Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Septiembre 8
Fiesta del Nacimiento de la Bienaventurada Virgen María
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El tiempo en que la madre dé a luz * Desbordo de gozo
con el Señor. * La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo
Textos para este día:
Miqueas 5,1- 4a:
Así dice el Señor: "Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti
saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial. Los
entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos
retornará a los hijos de Israel. En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el
nombre glorioso del Señor, su Dios. Habitarán tranquilos, porque se mostrará
grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz."
Salmo 12:
Porque yo confío en tu misericordia: / alegra mi corazón con tu auxilio. R.
Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. R.
Mateo 1,1-16.18-23:
[Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a
Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a
Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a
Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró,
de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a
Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán,
Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós,
Amos a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro
de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a
Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc,
Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.]
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada
con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del
Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió
repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en
sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en
llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de los pecados." Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho
el Señor por el Profeta: "Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá
por nombre Emmanuel, que significa "Dios con nosotros"."
Homilía
Temas de las lecturas: El tiempo en que la madre dé a luz * Desbordo de gozo
con el Señor. * La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo
1. Celebrar la infancia
1.1 En el nacimiento de la Virgen María la Iglesia nos concede mirar pequeña a la
que es tan grande y acoger con ternura a la que nos ha recibido con tanta
compasión y nos ha adoptado con tan inmensa piedad.
1.2 Cuando cualquiera de nosotros mira su propia infancia descubre ese pequeño
milagro que es la continuidad del "yo". No es cosa despreciable eso de reconocer
que las acciones que aquel niño realizaba hace treinta, cuarenta o más años,
pertenecen al mismo individuo y están en la misma historia que las decisiones del
joven de hace otros tantos o las oraciones que hice hoy por la mañana.
1.3 Un mismo"yo", una misma conciencia, una misma historia abarcan esos dos
seres que, si los pusiéramos uno junto a otro, apenas podrían reconocerse.
1.4 En parte sentimos distante la infancia por los años transcurridos, pero en parte
también por los giros que ha tomado nuestra historia particular. En muchos casos
pasa que el niño que fuimos nos resulta irreconocible. Su inocencia nos parece
inútil, su pureza nos parece lejana, su fragilidad se nos antoja vergonzosa.
1.5 Es fácil, cuando nos embarga este tipo de sentimientos, que sintamos una
especie de ruptura con nuestra propia verdad de aquellos niños o de niñas que
fuimos. Por algo hoy incluso se han puesto "de moda" los talleres, encuentros o
métodos para "recuperar el niño interior".
2. María, la Niña
2.1 En mi historia vocacional particular esto del encuentro con una niñez sin
vergüenzas ni complejos fue decisivo. Fue lo primero que aprendí a amar de la
Niña. Después de todo, ¿qué es celebrar a María como "virgen" sino reconocer que
hay en ella una señal singularmente preservada de una niñez nunca marchitada?
2.2 Algún día la Iglesia tendrá que hacer sus propios "talleres" sobre recuperación
del niño o de la niña interior. Ese día comprenderemos mejor la grandeza que se
esconde en la piedad aparentemente anodina de la fiesta que hoy celebramos.
2.3 María, la Niña, es el gran signo de una humanidad que se reconoce capaz de
palpar, con cariño infinito y gratitud indecible, las manos puras y vigorosas del
Creador.
Fr. Nelson Medina, O.P.