“NO CONVIENE QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO, VOY A HACERLE UNA
AYUDA ADECUADA”, “UNA SOLA CARNE”, “HUESO DE MIS HUESOS,
CARNE DE MI CARNE”. “TU ESPOSA COMO UNA VID FECUNDA... TUS
HIJOS COMO RENUEVOS DE OLIVO”, “DESDE EL PRINCIPIO DE LA
CREACIÓN”, ESTO ES, AL PRINCIPIO NO ERA ASÍ, “DIOS LOS HIZO
VARÓN Y MUJER”.
Reflexión desde las Lecturas del Domingo XXVII Ciclo B
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. UNIDOS A CRISTO Y APOYADOS EN SU GRACIA LOS
MATRIMONIOS PUEDEN SER FIELES AL PLAN DE DIOS
Todo aquello que configura la vida de cada persona no es ajeno al seguimiento de
Cristo. Es lo que sucede con la realidad del matrimonio que encontramos en el
evangelio del domingo vigésimo séptimo (Mc 10,2-16). En realidad, al rechazar el
divorcio lo que hace Jesús es remitir al proyecto originario de Dios (1ª lectura: Gen
2,18-24). Él viene a hacer posible la vivencia del matrimonio tal como el Creador lo
había pensado y querido, “desde el principio de la creacin”.
La Buena Noticia que es el evangelio abarca a toda la existencia humana. También el
matrimonio. Pero, como siempre, Cristo va a la raíz. No se trata de que el evangelio
sea más estricto o exigente. “Si Moisés les dio esta prescripcin fue debido a la
dureza del corazn de ustedes”, es decir, como mal menor por el pecado y sus
consecuencias.
Cristo manifiesta que los matrimonios pueden vivir el plan de Dios porque viene a
sanar al ser humano en su interior, viene a dar un corazón nuevo. Cristo viene a
hacerlo nuevo. Al renovar el corazón del hombre, renueva también el matrimonio y la
familia, lo mismo que la sociedad, el trabajo, la amistad... todo. En cambio, al margen
de Cristo sólo queda la perspectiva del corazón duro, irremediablemente abocado al
fracaso. Sólo unidos a Cristo y apoyados en su gracia los matrimonios pueden ser
fieles al plan de Dios y vivir a la verdad del matrimonio: ser uno en Cristo Jesús.
“Carne” en sentido bíblico no se refiere sólo al cuerpo, sino a la persona entera bajo el
aspecto corporal. Por tanto, “ser una sola carne” indica que los matrimonios han de
vivir una unión total: unión de cuerpos y voluntades, de mente y corazón, de vida y de
afectos, de proyectos y actuaciones... Jesús insiste: “ya no son dos”. La unión es tan
grande que forman como una sola persona. Por eso el divorcio es un desgarrón de uno
mismo y necesariamente es fuente de sufrimiento. Pero, por lo dicho, se ve también
que un matrimonio vive como divorciado, aunque no haya llegado al divorcio de
hecho, si no existe una profunda unión de mente y corazón entre los esposos.
2. PRIMERA LECTURA
El hombre no agota su vocación dominando la materia y la vida. El hombre ha sido
hecho para amar, para encontrar al “otro”, para comunicar vida. Y lo que el hombre
descubre en la mujer no es más que otro “ él mismo”: “hueso de mis huesos, carne de
mi carne”. Considerada como “una ayuda adecuada”, la mujer es creada para sacar
al hombre de su propia soledad, proporcionándole comunión. Para unirse a su mujer,
el hombre no duda en abandonar su familia; es ya el misterio del otro lo que le atrae y
lo llama a salir de sí mismo.
Lectura del libro del Génesis, 2,4:7. 18-24
Cuando el Señor Dios hizo el cielo y la tierra, modeló al hombre con arcilla del
suelo, y dijo: “No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda
adecuada”. Entonces el Seor Dios model con arcilla del suelo a todos los
animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver
qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le
pusiera el hombre. El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a
todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no
encontró la ayuda adecuada. Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un
profundo sueño, y cuando éste se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con
carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor
Dios form una mujer y se la present al hombre. El hombre exclam: “Ésta sí que
es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido
sacada del hombre”. Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su
mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.
Palabra de Dios.
3. GÉNESIS
El nombre Génesis, proviene de la versión de los LXX, y alude a su contenido sobre
el origen del mundo y de la humanidad. Entre los hebreos palestinenses, este primer
libro del Pentateuco era llamado Beresit (“al principio”), que es la primera palabra del
texto hebreo. En este libro se trata de narrar los orígenes del pueblo hebreo, y, como
preámbulo a la historia de la elección de los patriarcas, se da la prehistoria del mismo,
enlazando tradiciones y recuerdos en torno a determinados personajes primitivos hasta
llegar al primer hombre. Y, como introducción al origen del hombre, se describe el
origen del universo y de todos los seres de un único Dios Creador. Así, pues, el libro
comienza con la creación del cosmos, para terminar con la muerte de José, que cierra
la serie patriarcal.
El libro se divide en dos partes netas, del capítulo 1 -11, el origen del mundo y
prehistoria de la humanidad y del capítulo 12 al 50 la elección e historia de los
patriarcas.
A la vista de este esquema, aparece claro que el autor sagrado no pretende
presentarnos un relato completo de los orígenes de la humanidad ni del pueblo de
Israel, sino destacar los sucesos y personajes más importantes, que, al decir de
Agustín de Hipona, son como los hitos que marcan el curso seguido por las promesas
de salvación a través de las edades de la historia humana.
Este primer libro de la Biblia es sumamente rico en enseñanzas religiosas, que son la
base de la teocracia hebrea. Se presenta a un Ser supremo, creador de todas las cosas,
obrando conforme a sus atributos de omnipotencia, sabiduría, justicia, santidad y
verdad. Dios no sólo creó al hombre, sino que tuvo particular providencia de él,
colocándolo en el paraíso y dándole una “ayuda semejante a él.” Dios creó al hombre
dotado de libertad; por eso le somete a una prueba, de forma que quiere acepte
voluntariamente su servidumbre.
4. TODO PARECE QUE ES PERFECTO, PERO FALTA ALGO, EL
HOMBRE, A PESAR DE QUE VIVE EN UN PARAÍSO, ESTE NO
PUEDE SER FELIZ.
El autor sagrado, siguiendo su método descriptivo e insinuante, finge en Dios un
momento de reflexión. Todo parece que es perfecto, pero falta algo en su obra, pues el
hombre, a pesar de que vive en un paraíso, este no puede ser feliz, pues necesita de
una ayuda que le complete y con la que pueda comunicarse. El autor, profundo
conocedor de la psicología humana, pone aquí de relieve misteriosas tendencias en la
naturaleza humana, la atracción de los sexos, el complemento sexual y la vocación del
hombre hacia la convivencia unida con la parte femenina En el capítulo anterior, el
autor decía simplemente que Dios había creado al hombre en su doble manifestación
sexual de “macho y hembra los creo.” La integridad de la naturaleza y la necesidad
de la procreación exigían esta diversidad como en los demás animales. Pero ahora el
autor sagrado quiere enseñar otras verdades, como el origen divino del matrimonio y
la igualdad sustancial de la mujer y el hombre, y así presenta una parábola en acción,
en la que los diversos elementos o protagonistas entran en escena en conformidad con
las exigencias de las ideas a expresar. Así, lo primero que quiere el autor sagrado
poner de relieve es esa tendencia misteriosa del hombre hacia la mujer, sin la que no
encuentra felicidad. Esta idea queda bien clara al decir que Dios le presentó todos los
animales para que los reconociera como suyos y les pusiera nombre en señal de
dominio sobre ellos ; “Entonces el Seor Dios model con arcilla del suelo a todos
los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los present al hombre”. La
escena es, sin duda, ficticia, pero expresa bien a las claras que el hombre no encuentra
en ellos el complemento que exige su naturaleza, la compañía ansiada, la “ayuda
semejante a él.” Los psicólogos hablan del eros, de la libido, como fuerzas ocultas
que existen en la subconsciencia humana. El autor sagrado sabe también que existe
esa fuerza misteriosa en el hombre hacia la mujer, y en este relato pintoresco presenta
al hombre inquieto y desasosegado hasta que encuentra su complemento. Dios mismo,
que ha constatado que falta algo en su obra; “No conviene que el hombre esté solo” ,
y va a llenar el vacío que colme el corazón del varón. Para que quisiera a su futura
compañera (ayuda semejante a él), la saca de su mismo cuerpo. Y vendrán a ser los
dos una sola carne. ¿Podemos concebir una explicación más plástica y realista del
amor conyugal?
5. “NO CONVIENE QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO”.
Este capítulo 2 del libro del Génesis, nos muestra al hombre creado por Dios, en la
soledad de los comienzos. “Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy
bien”, no obstante, luego vio al hombre y reflexionó; “No conviene que el hombre
esté solo”. Los animales, con toda la variedad de sus especies, no están en condiciones
de colmar el vacío existencial del hombre. Este ejerce sobre ellos discernimiento y
autoridad, determinando sus funciones en la tierra, pero no son “ semejantes a él” . La
creación de la mujer a partir de la parte del hombre considerada más noble -el tórax,
sede del corazón- está presentada con elementos comunes a otras mitologías del
Oriente medio. El sueño que cae sobre el hombre es extraordinario; “Entonces el
Seor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueo” y es preludio de la obra
extraordinaria que El Señor va a realizar.
“El Seor Dios form una mujer y se la present al hombre”. Dios presenta la mujer
creada al hombre, del mismo modo que al comienzo le había presentado los
animales; “Entonces el Seor Dios model con arcilla del suelo a todos los animales
del campo y a todos los pájaros del cielo, y los present al hombre”, pero el resultado
es muy distinto. El hombre reconoce en la mujer a una criatura igual a él en dignidad
y “El hombre exclam: “Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se
llamará Mujer”. Está unido a ella con un vínculo más fuerte que con cualquier otro
ser, para estrechar el cual hasta las relaciones con los padres se transforman; “Por eso
el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser
una sola carne” . El hombre y la mujer han sido creados para ser una sola cosa. El
nombre de mujer, que el hombre da a la criatura plasmada a partir de su costilla,
expresa la identidad de naturaleza entre los dos y la diversidad de sus tareas. De este
modo es como manifiestan la imagen y la semejanza del Dios creador; “ Y dijo Dios:
Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los
peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas
terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra”. (Gn 1,26).
6. SALMO
El Salmo 127 que nos trae la liturgia de hoy, es un canto a la felicidad doméstica de
quien teme al Señor: ¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del
fruto de tu trabajo…. Tu esposa como una vid fecunda... Tus hijos como renuevos de
olivo... Que te bendiga el Seor desde Sin…. que veas a los hijos de tus hijos. Paz a
Israel.
Sal 127,1-6
R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como
retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde
Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
¡Y veas a los hijos de tus hijos! ¡Paz a Israel! R.
7. FELICIDAD DEL JUSTO.
Este breve poema tiene un fondo sapiencial, como el anterior, (parece continuación y
conclusión del salmo anterior) si bien resalta en él un carácter marcadamente
placentero. Se declara bienaventurado al que sigue las normas de la justicia divina,
disfrutando de su trabajo y viéndose rodeado de numerosa sucesión y aun lejana
descendencia. En el salmo anterior, Salmo 126, se citaba que los esfuerzos humanos
sin Dios son estériles, y reza que no se fatiguen para ganar el pan, porque Dios se los
da a sus amigos mientras duermen, y numerosos hijos como herencia o salario;
cuando él colma a su amado mientras duerme la herencia del Señor son los hijos,
recompensa el fruto de las entraas” (Salmos 126, 2,3). En este salmo es todo lo
contrario, pues ahora felicita al hombre que tiene en cuenta a Dios. También se
proclama y se contempla la satisfacción del que, por haber actuado bien y fielmente,
honra al Señor y sigue sus caminos; “Feliz el que teme al Seor y sigue sus
caminos”, por tanto ha conseguido hermosas bendiciones divinas tales como trabajo
fructífero y sustento asegurado, prosperidad; “Comerás del fruto de tu trabajo, serás
feliz y todo te irá bien”, y tendrá además una esposa fecunda e hijos numerosos como
brotes de un olivo: “Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoos de olivo alrededor de tu mesa”. En otra palabras, la felicidad
total.
8. LA PROSPERIDAD DEL QUE TEME A DIOS.
El “temor de Dios” es el principio de la sabiduría; “El temor de Dios es el principio
de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instruccin”. (Proverbios 1,7),
porque amoldando la conducta a las exigencias de la ley divina se consigue la
bendición del Señor Todopoderoso. El salmista insiste en esta idea, tan recalcada en
los escritos sapienciales. El ideal de la doctrina de la mayor parte de los libros
sapienciales del A.T., proclama que debe disfrutarse de los bienes que Dios otorga de
modo moderado, teniendo en cuenta que cualquier exceso es duramente castigado por
la justicia divina.
La senda de la ley del Señor lleva a la felicidad: “Ahora pues, hijos, escuchadme,
dichosos los que guardan mis caminos”. (Proverbios 8,32) , pues el justo tiene
asegurada larga vida bajo la protección del Señor Todopoderoso; el trabajo de sus
manos no será usufructuado por sus enemigos, sino que, al contrario, el premio a su
laboriosidad será el disfrute honesto del mismo; y así, su vida se desarrollará plácida y
tranquila, rodeado de numerosa descendencia. Sus hijos serán como brotes de olivo
que se enrollarán al tronco familiar, formando una escolta de honor en torno a la mesa
del hogar: “tus hijos, como retoos de olivo alrededor de tu mesa”. El olivo es
símbolo de vitalidad y de vigor.
Pero esta felicidad familiar debe tener una proyección social y aun nacional; por eso,
el salmista piensa en la prosperidad de la ciudad santa, donde mora el Señor. Todo
israelita debe pensar siempre en la suerte de su nación, que está vinculada a su Dios
por una alianza: la prosperidad familiar debe ser un reflejo de la prosperidad general
de la colectividad nacional y de la propia capital de la teocracia: “Alabad al Seor,
porque es bueno el Señor, salmodiad a su nombre, que es amable. Pues el Señor se
ha elegido a Jacob, a Israel, como su propiedad” (Salmos 134, 3). Por eso, la
descendencia del israelita está vinculada a la suerte de la nación: la paz sobre Israel.
Este pensamiento final colectivo sirve para que el salmo pueda ser cantado por los
peregrinos que se acercan jubilosos a la ciudad santa.
Somos responsables ante Dios de todo lo que hagamos y digamos y de todo lo que
dejemos de hacer y de decir. No se trata de tener miedo a Dios, pero sí de “trabajar
con temor y temblor por nuestra salvacin” (Fil 2,12). El Temor de Dios, es amor a
Dios, por eso hoy cantamos muy alegres: ¡Feliz quien ama al Señor! Que el Señor
nos bendiga todos los días de nuestra vida”
9. SEGUNDA LECTURA
En tiempos de Jesús se pensaba que los ángeles regían el cosmos y el destino del
hombre aquí abajo. En cambio, el hombre moderno no hace intervenir a los ángeles en
su comprensión de las leyes del universo, pero está convencido que una cierta
comprensión de estas leyes mantiene la humanidad en un estado de alienación. Para
salvar al hombre de sus alienaciones, el Salvador debía estar necesariamente; “por
poco tiempo debajo de los ángeles”, a fin de asumir totalmente la condición humana,
viniendo a ser así el hermano de una muchedumbre
Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9-11
Hermanos: A Aquél que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles, a Jesús,
ahora lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte que padeció.
Así, por la gracia de Dios, El experimentó la muerte en favor de todos. Convenía, en
efecto, que Aquél por quien y para quien existen todas las cosas, a fin de llevar a la
gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por medio del sufrimiento, al jefe
que los conduciría a la salvación. Porque el que santifica y los que son santificados,
tienen todos un mismo origen. Por eso, Él no se avergüenza de llamarlos hermanos.
Palabra de Dios.
10. HEBREOS
La Carta a los Hebreos, es un escrito de gran importancia doctrinal, y a él se presta
hoy mucha atención por teólogos y exegetas. Está dentro del “canon” de libros
inspirados y consta históricamente que pertenece a la época apostólica. Pero ¿quién
fue su autor? Tradicionalmente, durante siglos, ha venido atribuyéndose a Pablo; sin
embargo, a partir ya de principios del siglo XIX, esta paternidad paulina ha sido
fuertemente discutida. Desde luego, comparada a las otras cartas paulinas, es éste un
escrito singular, cuyas diferencias saltan a la vista. Nada de saludo inicial, nombrando
autor y destinatarios, como en las otras cartas de Pablo; todo presenta más bien
aspecto de tratado teológico o de exposición homilética, a excepción del último
capítulo, único que tiene tono de carta. También el modo de citar la Sagrada Escritura
es del todo característico por la forma como se introduce la cita. Por lo que toca a las
ideas, no es difícil hallar pasajes paralelos en las otras cartas paulinas; pero, incluso en
esto, se nota un modo característico de presentar esas ideas. El modo propio como nos
habla esta carta, hace pensar a muchos eruditos que la carta a los Hebreos no ha
podido ser escrita por Pablo, al menos de modo directo. No obstante esta explicación
inicial, en cuanto a unos de los propósitos de la carta, parece claro que el autor trata de
animar a los destinatarios a que permanezcan firmes en la fe que han abrazado, sin
desanimarse ante las persecuciones.
Evidentemente, la figura central en torno a la cual gira todo el escrito es la persona de
Jesucristo, cuyos principales atributos se hacen resaltar de modo solemne en el
comienzo mismo de la carta. Creemos que en esos versículos queda ya enunciada la
idea básica que dirige toda la exposición, es a saber, especie de confrontación entre la
Antigua Alianza y la Nueva, haciendo resaltar la inmensa superioridad de
ésta: “Muchas veces y de muchos modos habl Dios en el pasado a nuestros Padres
por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del
Hijo a quien instituy heredero de todo, por quien también hizo los mundos”
(Hebreos 1,1-2)”
11. JESUS NO SE AVERGÜENZA DE LLAMARNOS HERMANOS
La carta a los Hebreos presenta la persona de Jesús y su misión, sacando a la luz sus
características únicas. Jesús es el Hijo y su dignidad no es comparable a la de ningún
otro ser. El autor de la carta lo demuestra desarrollando en particular la comparación
con los ángeles, a los que ciertos medios judíos reconocían un papel de mediación
entre Dios y los hombres. Jesús, en cuanto hombre y tras haber renunciado a las
prerrogativas divinas ; “El cual, siendo de condicin divina, no retuvo ávidamente el
ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo
haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se
humill a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Flp 2,6-8), se
encuentra en una condición inferior respecto a la de los ángeles; “por poco tiempo
debajo de los ángeles” ;sin embargo, en virtud de la pasión y de la resurrección, vive
ahora glorioso para siempre y se le tributa todo honor; “a Jesús, ahora lo vemos
coronado de gloria y esplendor”. Precisamente por el sufrimiento y la muerte que ha
padecido, “a causa de la muerte que padeci”, obedeciendo al Padre, Jesús se ha
convertido en fuente de salvación para todos. El, por quien todo ha sido creado y en
quien todo subsiste; “Todo lo sometiste debajo de sus pies. Al someterle todo, nada
dejó que no le estuviera sometido. Mas al presente, no vemos todavía que le esté
sometido todo” (Hebreos 2, 8), ha compartido la condición histórica del hombre y,
llevando a cumplimiento en sí mismo su vocación, se ha convertido en guía
autorizado de la humanidad en el camino de retorno al Padre. “Convenía, en efecto,
que Aquél por quien y para quien existen todas las cosas, a fin de llevar a la gloria a
un gran número de hijos”, Jesús cumple, por consiguiente, las condiciones de la
mediación sacerdotal: autoridad ante Dios en virtud de su obediencia salvífica;
compartimiento de la naturaleza humana marcada por el límite y por el
sufrimiento; “perfeccionara, por medio del sufrimiento”. Jesús no pierde a ninguno
de los que el Padre le ha dado, y “los conduciría a la salvacin . Porque el que
santifica y los que son santificados, tienen todos un mismo origen” . Jesús, es Hijo de
Dios y hermano de todos los hombres “por eso, Él no se avergüenza de llamarlos
hermanos”.
12. EVANGELIO
Abordando aquí la cuestión del divorcio, el Maestro recuerda que el Creador los hizo
hombre y mujer y que la tendencia más profunda del amor, inscrita en la naturaleza de
las cosas es la indisolubilidad. En el matrimonio el ideal del Creador es la unión
perpetua del hombre y la mujer. El hombre y la mujer, tienen, en materia de amor, los
mismos derechos y las mismas obligaciones. Así la aventura conyugal es presentada
como uno de los terrenos privilegiados donde toma cuerpo la venida del Reino, por
tanto, que ella sea vivida en fidelidad a la iniciativa original del Creador.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos Mc 10, 2-16
Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta
cuestin: “Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?” Él les respondi: “Qué es
lo que Moisés les ha ordenado?” Ellos dijeron: “Moisés permiti declaracin de
divorcio y separarse de ella”. Entonces Jesús les respondi: “Si Moisés les dio esta
prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio
de la creacin, “Dios los hizo varn y mujer”. “Por eso, el hombre dejará a su padre
y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne”. De manera que ya no son
dos, “sino una sola carne”. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”.
Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. Él
les dijo: “El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra
aquélla; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete
adulterio”.
Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los
reprendieron. Al ver esto, Jesús se enoj y les dijo: “Dejen que los nios se
acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son
como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no
entrará en él”. Después los abraz y los bendijo, imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor
13. JESÚS FUE A LA REGIÓN DE JUDEA Y AL OTRO LADO DEL
JORDÁN.
Después de una breve indicación geográfica, san Marco recoge la escena en que
algunos fariseos” ”Se acercaron a Jesús” y le preguntan, tentándole, “para
ponerlo a prueba” sobre la licitud del divorcio. Era tema discutido en las escuelas
rabínicas. A San Marcos le interesa enseñar la absoluta indisolubilidad del matrimonio
como también en otras ocasiones señalan los evangelistas, intentan tender una trampa
a Jesús para demostrar su culpabilidad como violador de la ley y para el presente caso,
le plantean la cuestión de la posibilidad del divorcio
San Marco trae como propio las preguntas que sobre el tema le hacen los discípulos en
casa. Igualmente plantea el divorcio desde el punto de vista de la mujer derecho
greco-romano , que también estaba algún tanto en uso, mientras que san Mateo se
atiene a la iniciativa del hombre, conforme a la ley judía.
14. ¿ES LÍCITO AL HOMBRE DIVORCIARSE DE SU MUJER?
Como ya sabemos, los fariseos se caracterizaban por su rigor y austeridad en el
cumplimiento de la letra de la ley y en la atención a los aspectos externos de los
preceptos religiosos se acercaron a Jesús para ponerlo a prueba, entonces le
preguntaron: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?” . Cuando hablamos de
algo lícito, es porque esta permitido por la ley, pero aquí esta pregunta la orientación
es, si es justo desde el punto de vista de la razón o de la moral, la pregunta es hecha de
manera queriendo obligar a Jesús a que opine sobre esta disputa que permitía el
divorcio literalmente por cualquier razón o causa, o sólo por causa de adulterio.
“Qué es lo que Moisés les ha ordenado?”. La contra pregunta de Jesús pone de
manifiesto que las prescripciones de la Ley de Moisés no constituyen el principio
absoluto, sino una derogación de la más importante ley originaria de la creación,
derogación motivada por la dureza del corazón de los hombres; “Si Moisés les dio esta
prescripcin fue debido a la dureza del corazn de ustedes”, reiteradamente
desobedientes a los mandamientos divinos.
Con todo, Jesús afirma categóricamente sobre lo indisoluble del vínculo matrimonial,
revalidando la dignidad del matrimonio, rechazando la teoría del repudio, y restaura el
derecho en su sentido original, sin dejar de recordar que Moisés les permitió
divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazn”, pero además deja en claro
que; “desde el principio de la creacin”, Esto es, al principio no era así y luego
destaca que; “Dios los hizo varn y mujer”.
15. UN AMOR PARA SIEMPRE
El amor que nos prometemos al casarnos, es un amor para siempre, de lo contrario no
estaríamos siendo honestos y sinceros, por tanto el amor tampoco seria verdadero.
Como humanos, por lo general somos inconstantes, y tenemos facilidad para el
cambio, en especial con el carácter de persona, y esta forma de ser voluble, es una
amenaza para la permanencia del amor. Entonces la intervención de Dios en nuestra
unión como esposos, es garantía de indisolubilidad de este sacramento. Esta es una
obra de la creación, es obra de Dios, en la que los hombres no podemos intervenir.
Sin embargo, muchas veces conscientes que la unidad y la indisolubilidad del
matrimonio son dos cualidades establecidas por Dios, se le exige intervención a la
Iglesia e incluso se le hace ver que es demasiado terca, firme, perseverante o
excesivamente tenaz en este propósito, pero con lo que nos dice Jesús, significa que ni
la misma Iglesia puede intervenir, por tanto, lo que debemos comprender que lo que
esta haciendo es ser fiel a lo mandado por Dios.
16. EL QUE SE DIVORCIA DE SU MUJER Y SE CASA CON OTRA
COMETE ADULTERIO
Por otra parte, Jesús, no está contra la ley de Moisés. Con todo, en los puntos en que
se distancia de ella lo hace para volver a poner en primer plano la voluntad de Dios tal
como se manifestó en el acto creador. Esto es lo que da su sentido a las citas del
Génesis; “ pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho
y hembra los cre”. (Génesis 1,27) y la otra cita de la lectura de hoy; “Por eso el
hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una
sola carne” (Gn 2,24): el hombre y la mujer han sido creados con una diferenciación
sexual masculina-femenina, pero están llamados a la unidad en la complementariedad,
en la unión inseparable, que tiene que ver con todo su ser personal.
Jesús quiere devolver a la ley divina, su primitivo vigor, y dice: “El que se divorcia
de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquélla; y si una mujer se
divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio”.
Es cierto que muchas veces el matrimonio no es algo fácil, en otras palabras tiene su
cruz y en ocasiones muy pesada, más aún si se mira como algo del cuerpo y de sus
instintos, o relacionado con ellos, esto es carnal, pero si al contrario, si lo miramos con
algo más de espíritu, y tomamos conciencia de que es un gran sacramento,
descubriremos la riqueza del matrimonio.
17. NO TODOS ENTIENDEN ESTE LENGUAJE
“Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre
esto”. La enseñanza dispensada a los discípulos cuando regresaron a la casa, acentúa
la afirmación del carácter inescindible del vínculo matrimonial y, poniendo en el
mismo plano de responsabilidad al hombre y a la mujer, subrayando la validez del
mandamiento; “no cometerás adulterio” (Ex 20,14), cuyo cumplimiento vino a
proclamar Jesús; “No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he
venido a abolir, sino a dar cumplimiento”. (Mt 5,17).
Y así Jesús no aprobó la conclusión de no conviene casarse, “¿Puede uno repudiar a su
mujer por un motivo cualquiera ?..... Lo que Dios uni no lo separe el hombre.”
(Mateo 19, 3-6) y alaba la castidad consagrada, entonces responde: “No todos
entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido”. (Mateo 19,11 )
En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre;
otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse
a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!.(Mateo 19,12)
Esta es una invitación a la continencia perpetua a los que quieran consagrase
exclusivamente al Reino de Dios, pero este ideal no es válido para todos, sino para
aquellos a los Dios llama a tal estado y que tienen una firme voluntad de guardarla.
Entonces nosotros tenemos que saber cual es el estado de vida que Dios nos ha
señalado en el puesto que hemos de servir, sea este el camino del matrimonio
cristianos, o la soltería o la virginidad consagrada.
18. DEJEN QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ
El relato evangélico prosigue presentando un encuentro de Jesús con los niños; “Le
trajeron entonces a unos nios para que los tocara”. A la actitud intolerante y hostil
de los discípulos; “pero los discípulos los reprendieron” y se opone la actitud
acogedora y cálida de Jesús. Los discípulos ven cómo Jesús les reprocha su dureza
contra quienes ocupaban de modo decidido uno de los peldaños más bajos de la escala
social de aquel tiempo; “Al ver esto, Jesús se enoj y les dijo: “Dejen que los nios
se acerquen a mí y no se lo impidan”. Se capta la intención del evangelista, que no es
otra que comunicar a la comunidad cristiana una enseñanza que Jesús repite
constantemente: el que no tiene pretensiones, el que es considerado incapaz o indigno
por su aparente poquedad, ése es quien está en mejores condiciones para acoger,
mejor que los llamados poderosos, el Reino de Dios; “porque el Reino de Dios
pertenece a los que son como ellos”.
