EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Lunes de la trigésima primera semana del tiempo ordinario
Carta de San Pablo a los Filipenses 2,1-4.
Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que
brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión,
les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un
mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento.
No hagan nada por espíritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a
estimar a los otros como superiores a ustedes mismos.
Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los
demás.
Salmo 131(130),1.2.3.
Canto de peregrinación. De David.
Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis ojos se han vuelto altaneros.
No he pretendido grandes cosas
ni he tenido aspiraciones desmedidas.
No, yo aplaco y modero mis deseos:
como un niño tranquilo en brazos de su madre,
así está mi alma dentro de mí.
Espere Israel en el Señor,
desde ahora y para siempre.
Evangelio según San Lucas 14,12-14.
Después dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no
invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no
sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los
paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en
la resurrección de los justos!".
Comentario del Evangelio por :
San Gregorio Nacianceno (330-390), obispo y doctor de la Iglesia
Sermón sobre el amor a los pobres; PG 35, 858
Invita a los pobres
Dios, emocionado por el gran desamparo del hombre, le dio la Ley y los
profetas, después de haberle dado la ley no escrita de la naturaleza (cf Rm 1,26);
finalmente, él mismo se entregó para la vida del mundo. Nos entregó a los
apóstoles, evangelistas, doctores, pastores, curaciones, prodigios. Nos devolvió a la
vida, destruyó a la muerte, triunfó sobre el que nos había vencido, nos dio la
Alianza prefigurativa, la Alianza de verdad, los carismas del Espíritu Santo, el
misterio de la salvación nueva...
Dios nos colma de bienes espirituales, si queremos recibirlos: no vaciles en
ayudar a los que lo necesitan. Da sobre todo al que te pide, y hasta antes de que te
pida, dando incansablemente limosna de la doctrina espiritual... A falta de estos
dones, proponle por lo menos servicios más modestos: dale de comer, ofrécele
viejos vestidos, abastécele de medicinas, venda sus heridas, pregúntale por sus
dificultades, enséñale la paciencia. Acércate sin temor. Ningún peligro te hará daño
ni te contagiarás de sus enfermedades... Apóyate en la fe; que la caridad triunfe
ante tus reticencias... No engañes a tus hermanos, no permanezcas sordo a sus
llamadas, no los evites. Sois miembros de un mismo cuerpo (1Co 12,12s), aunque
esté quebrantado por la maldad; igual que a Dios, "a ti se encomienda el pobre"
(Sal. 9,35 Vulg).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”