Lectio Divina: 27º Domingo De Tiempo Ordinario B
Autor: P. Chuno, C.M.
Tabla de contenidos de este artículo
Ambientación:
Oración inicial
1. Lectio: ¿Qué dice el texto?
2. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
3. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
4. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Oración final
LA PALABRA HOY: Génesis 2,18-24; Salmo 127; Hebreos 2,9-11; Marcos
10,2-16
Ambientación: Al centro la Biblia, un Cirio grande, dos pequeños a cada lado y dos
anillos matrimoniales como expresión de la mutua fidelidad.
Cantos sugeridos: Amar es entregarse; Si yo no tengo amor
Ambientación:
Las palabras de Jesús que hoy vamos a escuchar: “Lo que Dios ha unido no lo
separe el hombre”, nos están hablando de una fidelidad sostenida por el amor, no
por contratos ni por la ley. Es una enseñanza que se dirige al corazón humano, lo
que exige volver a ser como niños, abiertos a la novedad del Reino.
Oración inicial
Dios Padre eterno,
Tú que has hecho al hombre y a la mujer
para que se unieran
siendo los dos una sola carne,
para que viviendo el uno para el otro,
se santificaran en el amor mutuo.
Tú que los hiciste
para que en mutua complementariedad
realizaran tu proyecto de amor,
y que los uniste hasta que la muerte los separe,
te pedimos nos ayudes a comprender
tus motivaciones y tu intención
al unir el hombre y la mujer para siempre,
para que nadie separe lo que Tú has unido.
Danos la gracia de valorar el don del matrimonio
y así comprender tu voluntad original
buscando hoy vivir como Tú nos pides.
Que así sea.
1. Lectio: ¿Qué dice el texto?
Mc 10, 2-16
Motivación: La unión matrimonial no es signo encerrado en sí mismo en la
búsqueda egoísta de la propia felicidad, sino que Jesús lo hace signo del Reino de
Dios, signo de entrega y de donación. La felicidad plena del ser humano está en
cumplir la voluntad de Dios. Escuchemos.
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Quiénes interpelan a Jesús? ¿Qué le preguntan?
¿Qué dice Jesús respecto a lo que ordenó Moisés?
¿Qué les dice a sus discípulos sobre la misma cuestión? ¿Cuál es el proyecto
original dado por Dios desde la creación?
¿Qué condiciones pone Jesús para entrar en el Reino de Dios?
¿Qué quiere decir “recibir el Reino de Dios como un niño?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 19,1-9; Gn 1,27; Gn 2,24; Dt 24,1;
Mt 5,32; Lc 16,18.
2. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: Acoger la soberanía de Dios sobre todo lo creado es entender nuestra
vida no desde las normas humanas ni desde las convenciones sociales, sino desde
la ley de Dios. Esta ley no es arbitraria ni caprichosa: está fundada en su amor
creador. Sólo desde este amor se puede vivir la exigencia del Reino.
¿Cuál es la intención original del Dios, su proyecto de amor para el matrimonio,
cuando dijo que: “el hombre dejará a su padre y a su madre, para unirse con su
esposa y serán los dos una sola carne”? ¿Qué pretende, qué busca con eso?, ¿cuál
es el valor que transmite?
¿Qué implica para una pareja ser “una sola carne”? ¿Qué importancia tiene esto
para la vida familiar?
Siguiendo la comparación, ¿Cuáles son nuestras infidelidades del corazón? ¿Qué
nos lleva a ser infieles?
¿Cuál es la actitud y la disposición que pide el Señor al decir: “el Reino de Dios es
de los que se parecen a los nios”; ser como nios, ¿en qué, cmo, de qué manera,
con qué actitudes?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
3. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: En el diálogo con Dios comprendemos lo mucho que nos falta para
llegar a ser como niños, para vivir completamente entregados en su amor. Su
fidelidad y su ternura son bendición para nuestra vida y modelo de nuestras
relaciones. También traemos hoy a nuestra oración a los esposos: que su amor sea
reflejo del amor de Dios a su pueblo.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo
(salmo 127).
4. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente habla a las hermanas sobre la fidelidad comparándola con
el amor esponsal: “…Y como el matrimonio no es sino una donacin que la mujer
hace de sí misma a su marido, también el matrimonio espiritual que habéis
contraído con Nuestro Señor no es más que la entrega que le han hecho de ustedes
mismas; igualmente él se ha entregado a ustedes, ya que se entrega a las almas
que se dan a él por un contrato irrevocable, que nunca jamás romperá; de modo
que, por la gracia de Dios, pueden decir que su Esposo está en el cielo. Pues bien,
lo mismo que una mujer prudente no mira a ningún otro hombre más que a su
marido, o se convierte en adúltera, así también una hija de la Caridad que tiene la
dicha de ser esposa del Hijo de Dios, pero que se apega a alguna cosa, es una
adúltera por preferir una criatura a Dios. ¡Qué pena para un esposo ver a su esposa
faltar a la fidelidad que le debe! Hijas mías, no hay dolor semejante a ese. Y
también ¡qué motivo de aflicción para una miserable criatura que, de esposa de
Nuestro Señor que era, pasa a un estado de adulterio, cuando se apega a las
criaturas! (IX,784-785)
Compromiso: Promover desde nuestra familia y comunidad los valores de la unión
matrimonial según lo expresa Jesús en el Evangelio.
Oración final
Dios de amor y de ternura,
Tú que nos haces partícipes de tu amor
dándonos tus mismos sentimientos
haciéndonos fecundos en la entrega mutua
en la donación total al otro,
te pedimos que nos ayudes a renovarnos cada vez más,
en nuestro amor, en nuestra entrega, en nuestro darnos al otro,
para que imitando el amor que nos tienes
cada vez más nuestro sí mutuo
se exprese en actitudes y gestos de amor,
de comprensión, de cariño y ternura
buscando que el amor que nos tenemos
nos ayude a vivir más plenamente nuestra fe en ti,
siendo presencia tuya para los demás,
transmitiendo y contagiando
el amor que Tú nos tienes. Amén.
Con permiso de somos.vicencianos.org