de todo, sino una búsqueda fundamental de
comunin en nuestro tiempo nos dice Aparecida: “El ecumenismo no se justifica por una
exigencia simplemente sociolgica sino evangélica, trinitaria y bautismal: “expresa la comunin
real, aunque imperfecta” que ya existe entre “los que fueron regenerados por el bautismo” y el
testimonio concreto de fraternidad…” (228). De esta manera buscamos cumplir con el deseo de
Cristo: “que todos sean uno, lo mismo que lo somos tú y yo, Padre y que también ellos vivan
unidos a nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn. 17,21). En Aparecida
también señala la relación con el judaísmo y el diálogo interreligioso: “Reconocemos con gratitud
los lazos que nos relacionan con el pueblo judío, con el cual nos une la fe en el único Dios y su
Palabra revelada en el Antiguo Testamento. Son nuestros “hermanos mayores” en la fe de
Abraham, Isaac y Jacob… (235). “El diálogo interreligioso, en especial con religiones
monoteístas, se fundamenta justamente en la misión que Cristo nos confió, solicitando la sabia
articulacin entre el anuncio y el diálogo como elementos constitutivos de la evangelizacin…
(237).
El Evangelio de este domingo (Mc. 7,1-8. 14-15. 21-23) nos presenta al Señor enseñando
sobre la recta búsqueda de Dios: “Y Jesús, llamando otra vez a la gente, le dijo “Escúchenme
todos y entiéndanlo bien. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que
hace impuro es aquello que sale del hombre…”. En la genuina búsqueda de Dios y la religiosidad
de nuestra gente encontramos un aporte y servicio en valores a nuestra cultura.
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas