EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Fiesta de San Andrés, Apóstol
Carta de San Pablo a los Romanos 10,9-18.
Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que
Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado.
Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para
obtener la salvación.
Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido.
Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo
Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan.
Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él?
¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica?
¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos
son los pasos de los que anuncian buenas noticias!
Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en
nuestra predicación?
La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la
Palabra de Cristo.
Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se
extiende su voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo.
Salmo 19(18),2-3.4-5.
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje
y las noches se van dando la noticia.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,
resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
Allí puso una carpa para el sol.
Evangelio según San Mateo 4,18-22.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón,
llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran
pescadores.
Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y
a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las
redes; y Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Comentario del Evangelio por:
Basilio de Seleucia (¿- c. 468), arzobispo
Sermón en alabanza a San Andrés, 2-3; PG 18, 1103; atribuido a san
Atanasio
El primer discípulo del Señor
Andrés fue el primero en reconocer al Señor como su Maestro...; dejó atrás las
enseñanzas de Juan Bautista para entrar en el seguimiento de Cristo... a la luz de
la lámpara (Jn 5,35), buscaba la verdadera luz; bajo su leve resplandor, se
ocultaba el esplendor de Cristo... De maestro que era, Juan Bautista se convirtió en
servidor y heraldo de Cristo presente ante él: “He aquí el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.” (Jn 1,29) Este es el que salva de la muerte; éste es el que
destruye el pecado. Yo soy el enviado, no el esposo, pero soy el que acompaña al
esposo. (Jn 3,29) Yo he venido como servidor, no como maestro.
Empujado por estas palabras, Andrés abandona su antiguo maestro y corre hacia
aquel que éste anunciaba... su deseo se manifiesta en su diligencia... llevando
consigo a Juan, el evangelista. Los dos abandonan la antorcha (cf Jn 5,35) para
seguir al sol... Andrés es la primera planta del jardín de los apóstoles, es él quien
abre la puerta a la enseñanza de Cristo, él es el primero en recoger los frutos del
campo cultivado por los profetas... Fue el primero en reconocer al profeta del cual
Moisés había dicho: “El Se￱or, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus
hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis.” (Dt 18,15)... Reconoci￳ a
aquel que anunciaron los profetas y condujo a su hermano Pedro hacia él. Le
muestra a Pedro su tesoro: “Hemos encontrado al Mesías, (Jn 1,14) a aquel que
anhelábamos. Esperábamos su venida: ven ahora a gustar de su presencia”...
Andrés conduce a su hermano a Cristo... Era su primer milagro.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”