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Día litúrgico: Jueves XXIII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Lc 6,27-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
() Lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si
amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a
los que les aman () Amad a vuestros enemigos () y seréis hijos del Altísimo,
porque Él es bueno con los ingratos y los perversos ().
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
El pecado es destrucción de la relación de amor
Hoy descubrimos en el "mandato" de Jesucristo que las "relaciones" con los demás
son muy importantes —¡esenciales!— en el hombre. Las Personas Trinitarias —
Padre, Hijo y Espíritu Santo— son Relaciones de donación (en grado infinito):
Paternidad, Filiación y Amor. El hombre —creado a imagen de Dios Trinidad—
también es un "ser relacional", es un "ser para", realiza su vida verdadera sólo
como "relación".
Yo solo no soy nada; sólo en el "tú" y "para el tú" soy "yo-mismo". Verdadero
hombre significa: estar en la relación del amor, del "por" y del "para" los demás. Y
pecado significa estorbar, interrumpir o destruir la relación. Por eso, este fenómeno
llamado "pecado" afecta también a los demás y a todo. El pecado es siempre una
ofensa que perturba al mundo (no es un fenómeno que sólo y únicamente me
afecte a mí).
—Jesús, ¡cuánto me cuesta pensar y vivir pensando en los demás! Concédeme ser
siempre "siendo para" Ti y "para mis hermanos".
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