EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Fiesta de la Natividad de la Virgen María - Nuestra Señora de la Caridad del
Cobre, Patrona de Cuba
Libro de Miqueas 5,1-4a.
Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que
debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo
inmemorial.
Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser
madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas.
El se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad
del nombre del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande
hasta los confines de la tierra.
¡Y él mismo será la paz! Si Asiria invade nuestro país y pisa nuestros palacios, le
opondremos siete pastores y ocho príncipes del pueblo:
Salmo 13(12),6ab.6cd.
Yo confío en tu misericordia:
que mi corazón se alegre porque me salvaste.
¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido!
Evangelio según San Mateo 1,1-16.18-23.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus
hermanos.
Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre
de Esrón;
Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón;
Naasón, padre de Salmón.
Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed,
y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé;
Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la
que había sido mujer de Urías.
Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá;
Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías.
Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías;
Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías;
Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre
de Zorobabel;
Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor.
Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud;
Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob.
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado
Cristo.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y,
cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu
Santo.
José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente,
resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido
engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.
Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su
Pueblo de todos sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el
Profeta:
La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel,
que traducido significa: "Dios con nosotros".
Comentario del Evangelio por :
San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia
Homilías sobre las palabras del Evangelio:”El ángel fue enviado”, n° 2, 17
“María, de la cuál nació Jesús, llamado Cristo”
"El nombre de la Virgen era María" (Lc 1,27). Este nombre significa: "estrella
del mar", y le encaja admirablemente a la Virgen madre. Nada es más justo que
compararla con una estrella que da sus rayos sin alterarse, como Ella que da a luz a
su hijo sin detrimento de su cuerpo virgen. Es ciertamente esta "noble estrella
nacida de Jacob" (Núm 24,17), cuyo esplendor ilumina el mundo entero, que brilla
en los cielos y penetra hasta los infiernos... Verdaderamente Ella es esta bella y
admirable estrella, que se levanta por encima del mar inmenso, resplandeciendo de
méritos, alumbrando por su ejemplo.
Todos vosotros, quienquiera que seáis, quienquiera que estéis hoy en alta
mar, sacudidos por la tormenta y la tempestad, lejos de tierra firme, poned los ojos
en la luz de esta estrella, para evitar el naufragio. ¡Si los vientos de la tentación se
levantan, si ves acercarse el escollo de la prueba, mira la estrella, invoca a María!
Si eres sacudido por los vacíos del orgullo, de la ambición, de la maledicencia o de
los celos, levanta la mirada hacia la estrella, invoca a María...
Si te abruma la grandeza de tus pecados, humillado por la vergüenza de tu
conciencia, espantado por el temor del juicio, si estás a punto de zozobrar en el
precipicio de la tristeza y la desesperación, piensa en María. ¡En el peligro, la
angustia, la duda, piensa en María, invoca a María!
Qué su nombre jamás abandone tus labios ni tu corazón... Siguiéndola, no te
extraviarás; rogándole, no desesperarás; pensando en ella, te alejarás del falso
camino. Si te tiene de la mano, no zozobrarás; si te protege, nada temerás; bajo su
amparo, ignorarás el cansancio; bajo su protección, llegarás hasta el fin. Y
comprenderás por tu propia experiencia cuán justas son estas palabras: "El nombre
de la Virgen era María".
"servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”