Ciclo B. XXXII Domingo del Tiempo Ordinario
Pedro Guillén Goñi, C.M.
El evangelio del día de hoy es un canto a la generosidad y al desprendimiento.
Jesús bendice y alaba a una viuda que da, no lo que le sobra, sino parte de lo
necesario y hasta lo imprescindible para vivir. Indica a sus discípulos que no sigan
el ejemplo de los maestros de la ley que cultivan su imagen aparentando ser más y
mejores que los demás sino que imiten a la viuda pobre que se acerca temblorosa a
la alcancía para depositar allí todas sus seguridades, abandonándose enteramente a
la misericordia de Dios. Si la viuda del evangelio sabe dar todo lo que tiene es
porque pasa necesidad y comprende desde su experiencia dolorosa las necesidades
de los demás.
Estamos acostumbrados a instalarnos en un mundo de bienestar que nos impide
ver las necesidades de los demás y adoptar los medios para crecer en solidaridad y
fraternidad. No sentimos sensibilidad y compasión porque consideramos que otras
personas u organismos públicos y privados están para solucionarlo todo. No
solamente podemos aportar dinero para ayudar al otro: la viuda nos enseña a
darnos a los demás con el ejemplo, con el afecto en los momentos oportunos,
priorizar nuestro tiempo y trabajo en orden a las necesidades de los demás.
El evangelio nos recuerda que debemos acostumbrarnos a dar sin esperar recibir. Si
vemos el ejemplo del Señor nos daremos cuenta que el amor hacia el Padre y hacia
nosotros, cuyo gesto supremo desemboca en la cruz, no es consecuencia de una
posible respuesta del hombre, aunque Él la desee, sino una actitud de compromiso
que eleva y dignifica a quien lo recibe.
El desprendimiento total frente a la codicia; la búsqueda de los últimos puestos
frente al intento desesperado por alcanzar los primeros; la humildad frente a la
ostentación y el orgullo; la vida interior y sencillez frente a la apariencia; la
solidaridad frente al egoísmo son actitudes contrapuestas que nos exigen estar
alerta para superar las tentaciones que conllevan las negativas y tender con fuerza
hacia los aspectos positivos para así ser fermento y levadura, nado contra
corriente, en el mundo de hoy.
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)