El motivo de la auténtica alegría.
2012-11-20
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que
un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús,
pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y
se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús
levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que
hospedarme en tu casa».
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a
murmurar diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: «Mira, Señor, voy a dar a los pobres la
mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más».
Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de
Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había
perdido». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Jesús, yo como Zaqueo quiero conocerte mejor, pero hay muchas cosas que me lo
impiden y me distraen. Hoy vengo a esta oración dispuesto a encontrarme contigo.
Mírame Señor, con ese amor con que miraste a Zaqueo, ven a hospedarte en mi
alma, prometo no dejarte ir nunca más.
Petición
Señor, haz que venga hoy tu salvación a mi alma.
Meditación
El motivo de la auténtica alegría.
«El motivo de esta alegría es, por lo tanto, la cercanía de Dios, que se ha hecho
uno de nosotros. Esto es lo que san Pablo quiso decir cuando escribía a los
cristianos de Filipos: “Alegraos siempre en el Se￱or; os lo repito, alegraos. Que
vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Se￱or está cerca”. La primera causa
de nuestra alegría es la cercanía del Señor, que me acoge y me ama. En efecto, el
encuentro con Jesús produce siempre una gran alegría interior. Lo podemos ver en
muchos episodios de los Evangelios. Recordemos la visita de Jesús a Zaqueo, un
recaudador de impuestos deshonesto, un pecador público, a quien Jesús dice: “Es
necesario que hoy me quede en tu casa”. Y san Lucas dice que Zaqueo “lo recibi￳
muy contento”. Es la alegría del encuentro con el Señor; es sentir el amor de Dios
que puede transformar toda la existencia y traer la salvación. Zaqueo decide
cambiar de vida y dar la mitad de sus bienes a los pobres» (Benedicto XVI, 27 de
marzo de 2012).
Reflexión apostólica
«Sólo la oración puede abrir los corazones al amor de Cristo, hacer triunfar la
gracia sobre el pecado y lograr que los hombres acojan las exigencias del Reino »
(Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 110).
Propósito
Hacer una visita a Cristo Eucaristía, auténtica fuente de paz y alegría.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, necesito este encuentro contigo en la oración. El ejemplo de Zaqueo
me hace ver que quien te deja entrar en su vida, no pierde nada de lo que
realmente hace la vida bella, buena y grande. Tu amistad abre las puertas de un
horizonte inmenso. Ayúdame a hacer la misma experiencia y a no tener miedo de
abrirte de par en par las puertas de mi corazón.
«El hombre auténticamente grande ante Dios, no es el inteligente, ni el sabio, ni el
ingenioso, ni el independiente, sino aquel que sabe doblar las rodillas de su corazón
y de su personalidad para acogerse a Dios y constituirlo a Él su fuerza, su
seguridad, su luz, su amor»
( Cristo al centro, n. 2346).