COMPARTIENDO EL EVANGELIO
Reflexiones de Monseñor Rubén Oscar Frassia
(Emitidas por radios de Capital y Gran Buenos Aires – ciclo 2012)
30 de septiembre de 2012 – 26º domingo durante el año.
DÍA BÍBLICO NACIONAL
Evangelio según San Marcos 9, 38-43.45.47-48 (ciclo B)
Juan dijo a Jesús “Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y
tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros” Pero Jesús les dijo ‘No se lo
impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el
que no está contra nosotros, está con nosotros. Les aseguro que no quedará sin recompensa
el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si
alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él
que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti
ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos
manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo,
porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al infierno. Y si
tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en
el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el
fuego no se apaga’”
En este Evangelio encontramos dos afirmaciones importantes. La primera es que los que están
con Cristo, con el Señor, “aunque no sean de los nuestros”, también están trabajando por el
Evangelio. Esto quiere decir que ninguno de nosotros tiene propiedad absoluta sobre la
Palabra de Dios y mucho menos sobre Dios mismo. Por eso es importante saber que a Dios
nunca lo vamos a monopolizar, o a atrapar, o a secuestrar, por así decirlo, porque Dios es
totalmente libre y absoluto. Somos nosotros los que tenemos que entender y ponernos en
camino para escuchar, para responder, para rectificar, para modificar, para cambiar o para
vivir internalizando las cosas que el Señor nos dice.
En segundo lugar, vemos una serie de ejemplos útiles para darnos cuenta que tenemos que
cuidar la fe nuestra y la fe de los pequeños, de no “escandalizar a los pequeños”, porque no
tenemos derecho de quitar a nadie la inocencia de su vida, la inocencia de su bondad, de su
presente y de su futuro.
Luego vemos otra serie de ejemplos para quedarse en el Señor, para ser fieles en el Señor.
Para permanecer en el Señor es necesario tomar decisiones que, a veces, implica hacer ciertas
cirugías simbólicas, espirituales o morales, en nuestra vida. ¡Que nada ni nadie nos separe de
Cristo!; ni la mirada, ni las manos, ni los pies, ni nada por el estilo para que no sea una ocasión
que se ponga a la par y que sea igual a Aquel de quien nos va a separar. Porque en nuestra de
vida de fe, en nuestra vida cristiana, es necesario el trabajo espiritual para permanecer, para
perseverar y para serle fiel.
Quien piense que uno será cristiano y se reduce a sólo aquello que siente, o que tiene ganas de
¡Que nada ni nadie nos separe de Cristo!
hacer, ese no va a tener un largo trecho porque va a aquedar empantanado en la mitad del
camino. Es importante que en la vida cristiana nos demos cuenta que, buscando el bien y
buscando al Señor, tendremos que luchar y trabajar para que nada ni nadie nos impida ser
fieles al Señor en lo personal, en lo comunitario, en lo ejemplar, en lo eclesial y en lo social. El
trabajo espiritual es una tarea que debemos realizar todos los días. Y para que tengamos la luz
y el alimento, es importante tener contacto con la Palabra de Dios. Porque quien tiene
contacto con la Palabra de Dios no queda ni permanece en la ignorancia.
Queridos hermanos, tengamos gusto y ánimo de seguir trabajando en el Señor, por el Señor y
por la Iglesia. Que nada ni nadie se atreva a impedírnoslo. Les dejo mi bendición en el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén