EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Martes de la trigésima cuarta semana del tiempo ordinario
Apocalipsis 14,14-19.
Y vi una nube blanca, sobre la cual estaba sentado alguien que parecía Hijo de
hombre, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
En seguida salió del Templo otro Angel y gritó con voz potente al que estaba
sentado sobre la nube: "Empuña tu hoz y siega, porque ha llegado el tiempo de la
cosecha y los sembrados de la tierra están maduros".
Y el que estaba sentado sobre la nube pasó su hoz sobre la tierra, y esta quedó
segada.
Entonces otro Angel salió del Templo que está en el cielo, llevando también una hoz
afilada.
Y salió del altar otro Angel -el que tiene poder sobre el fuego- y gritó con voz
potente al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la
viña de la tierra, porque han llegado a su madurez".
El Angel pasó la hoz afilada sobre la tierra, cosechó la viña y arrojó los racimos en
la inmensa cuba de la ira de Dios.
Salmo 96(95),10.11-12.13.
Digan entre las naciones: "¡El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud".
Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.
Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.
Evangelio según San Lucas 21,5-11.
Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas
piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo
será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de
que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se
presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'.
No los sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que
esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también
fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.
Comentario del Evangelio por:
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, (1891-1942), carmelita
descalza, filosofa, mártir, copatrona de Europa
La oración de la Iglesia
“¡Alabad a Dios en su templo...que todo ser viviente alabe al Señor!”
(Sal.150)
En la Antigua Alianza ya existía una cierta comprensión del carácter eucarístico
de la oración. La obra prodigiosa de la tienda de la alianza (Ex 25) como, más
tarde, la del templo de Salomón, fue considerada como la imagen de toda la
creación reunida entorno a su Señor para adorarlo y servirle... Así mismo, según el
relato de la creación, el cielo ha sido desplegado como un toldo, los entramados
constituían las paredes de la tienda. Así como las aguas de debajo de la tierra
fueron separadas de las de encima de la tierra, la cortina del templo separaba el
lugar santo del espacio exterior... El candelabro de siete brazos es figura de las
luminarias del cielo. Los corderos y los pájaros representan la creación de los seres
vivos que pueblan el agua, la tierra y los aires. Y del mismo modo que la tierra fue
confiada al cuidado del hombre, al gran sacerdote le compete estar en el
santuario...
En el lugar del templo de Salomón, Cristo ha construido un templo de piedras
vivas (1Pe 2,5), la comunión de los santos. Cristo está en su centro como el sumo
sacerdote eterno y sobre el altar está él mismo como sacrificio ofrecido
eternamente. Toda la creación participa de esta liturgia solemne: los frutos de la
tierra como ofrendas misteriosas, las flores y los candelabros, los tapices y la
cortina del templo, el sacerdote consagrado así como unción y bendición de la casa
de Dios.
Los querubines no están tampoco ausentes. Sus figuras esculpidas por los
artistas montan guardia junto al Santísimo. Ahora, los monjes, imágenes vivientes
de los ángeles, hacen guardia alrededor del altar para que la alabanza a Dios no
cese nunca, ni en la tierra ni en el cielo... Sus cantos de alabanza matutina
despiertan la creación desde la aurora para que se una toda ella a enaltecer al
Señor: montañas y colinas, ríos y corrientes de agua, mares y vientos, así como
todo lo que se mueve en ellos, lluvia y nieve, todos los pueblos de la tierra, todos
los hombres de todas las condiciones y de todas las razas, y por fin, los habitantes
del cielo, los ángeles y los santos (Dn 3,57-90)... Nos debemos unir, en la liturgia,
a esta alabanza eterna de Dios. “Nosotros” ¿quiénes somos nosotros? No se trata
solamente de los monjes y monjas..., sino de todo el pueblo cristiano.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”