En la oración se conoce a Jesús.
2012-09-28
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 18-22
Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario
para orar, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy Yo?». Ellos contestaron:
«Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los
antiguos profetas, que ha resucitado».
Él les dijo: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?». Respondió Pedro: «El Mesías de
Dios». Entonces Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie.
Después les dijo: «Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea
rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado
a la muerte y que resucite al tercer día». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, Tú supiste buscar el mejor lugar y el mejor momento para la oración. Hoy
yo quiero hacer lo mismo. Ven, Espíritu Santo, te pido que al comenzar esta
meditación enciendas en mí el fuego de tu amor. Hazme dócil a tus inspiraciones y
ayúdame a corresponder a ellas con generosidad.
Petición
Jesús, ayúdame a tener ese conocimiento interno de Ti que es un don del Espíritu
Santo.
Meditación
En la oración se conoce a Jesús.
«El Evangelio que hemos escuchado nos presenta un momento significativo del
camino de Jesús, en el que pregunta a los discípulos qué piensa la gente de él y
cómo lo consideran ellos mismos. Pedro responde en nombre de los Doce con una
confesión de fe que se diferencia de forma sustancial de la opinión que la gente
tiene sobre Jesús; él, en efecto, afirma: “Tú eres el Cristo de Dios”. ¿De dónde nace
este acto de fe? Si vamos al inicio del pasaje evangélico, constatamos que la
confesión de Pedro está vinculada a un momento de oración: “Jesús oraba a solas y
sus discípulos estaban con él”. Es decir, los discípulos son incluidos en el ser y
hablar absolutamente único de Jesús con el Padre. Y de este modo se les concede
ver al Maestro en lo íntimo de su condición de Hijo, se les concede ver lo que otros
no ven; del “ser con él”, del “estar con él” en oración, deriva un conocimiento que
va más allá de las opiniones de la gente, alcanzando la identidad profunda de
Jesús, la verdad» (Benedicto XVI, 20 de junio de 2010).
Reflexión apostólica
«El contacto con Dios a través de la oración es fuente de certezas y convicciones,
de actitudes y comportamientos concretos» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Chrisit , n. 107).
Propósito
Revisar la cantidad y calidad de tiempo que dedico diariamente a mi oración
personal, ¿cómo puede mejorar?
Diálogo con Cristo
Padre Santo, el tener un conocimiento teórico de Jesús no me hace ni su discípulo
ni su misionero. Sólo al dejar que Cristo pase de mi mente a mi corazón, hará
posible mi transformación en el amor, y así, convencido y entusiasmado por este
amor, podré llevarlo a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros de estudio o de
trabajo.
«Sigue luchando en la meditación, aunque te cueste, aunque te sientas sumergido
en la sequedad; en esos momentos difíciles actúa tu fe y la humildad diciendo como
los Apóstoles, que eran incapaces de rezar: Señor, enséñanos a orar»
( Cristo al centro , n. 1731).
.