“vende lo que tienes y dalo a los pobres así tendrás un tesoro en el cielo. Después
ven y sígueme” .
Mc 10, 17-30
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. MAESTRO BUENO, ¿QUÉ DEBO HACER PARA HEREDAR LA VIDA
ETERNA?
Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le
preguntó: “Maestro bueno, qué debo hacer para heredar la Vida eterna” No podemos
tratar de sorprender a Jesús con ninguna pregunta, jamás lo podemos hallar
desprevenido, me refiero a algo imprevisto, incomprensible y que le cause sorpresa, por
mucho que nos acerquemos con algo oculto o disimulado, El nada tarda en descubrirlo,
en todo caso ante esta pregunta Jesús le dice: “Por qué me llamas bueno” Los
Evangelios según san Marcos y según san Lucas, recalcaban bien la pregunta de Jesús al
joven, algo modificada en san Mateo. Al subrayarle que le llama “Maestro bueno” y
que “sólo Dios es bueno”, está atrayendo a este joven hacia sí, significándole su esfera
divina.
Jesús le responde al joven; “Sólo Dios es bueno” En ese instante el Joven recibe una
sorpresa, porque espera que Jesús le indique alguna regla, entonces Jesús le
responde: “Tú conoces los mandamientos” Cuando leemos a san Mateo (19,16-22),
dice; “si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos” . Con todo, el joven
falto de humildad frente al maestro, y quizá con algún aire de soberbia,
pregunta ¿Cuáles?, pero Jesús mantiene su paz en su natural forma de ser y le responde
como dice aquí: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso
testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”
2. JESÚS LO MIRÓ CON AMOR
El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud” “Jesús lo
miró con amor” San Marcos, es el único que destaca que el Señor le amó y le miró con
cariño al decir: “Jesús lo miró con amor” . Es un rasgo de la exquisitez de Jesús. Según el
Evangelio de Mateo, el joven mira a Jesús preguntando ¿qué me queda por hacer?
Aunque parezca una respuesta sencilla e inocente de alguien que busca ser mejor, no
puedo imaginarme que no halla una cierta altanería en una respuesta como esta, es algo
típico de alguien orgulloso o que se cree superior o autosuficiente, y esto es porque
responde casi en de forma despectiva ¿Qué me queda por hacer?, es así como Jesús que
un instante puede haber puesto la mirada en un joven como un futuro discípulo,
entonces le responde con algo que descoloca al Joven; “Sólo te falta una cosa ve, vende
lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y
sígueme” . Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque “poseía muchos
bienes” . Y esta posesión de bienes, impide al joven acoger el amor de predilección del
Maestro: Ciertamente el “posee muchos bienes”, pero no consigue comprender cuál es el
bien verdadero, el verdadero rostro de la sabiduría que se le quiere dar, y “se entristeció
y se fue apenado” .
3. CUANTAS VECES NOSOTROS LE PREGUNTAMOS AL SEÑOR, ¿QUÉ
DEBO HACER?, ¿SEÑOR, QUE QUIERES QUE HAGA?
Jesús al pedirle que venda su hacienda y la dé a los pobres no esta enunciando una
doctrina universal preceptiva, lo que hace es dirigirse a un caso concreto y a una meta
libre de perfección.
Pero pensemos también que el Joven se sintió atraído por las enseñanzas de Jesús, y
buscaba la perfección al buscar algo mas que cumplir la Ley, y entonces Jesús le recuerda
primeramente los mandamientos y para mejor perfección le abre el camino al
desprendimiento y si lo hace, lo invita a seguirlo, en ese instante el joven no reconoce el
gran beneficio de seguir a Jesús y prefiere mantener su bienes y se retira entristecido.
Jesús debe haber quedado desilusionado del joven.
Cuantas veces nosotros le preguntamos al Señor, ¿Qué debo hacer?, ¿Señor, que quieres
que haga?, e incluso nos atrevemos a decir, Señor, hágase tu voluntad, pero tenemos que
conocer a quien nos llama y a quien nos ofrecemos, y lo conocemos abriéndole nuestro
mejor espacio en el corazón, con la oración y la contemplación, porque Él nos tiene ya
una misión clara y especifica, ahora nos corresponde a nosotros tener claridad en nuestra
respuesta y esta no puede ser causa de desilusión, es así, como para dar nuestro primer o
siguiente paso, tenemos que saber que nuestras intenciones son sinceras y de corazón, y
con mucho deseo de mejoramiento y perfección.
4. CUANDO EL SEÑOR LLAMA, SABE MUY BIEN A QUIEN LLAMA
Jesús necesita muchos colaboradores, que estén dispuestos a desprenderse de todo
aquello que él nos pida, la renuncia debe ser radical, y llama a muchos jóvenes a tomar
una buena decisión, Dios hace un llamado personal al hombre, y los hombres somos libres
de aceptar o no ese llamado.
Tenemos que reconocer, que seguir a Jesús no es fácil, pero cuando el Señor llama, sabe
muy bien a quien llama, porque lo llama y para que lo llama, como del mismo modo sabe
cuanta fuerza necesita el que es llamado.
Entonces nos hacemos una pregunta, ¿Estamos satisfecho de nosotros mismos?,
¿estamos contento con la vida que llevamos?, ¿podemos hacer algo mas?, ¿Qué estamos
dispuesto hacer si Jesús nos pide algo?
Dios tiene un plan para nosotros, y espera de nosotros. Cuando nos acerquemos a Jesús,
hagámoslo con sencillez, con actitud humilde, sin responderle con una pregunta y sin
tratar de justificarnos, para El solo valen los resultados y la honestidad de sentimiento, las
excusas, no sirven.
