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Día litúrgico: Domingo XXII (B) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Mc 7,1-8.14-15.21-23): En aquel tiempo, se reunieron
junto a Jesús los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén, y () le
preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los
antepasados, sino que comen con manos impuras?». Él les dijo: «Bien profetizó
Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: ‘Este pueblo me honra con los
labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan
doctrinas que son preceptos de hombres’ ().
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
La fuente del amor puro
Hoy, Jesucristo señala dónde reside la pureza —la autenticidad— del amor: no en
los preceptos, sino en el corazón recto. Aprender a "regalarse" uno mismo forma
parte del camino del aprendizaje del amor. Amar no es algo que uno "tenga",
"establezca" o "controle" con formalismos y reglas.
En un hermoso relato, el poeta Rilke cuenta que, en París, pasaba siempre junto a
una mujer a la que arrojaba una moneda en el sombrero. La mendiga permanecía
totalmente impasible, como si careciese de alma. Un buen día, Rilke le regaló una
rosa. En ese momento floreció el rostro de la mendiga. Él vio por primera vez que
ella tenía sentimientos. La mujer sonrió, se marchó y durante ocho días dejó de
mendigar porque le habían dado algo más valioso que el dinero.
—Cuando sólo se quiere "tener" amor, entonces uno se vuelve egoísta, podrido Lo
importante es no buscarse a sí mismo por encima de todo, sino experimentar el
camino del darse, como Cristo hizo amablemente y radicalmente desde la Cruz.
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