“debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado”
Lc 4, 38-44
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. JESÚS EN GALILEA
El capitulo cuarto del Evangelio de Lucas, nos relata primero a Jesús en la Sinagoga de
Nazaret. Allí desagradó sumamente a unos oyentes que no querían oír hablar de la buena
noticia de su liberación dirigida a los pobres, a los cautivos, a los ciegos y a los oprimidos,
de una amnistía general de Dios, del perdón otorgado a la humanidad entera (Lc 4, 16-30).
Luego predica en la sinagoga de Cafarnaún, situada algo mas al oriente, pero siempre en
Galilea, allí para un endemoniado, como para otros presentes, Jesús no ha venido a
liberarlos, sino a destruirlos. (Lc 4, 31-37)
2. JESÚS FUE A LA CASA DE SIMÓN
Después de estar en la sinagoga, Jesús fue a la casa de Simón, allí encontró que la suegra
de Simón (Pedro). Ella tenía mucha fiebre, entonces le pidieron que hiciera algo por la
suegra de Pedro. Con la disposición natural que tiene Jesús por hacer el bien a los
hombres, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre y ésta desapareció. Notable es la
actitud de esta mujer, en seguida se levantó y se puso a servirlos. La suegra de Pedro nos
hace una bella enseñanza, y la debemos hacer nuestra, es la actitud de los seguidores de
Cristo, ser servidores, así lo hace al ponerse inmediatamente al servicio del Señor Jesús.
3. JESÚS SE HA DEDICADO A CURAR A LOS ENFERMOS
Jesús se ha dedicado a curar a los enfermos y a las personas que están dominadas por un
espíritu maligno, y lo hace en forma individual, con afecto, sensible, enternecido por el
dolor, el ser compasivo es algo propio del Señor. Es así, como al atardecer, todos los que
tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y Él. Jesús, imponiendo
las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. El no hacer curaciones masivas, sino que
personalmente, es una actitud de mucho amor y respeto hacia la personalidad de cada
enfermo. Que maravilla el poder sentir las manos de Jesús en nuestras cabezas, como se
inflama el corazón.
4. "¡TÚ ERES EL HIJO DE DIOS!"
Y los que estaban dominados por un espíritu maligno, poseídos por los demonios, también
quedaban curados y de muchos salían demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero
él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías y Jesús no
quiere que a El se le de un carácter distinto al que vino, porque El ha venido para servir y no
para dominar; por eso quien se encuentra con él, como la suegra de Simón, se libera para
el servicio.
Porque Jesús es el refugio de todas las necesidades y de las enfermedades su medicina,
Jesús es la calma para los angustiados, los que lo siguen, saben que en El encontraran
alivio, no solo a las cosas de salud, además a las del alma, por eso cuando gozamos de
buena salud, también acudimos a El, y para cualquier caso, acudimos a El, como lo hacían
los enfermos que rodeaban a Jesús, con sencillez y con gran confianza y amor extremo.
5. “Y PREDICABA EN LAS SINAGOGAS DE TODA LA JUDEA ”
Que bueno es saber, que para cualquier dolencia que nos aqueje, para las angustias que
nos oprimen, o para los males del espíritu, tenemos a quien acudir, “Vengan a mí todos los
que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré” (Mt 11,28). Así fue, que al amanecer la
gente supo que Jesús se fue a un lugar desierto, sintiendo la necesidad de El, comenzaron
a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero
él les dijo: "También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios,
porque para eso he sido enviado".
“Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea ”, de esta modo Jesús iba predicando por
todas las sinagogas, y por todos los pueblos y a todo tipo de gente, sin predilección para un
sector o un grupo determinado, por esa razón, El no quiere que lo retengan con la excusa
de de que le van a agradecer los beneficios y la curaciones, porque Jesús se debe a todos,
mira a todos, los busca todos, porque para todos ha venido y por todos se ha entregado al
Padre.
6. JESÚS, SIN DESCANSO ANUNCIABA LA BUENA NUEVA DEL REINO DE
DIOS
Nadie debe sentirse que no será oído por Jesús, ni por muy grave que sea mal que lleva, el
es que juzgará nuestra actitud, por que solo a Dios le corresponde decidir quien entra al
Reino de los Cielos, y a todos nos corresponde pedir con toda el alma, que el enfermo
acuda a Jesús para que reciba la curación a su mal, y es muy simple hacerlo, orando,
implorando y sin limite de cuantas veces o de tiempo. Santa Mónica, rogó por tres décadas
por su hijo san Agustín.
Y Jesús, sin descanso anunciaba la Buena Nueva del Reino de Dios, y hoy todos lo
debemos hacer, porque el mundo habrá de salvarse por el Evangelio de Nuestro Señor
Jesucristo, transmitido y anunciado por nosotros, para eso estamos, para hacer presente a
Jesús a los hombres en este mundo en que vivimos. Pero debemos hacerlo promoviendo
con ejemplo de actitud y conducta, para que cuando nos vean y nos conozcan observen
que somos creíbles e imitables, especialmente en el servicio a los demás.
El Señor les Bendiga