Era costumbre bendecir los niños por los jefes de la sinagoga, los Judío tenían por
costumbre presentar sus hijos a los rabinos, de ellos los niños recibían la bendición
con imposición de las manos. Lo mismo que los hijos y discípulos se hacían bendecir
por sus padres y maestros. Así fue, como la gente trajo sus hijos para que Jesús les
impusiera las manos, pues veían en Jesús la facultad de realizar milagros o actos
extraordinarios. En ese momento Jesús estaba enseñando, y los apóstoles no miraron
con buenos ojos este proceder de los padres y los niños, entonces ellos reprendieron a
los muchachos, quizás pensaron que molestarían al Maestro, también los niños deben
haber actuado como son hasta hoy, donde ellos ven cariño, se acercan con mucha
confianza.
La imposición de manos, si les evocaba la bendición de Jacob sobre sus hijos (Gen
48:14), también podríamos pensar en su necesidad para un efecto prodigioso, como la
hemorroísa.
19. EL REINO HA DE RECIBIRSE COMO LOS NIÑOS LO RECIBEN.
Conforme a las ideas del medio ambiente, no se refiere tanto a la inocencia como a lo
casi nada que para un judío significaba un niño. Frente al orgullo y exigencia
farisaicos, el reino es simple don del cielo.
Si los apóstoles querían impedir su acceso a él, aparte de lo que podría haber de
alboroto por acercarlos a Jesús, podrían pensar el que eran niños: cosa sin gran valor
para un judío.
Cuando veamos a los niños acercarse al presbiterio, dejémoslo, “no se lo impidan”,
esa confianza que a ellos les inquieta se les confirma en el corazón, la presencia de
Cristo en el altar, allí está su cuerpo y sangre en cada eucaristía, aún más invitemos a
los niños al sagrario, digámosle que es el tabernáculo, enseñemos a nuestros
muchachos a orar, a hacer sus plegarias frente al santísimo, acostumbremos a nuestros
niños a ofrecer sus oraciones por ellos y por sus familia al Señor Sacramentado, es
justo eso lo que Jesús no esta pidiendo, “Dejen que los nios se acerquen a mí y no
se lo impidan” “porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos”.
20. LA SENCILLEZ DE CORAZÓN ES RECLAMADA CON
INSISTENCIA
Jesús no solo quiere demostrarnos su gran amor por nuestros niños, en los Evangelios
la sencillez de corazón es reclamada con insistencia, la limpieza y la humildad e
espíritu es un requisito indispensable para llegar al Reino de los Cielos y Jesús quiere
que todos lleguemos, por esa razón nos invita a ser como niños, por que en ellos las
virtudes no están contaminadas, siempre esta presente la docilidad, y la buena
disposición.
Cuando un niño asiste a una catequesis, oye, presta atención, pregunta y lleva a su
corazón lo aprendido y lo hace con sencillez, es así, como Jesús ve en los niños el
prototipo de sus discípulos, igual como los niños abren sus corazón, sin
contradicciones al espíritu, sin juzgar el plan Salvador de Dios, así quiere nuestra
disposición a oír los Evangelios.
Fomentemos en nosotros y nuestros niños las virtudes de los infantes, inocencia,
sencillez de corazón, sinceridad, credibilidad, docilidad y buena disposición,
especialmente para descubrir en los Evangelios el camino para participar en la
pertenencia del Reino de los Cielos.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
XXVII Domingo Ciclo B
El Señor les Bendiga, Cristo Jesús, viva en nuestros corazones
Publicado en este link: PALABRA DE DIOS
Fuentes Bibliográficas: Biblia Nácar Colunga y Biblia de Jerusalén
Algunos conceptos están tomados de los comentarios a los Evangelios por Manuel de Tuya, O. P.
Biblia Comentada, Adaptación Pedagógica: Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teol.
Lectura de la Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.)
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
www.caminando-con-jesus.org
caminandoconjesus@vtr.net