“REFLEXIONES PASTORALES” (I)
Carta de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas
para el vigésimo tercer domingo durante el año
(09 de septiembre de 2012)
“Camino Evangelizador en la Diócesis”
Exposición del obispo en la Asamblea 2012
Acá estamos representando al pueblo de Dios que forma parte de esta porción de la Iglesia que es
nuestra Diócesis, la Diócesis de Posadas: los laicos que vienen de parroquias, de escuelas, de
movimientos, de comisiones; nuestros sacerdotes y diáconos permanentes, nuestros consagrados y
seminaristas. Estamos aquí expresándonos como Pueblo de Dios.
Quiero en primer lugar referirme a nuestra realidad pastoral por qué hablamos de jóvenes, de familia
y de laicos, por qué esta forma de reunirnos en Asamblea. Podemos sintetizarlo así: desde siempre, la
razón de ser de la Iglesia es evangelizar y nosotros tratamos en nuestra Diócesis de buscar diferentes
caminos para concretar esa evangelización.
Hace once años estoy en la Diócesis y hace algunos años acentuamos el tomar el tema de la
eclesiología de la comunión como un tema clave, por muchas razones. Evidentemente, si queremos
evangelizar, el Señor nos dice que seremos creíbles cuando nos amemos los unos a los otros. Esta es
una causa de credibilidad como para poder evangelizar. La eclesiología de la comunión debe ser
acentuada, sobre todo, teniendo en cuenta el contexto de la realidad en la provincia, heterogénea por
tantísimas razones, por sus raíces culturales, por la diversidad de sus inmigraciones en el pasado, por
un clero diverso en su formación.
El tema de la eclesiología de la comunión fue clave durante estos años. Creo que se va haciendo un
camino. De todas maneras, cuando miramos los resultados del trabajo de investigación (previo y
preparatorio de nuestra Asamblea), vemos que hay indicadores a observar como por ejemplo, que
hayan respondido el 62 % de las parroquias, el 47 % de las escuelas y el 30 % de los movimientos.
Los que no respondieron puede que haya sido por omisiones o por otras razones, pero también puede
ser un indicador de gente que no se ha integrado por distintos motivos. Es importante mirar por qué
los curas, los laicos, los movimientos no sienten la organicidad que implica la comunión en la
diversidad, porque nunca planteamos la comunión como uniformidad , aunque sí es necesaria la
comunión en la diversidad. Parecería que están los que no se sienten en comunión todavía, que no
sienten este cauce que vamos realizando, este camino que vamos organizando, de comunión. Quizás
estos porcentajes, nos indican algo de eso. Creo que es necesario mirarlos y hacer una lectura de esta
realidad.
En estos años, cuando preparamos nuestros 50 años de la Diócesis, vivimos ese momento intenso del
Sínodo diocesano, nuestro primer Sínodo, que tuvo un camino de preparación con tres palabras que
quiero subrayar ahora: conversión, comunión y misión. Si bien fueron preparación para el Sínodo,
esas tres palabras subsisten, porque siempre necesitaremos para evangelizar, de la conversión, de la
comunión y de esta dimensión misionera que es la que en última instancia realiza la oxigenación en la
esperanza, de este pueblo de Dios que quiere caminar. Una Iglesia que no es misionera termina
mirándose el ombligo, termina siendo una Iglesia paralizada sin iniciativas, que empieza a morirse
porque no se abre al Espíritu Santo. La dimensión misionera es la que, en definitiva, da la razón de ser
de lo que somos y nos orienta cuando queremos vivir con alegría este llamado que el Señor nos hace
como pueblo de Dios, a cada uno en su vocación. Realizamos aquello que señala Aparecida : “en el
encuentro con Cristo tenemos que expresar la alegría de ser Discípulos del Señor y de haber sido
enviados con el tesoro del Evangelio. Ser Cristiano no es una carga, sino un don: Dios Padre nos
ha bendecido en Jesucristo Su Hijo, Salvador del mundo” (DA 28)
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas