Una auténtica conversión.
2012-12-10
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 5, 17-26
Un día Jesús estaba enseñando y estaban también sentados ahí algunos fariseos y
doctores de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén.
El poder del Señor estaba con Él para que hiciera curaciones.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de
entrar, para colocarlo delante de Él; pero como no encontraban por dónde meterlo
a causa de la muchedumbre, subieron al techo y por entre las tejas lo descolgaron
en la camilla y se lo pusieron delante a Jesús. Cuando Él vio la fe de aquellos
hombres, dijo al paralítico: «Amigo mío, se te perdonan tus pecados».
Entonces los escribas y fariseos comenzaron a pensar: «¿Quién es este individuo
que así blasfema? ¿Quién, sino sólo Dios, puede perdonar los pecados?». Jesús,
conociendo sus pensamientos, les replicó: «¿Qué están pensando? ¿Qué es más
fácil decir: “Se te perdonan tus pecados” o “Levántate y anda”? Pues para que vean
que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados –dijo
entonces al paralítico–: Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa».
El paralítico se levantó inmediatamente, en presencia de todos, tomó la camilla
donde había estado tendido y se fue a su casa glorificando a Dios. Todos quedaron
atónitos y daban gloria a Dios, y llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto
maravillas». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, qué gran fe tenían esos hombres de los que habla el Evangelio. Ayúdame,
con esta oración, a tener esa fe que no se tambalea al primer obstáculo. Creo en Ti,
porque eres la Verdad misma, ayúdame a esperar en Ti porque eres el único que
nunca defrauda, ayúdame a amarte con todo mi corazón.
Petición
Jesucristo, acrecienta mi fe en Ti para que te busque siempre y valore tu presencia
como lo más importante de mi vida.
Meditación
Una auténtica conversión.
ᆱ¿No dijo Cristo primeramente al paralítico: “Tus pecados están perdonados” y
luego, “ponte en pie”? […] Los cristianos están marcados por el espíritu y las
costumbres de su época y de su ambiente. Por la gracia del bautismo, están
invitados a renunciar a las tendencias nocivas dominantes e ir contracorriente. Esto
exige un compromiso decidido para “una conversión continua hacia el Padre, fuente
de toda verdadera vida, el único capaz de liberarnos del mal, de toda tentación y
mantenernos en su Espíritu, en un mismo combate contra las fuerzas del mal”. La
conversión sólo es posible apoyándose en convicciones de fe consolidadas por una
catequesis auténtica. Conviene pues “mantener una relación viva entre el catecismo
aprendido de memoria y el catecismo vivido, para llegar a una conversión de vida
profunda y permanente”. La conversión se vive de manera especial en el
Sacramento de la Reconciliación, al que se prestará una atención particular para
que sea una verdadera “escuela del corazón”ᄏ (Benedicto XVI, Exhortación
apostólica post sinodal Africae munus , n. 31 y 32).
Reflexión apostolica
«El Movimiento es bien consciente de la necesidad de una conversión permanente,
pues en esta vida el cristiano no ha llegado a la meta. El camino posterior a la
conversión inicial sigue siendo un camino en el que hay que esforzarse por
revestirse del hombre nuevo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi ,
n. 123).
Propósito
Anotar en mi agenda la fecha de mi próxima confesión.
Diálogo con Cristo
Señor, gracias por mostrarme en esta oración el tipo de fe que puede transformar
mi vida. Una fe humilde que reconozca mi fragilidad y te busque. Una fe fuerte que
me mantenga siempre unido a Ti. Una fe operante que me lleve a buscar los
medios para purificar mis actitudes, como sería una buena confesión.
«¿Qué hacer ahora? Levantarte de donde has caído, con mucha humildad y con el
deseo de reparar amando más de lo que amaste hasta ahora»
(Cristo al centro, n. 865).