5. "HIJOS MÍOS, ¡QUÉ DIFÍCIL ES ENTRAR EN EL REINO DE DIOS!
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos : "¡Qué difícil será para los ricos
entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero
Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más
fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de
Dios". Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces,
¿quién podrá salvarse?".
Es bueno para nosotros hacerse esta pregunta, ¿somos capaces de renunciar a los bienes
y a la familia por seguir a Jesús? Jesús mantiene sus radicales exigencias, pero también
mantiene su promesa, pero igual vemos hombres que ven como imposible desprenderse
de sus riquezas, y también vemos otros que tocados por la Gracia de Dios, están
dispuestos al desprendimiento.
Así es, como Jesús después de la triste retirada del joven rico, aprovecha las
circunstancias para dar una lección a sus discípulos y a todos nosotros. Sabemos que no
se puede servir a Dios y a las Riquezas, y el poder hacerlo es un don más que un esfuerzo
basado en una buena intención. En efecto en el contexto de fe, de confianza puesta en
Dios, se puede dejarlo todo y seguir a Jesús. Es así, como la renuncia a los bienes y
capacidad de compartirlos con los necesitados, y tener la disposición al seguimiento de
Jesús, es un don de Dios, para el que todo es posible.
No significa que los ricos no puedan salvarse, sino aquellos que ponen su confianza en el
dinero, difícilmente se salvarán. Peor es para aquellos que lo han obtenido a través de
una vida desordenada, cometiendo injusticias, aferrados a su egoísmo, o con cualquier
actitud contraria a los principios de salvación.
6. “TÚ SABES QUE NOSOTROS LO HEMOS DEJADO TODO Y TE HEMOS
SEGUIDO”
Pedro y sus amigos dan a Jesús una respuesta generosa y de carácter positiva. En efecto,
al oír las enseñanzas de su Maestro, sobre las riquezas, los apóstoles que eran pobres y lo
poco que tenían ya lo habían dejado para seguir a Jesús, le hacen ver esto y le hacen una
pregunta; “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido” Probablemente por una conexión lógica con lo anterior — el joven que no dejó
sus riquezas —, Pedro dice que ellos lo dejaron todo por seguirle. En San Marcos falta
explícitamente la pregunta que está en san Mateo sobre el premio. “qué recibiremos,
pues”
Sin embargo la belleza es que Pedro y sus amigos, oyeron las condiciones que les puso
Jesús, exigencia necesaria para seguirlo, pero ellos con mucho gozo reconocieron que la
han cumplido, es así como alegres han seguido al Maestro.
7. RECIBIRÁ EL CIENTO POR UNO
En la respuesta de Jesús es especificando todo lo que se deje, Jesús respondió: “Les
aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o
campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento
por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos”
Luego se añade; “en medio de las persecuciones” No exige esto, en absoluto, una
ampliación del evangelista en vista de las persecuciones que experimentaba ya la Iglesia.
Ya estaba supuesto en el programa anunciado por Jesús, por parte del fariseísmo: si a mí
me persiguieron, también a ustedes los perseguirán - san Juan 3
La recompensa del ciento por un, no debe entenderse en el sentido terrenal, sino que en
el sobre natural. En efecto, recibiremos la gracia y el amor de Dios, que es muy superior a
cualquier bien que podamos anhelar.
Jesús, ha sido claro con sus respuestas, y debemos meditar sobre ella y apreciar que la
recompensa es grandiosa para nosotros, “el que a causa de mi Nombre deje, recibirá cien
veces más y obtendrá como herencia la vida eterna”
Esa debe ser la causa de nuestra alegría y regocijo, seguir al Señor y dejarnos invadir por
el gozo de sentirnos sus discípulos.
Dice Jesús; “y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna” Estos premios son espirituales,
como se ve al decirse que, por dejar, “casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos
o campos, “recibirá el ciento por uno” Es la clásica hipérbole y paradoja oriental, que
hace ver, por su misma forma, el sentido espiritual de lo que pretende decirse. Aparte
que, de no ser así, sería todo ello una contradicción, porque era dejar todo por Jesús,
para, estar más desocupado, poder seguirle sin algo que lo ate o lo complique, y como
premio aquí le venía “el ciento por uno” , de lo dejado, que sería el céntuplo de
complicaciones para no poder seguirle.
8. AÚN ESTAMOS A TIEMPO PARA TOMAR NUESTRA DECISIÓN
También es importante considerar que aún estamos a tiempo para tomar nuestra
decisión, es así como él nos dice en los versículos relatados más adelante; “Muchos de los
primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros” . Esto es no porque hayan sido
llamados antes van a merecer más que los llamados a última hora, no es el tiempo lo que
vale, sino que la generosidad de la respuesta la que nos va acercar más a El, pero no basta
solo comenzar, se debe perseverar, y no basta decir sí, es preciso hacerlo con
generosidad.
Despeguemos el corazón de las riquezas terrenales, y acerquemos más nuestro interés en
Dios, y nos aseguraremos de llegar primero al Reino.
Tomemos en cuenta que dejar las riquezas, es una de las condiciones para seguir a Jesús,
pero la perfección es seguirlo incondicionalmente
Dice Jesús: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es
posible” . La Santa Madre Teresa de Jesús decía: Teresa sola, que poco puede, en cambio,
Teresa con Dios lo puede todo. Nos llena esta frase de alegría, al saber y sentirnos hijos
de Dios, ayudados por El y respaldados por Dios.
El Señor les Bendiga