Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo C, Adviento,
Domingo de la Semana No. 2
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Dios mostrará tu esplendor * El Señor ha estado grande
con nosotros, y estamos alegres. * Que lleguéis al día de Cristo limpios e
irreprochables * Todos verán la salvación de Dios
Textos para este día:
Baruc 5, 1-9:
Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas
de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en
la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a
cuantos viven bajo el cielo.
Dios te dará un nombre para siempre: "Paz en la justicia" y "Gloria en la piedad".
Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus
hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios.
A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria,
como llevados en carroza real.
Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas
encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que
Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios.
Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel.
Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con su justicia y su
misericordia.
Salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 :
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos
llenaba de risas, la lengua de cantares. R.
 
Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos." El Señor ha estado
grande con nosotros, y estamos alegres. R.
Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que
sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus
gavillas. R.
Filipenses 1, 4-6. 8-11:
Hermanos: Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría.
Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día
hasta hoy.
Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena
la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús.
Testigo me es Dios de lo entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús.
Y esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y
en sensibilidad para apreciar los valores.
Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia,
por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.
Lucas 3, 1-6:
En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador
de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y
Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás,
vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para
perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta
Isaías: "Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus
senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se
enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios."
Homilía
Temas de las lecturas: Dios mostrará tu esplendor * El Señor ha estado grande
con nosotros, y estamos alegres. * Que lleguéis al día de Cristo limpios e
irreprochables * Todos verán la salvación de Dios
1. Jerusalén se alegra por el retorno de sus hijos
1.1 Cada una de las lecturas de hoy trae una enseñanza espiritual de vida muy
grande. Bendigamos a Dios y avancemos con ánimo atento, humilde y orante en el
banquete que la Iglesia nos ofrece. La tónica, como en todo el Adviento, es de
esperanza; mirada al futuro, certeza de un bien que ha de llegar y para el cual
conviene estar preparados y purificados.
1.2 La primera lectura, de Baruc, es un cántico de anuncio de gozo para Jerusalén.
En su poesía proclama que el destierro no es eterno, que la última palabra no está
en poder de los malvados, y sobre todo: que lo que viene es mejor que lo que
hubo.
1.3 En este sentido hay algo que podemos aprender. Muchas veces caemos en lo
que ya san Agustín denunciaba, esa ideología de que todo tiempo pasado fue
mejor. Anclados en lo que una vez fue, llegamos a un punto en que parece que
desconfiáramos de que Dios, que lo hizo, lo puede volver a hacer. La lectura de
Baruc nos lanza hacia delante: los cautivos se fueron como prisioneros, ¡pero
volverán como príncipes!
1.4 Otro aspecto bello e interesante de esta lectura es cómo todo obedece a Dios:
la creación visible se pliega ante los elegidos de Dios, de modo tal que la sombra, el
perfume y el camino mismo son hechura de Aquel que todo lo hace según su
designio. Con otras palabras: el triunfo de la redención es manifestación de la
soberanía de Dios sobre su creación.
2. Amar Mejor, Conocer Más
2.1 Cuando hablamos mucho de esperanza existe siempre el riesgo de considerar
esta palabra sólo en su sentido pasivo. Esperar, en este sentido reducido, es
sencillamente aguardar, resistir, aguantar.
2.2 En la Biblia, la esperanza tiene en general un contenido más rico y dinámico. La
esperanza está movida por el amor, y el amor es activo, de modo que activamente
nos prepara para el encuentro con el Amado.
2.3 Así entendemos mejor la cariñosa invitación que Pablo hace a los fieles de
Filipos, con quienes sin duda tenía una cercanía particular: "esta es mi oración por
ustedes: que su amor siga creciendo más y más y se traduzca en un mayor
conocimiento y sensibilidad espiritual; así podrán escoger siempre lo mejor y
llegarán limpios e irreprochables al día de la venida de Cristo." Crecer en el amor y
crecer en el conocimiento.
2.4 El amor, acto propio de la voluntad, y el conocimiento, acto propio de la
inteligencia, han de mantenerse en movimiento hacia Jesucristo. Es como decir:
todo nuestro ser. Los cristianos nunca obramos "porque sí", ni por simple
costumbre, por la presión de la mayoría o por la sugestión de la propaganda.
Nuestro dinamismo vital, la dirección íntima de nuestras decisiones chicas y
grandes lleva el sello de un encuentro, personal y comunitario a la vez, con el Rey
de la Historia.
3. "Vino la Palabra del Señor"
3.1 El evangelio de hoy, por su parte, nos aproxima al borde del gran momento. La
figura humilde y señera de Juan aparece en el horizonte. Se le nombra junto a
hombres que la historia universal considera grandes: el emperador, el procurador
romano, los tetrarcas y pontífices. Sin embargo, toda la grandeza de Juan no viene
de su relación con estos poderosos de la tierra, sino con algo nuevo, algo que viene
de los cielos: la salvación de Dios.
3.2 Lo otro que llama nuestra atención es que todos aquellos grandes personajes,
que se conocían entre sí, tenían su sede y gobierno en espléndidos palacios y
buscaban las grandes ciudades; se rodeaban de fuerza y hacían alianzas de dinero,
parentesco y ejércitos numerosos y feroces. Todo esta lógica resulta tan impactante
como ridícula cuando vemos que "vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan,
hijo de Zacarías." Es bueno entonces que ya desde el Adviento sepamos que el que
ha de venir tiene su propio estilo y no se paga mucho de las apariencias que suelen
desvelarnos.
Fr. Nelson Medina, O.P.