XXX Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Miercoles
“Hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos”
I. Contemplamos la Palabra
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 6,1-9:
Hijos, obedeced a vuestros padres como el Señor quiere, porque eso es justo.
«Honra a tu padre y a tu madre» es el primer mandamiento al que se añade una
promesa: «Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.» Padres, vosotros no
exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como haría el
Señor. Esclavos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor,
de todo corazón, como a Cristo. No por las apariencias, para quedar bien, sino
como esclavos de Cristo que hacen lo que Dios quiere; con toda el alma, de
buena gana, como quien sirve al Señor y no a hombres. Sabed que lo que uno
haga de bueno, sea esclavo o libre se lo pagará el Señor. Amos, correspondedles
dejándoos de amenazas; sabéis que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y
que ése no es parcial con nadie.
Sal 144 R/. El Señor es fiel a sus palabras
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,22-30:
En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas
enseñando.
Uno le preguntó: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos
intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la
puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; y
él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a decir: "Hemos
comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas." Pero él os
replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados." Entonces será el llanto
y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los
profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de
oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de
Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.»
II. Oramos con la Palabra
No hay oración para este día.
Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.
III. Compartimos la Palabra
"Honra a tu padre y a tu madre"
En la lectura de este miércoles encontramos un pasaje de los carta que escribió
Pablo a los cristianos de la ciudad de Éfeso. En ella Pablo quiere recalcar una
característica de un tipo de relación que podemos establecer: la obediencia. La
obediencia tiene mala prensa en nuestros días porque en nuestras sociedad
occidentales ya no existe el patrón de relación señor-esclavo, como en tiempos
de Pablo. La obediencia, en tiempos de Pablo, sólo tenía una dirección: del
esclavo hacia el Señor. Era el esclavo el que tenía que obedecer al señor y no al
contrario. En nuestro tiempo la obediencia parece chocar con valores tan en alza
como la libertad en todas sus formas. Evidentemente nuestra palabra libertad
choca con la palabra obediencia de Pablo. Pero hemos de ir más allá de lo que
significaba la palabra obediencia en Pablo y más allá de lo que para nosotros
significa la palabra libertad.
La obediencia de la que habla Pablo tiene mucho que ver con lo que nosotros
llamamos fidelidad y honestidad. Una persona, decimos, es fiel a otra persona, a
un proyecto, a unos valores…. Y por ello, esa persona es honesta en su actuar.
La obediencia de la que habla Pablo tiene más que ver con la honestidad y
fidelidad en las relaciones. Si establecemos relaciones desdela fidelidad siempre
estaremos regando una buena relación. Fidelidad, que es obediencia reciproca,
amor recíproco.
“Hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos”
El evangelio de Lucas de este miércoles se nos propone un pasaje que ha de
entenderse desde dos frases que da él mismo tiempo. La primera de ellas se
encuentra al inicio de nuestro pasaje: “Esforzaos por entrar por la puerta
estrecha” Y la segunda al final: “Hay últimos que serán primeros y primeros que
serán últimos”. Estas dos frases nos ayudan a comprender, ya que arrojan luz
sobre cómo debemos entender lo que hay en medio de ellas, que podríamos
resumirlo en la afirmacin tan dura de Jesús: “No sé quienes sois. Alejaos de mi
malvados”. Jesús quiere poner de manifiesto que la fidelidad se demuestra en la
batalla, en los momentos difíciles de nuestra vida. En las dificultades, en el
sufrimiento, es donde se fraguan los verdaderos amigos de Jesús. Aquellos que
parecen ser amigos sólo cuando van bien las cosas son los PRIMEROS en
abandonar la relación. Estos, en realidad, son ÚLTIMOS. Las dificultades y el
sufrimiento tiene un valor purificante en las relaciones, ya que nos ponen de
manifiesto quien “esta al pié del can”. Estos que a lo mejor era ÚLTIMOS, se
convierten en PRIMEROS.
Por eso, Jesús afirma que en realidad las “relaciones de conveniencia” porque
eres lindo, porque tienes poder, porque tienes dinero… porque tienes algo que
me conviene… no son verdaderas relaciones. En realidad, no sabemos quienes
son; es mejor alejarse de ellas o, dicho de otra manera, ponerlas en su lugar (no
son amigos; quizás conocidos u otro tipo de relación; pero no son amigos).
En conclusión, Jesús y Pablo nos hablan de un mismo tema: la fidelidad a las
personas que son amigos. Fidelidad que se demuestra cuando hemos de hacer
un esfuerzo en nuestra vida y luchar. Fidelidad, la cual es una obediencia que
purifica, que ordena nuestra vida. Fidelidad que es amor puro y duro.
Fray José Rafael Reyes González
Convento de San Clemente - Roma
Con permiso de dominicos.org