Confiar en la justicia y en la misericordia.
2012-11-17
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin
desfallecer, Jesús les propuso esta parábola: «En cierta ciudad había un juez que
no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una
viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: “Hazme justicia contra mi
adversario”.
Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo: “Aunque no temo a
Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a
hacerle justicia para que no siga molestando”ᄏ.
Dicho esto, Jesús comentó: «Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios
no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, y que los hará
esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del
hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, deseo alimentar mi amistad por medio de la oración humilde y perseverante.
Ayúdame a buscar cumplir siempre tu voluntad dejando que tu Palabra modele todo
mi comportamiento. Aumenta mi confianza, mi amor y mi fe.
Petición
Señor, que este Año de la Fe edifique mi oración. Que persevere aunque,
aparentemente, no vea resultados.
Meditación
Confiar en la justicia y en la misericordia.
«Todo itinerario de formación religiosa auténtica acompaña a la persona, desde su
más tierna edad, a conocer a Dios, a amarlo y hacer su voluntad. Dios es amor, es
justo y pacífico, y quien quiere honrarlo debe sobre todo comportarse como un hijo
que sigue el ejemplo del padre. Un salmo afirma: “El Señor hace justicia y defiende
a todos los oprimidos… El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico
en clemencia”. Como Jesús nos ha demostrado con el testimonio de su vida, justicia
y misericordia conviven en Dios perfectamente. En Jesús “misericordia y fidelidad”
se encuentran, “la justicia y la paz” se besan. En estos días la Iglesia celebra el
gran misterio de la encarnación: la verdad de Dios ha brotado de la tierra y la
justicia mira desde el cielo, la tierra ha dado su fruto. Dios nos ha hablado en su
Hijo Jesús» (Benedicto XVI, 1 de enero de 2012).
Reflexión apostólica
«No tengan reparo en hacer saber a sus allegados en peligro de muerte, de manera
discreta pero veraz, la realidad de su situación, y ayúdenlos a prepararse para el
encuentro definitivo con el Señor por la contrición del corazón y la devota recepción
de los sacramentos» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 296).
Propósito
Ante los problemas y adversidades de este día repetir: Sagrado Corazón de Jesús,
en Ti confío
Diálogo con Cristo
Jesús, eres mi juez, pero también mi Padre y mi Salvador. Te suplico que esta
oración me lleve a crecer en la fe, en la esperanza, en el amor y en la confianza, en
mi vida diaria. Abre mi corazón para pueda perseverar en la oración, dame la
humildad y la sabiduría para reconocer que sólo unido a Ti podré recorrer mi
camino a la santidad.
«La mejor preparación para el futuro es la garantía de un presente vivido con
plenitud, con absoluta fidelidad a la voluntad de Dios»
( Cristo al centro, n. 2350).