EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la segunda semana de Adviento
Libro de Isaías 41,13-20.
Porque yo, el Señor, soy tu Dios, el que te sostengo de la mano derecha y te digo:
"No temas, yo vengo en tu ayuda".
Tú eres un gusano, Jacob, eres una lombriz, Israel, pero no temas, yo vengo en tu
ayuda -oráculo del Señor- y tu redentor es el Santo de Israel.
Yo te convertiré en una trilladora, afilada, nueva, de doble filo: trillarás las
montañas y las pulverizarás, y dejarás las colinas como rastrojo.
Las aventarás y el viento se las llevará, y las dispersará la tormenta; y tú te
alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes buscan agua en vano, su lengua está reseca por la sed.
Pero yo, el Señor, les responderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en las cumbres desiertas y manantiales en medio de los valles;
convertiré el desierto en estanques, la tierra árida en vertientes de agua.
Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos silvestres; plantaré en la
estepa cipreses, junto con olmos y pinos,
para que ellos vean y reconozcan, para que reflexionen y comprendan de una vez
que la mano del Señor ha hecho esto, que el Santo de Israel lo ha creado.
Salmo 145(144),1.9.10-11.12-13.
Himno de David.
Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey,
y bendeciré tu Nombre eternamente;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre.
El Señor es fiel en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus acciones.
Evangelio según San Mateo 11,11-15.
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y
sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.
Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido
violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo.
Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan.
Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver.
¡El que tenga oídos, que oiga!
Comentario del Evangelio por:
Atribuido a San Macario de Egipto (?-405), monje
Homilías espirituales, n° 19
“Hacerse violencia para llegar a ser morada del Señor”
El que quiera acercarse al Señor, ser digno de la vida eterna, llegar a ser morada
de Cristo, ser inundado por el Santo Espíritu, con el fin de tener los frutos de este
Espíritu... debe primero creer firmemente en el Señor y luego entregarse sin
reserva a sus mandatos... Debe hacerse violencia para ser humilde ante todo
hombre, como dice el Señor: "Aprended de mí que soy manso y humilde de
corazón, y encontraréis vuestro descanso" (Mt 11,29).
De igual manera, debe ejercitarse con todas sus fuerzas en ser siempre
misericordioso, dulce, compasivo y bueno, como dice el Señor: "Sed buenos y
comprensivos como vuestro Padre celeste es compasivo" (Lc 6,36; Mt 5,48). Y
también: "Si me amáis, guardareis mis mandos" (Jn 14,15). Y "Haceos violencia,
porque de los que se hacen violencia es el Reino de los cielos". Y "Esforzaos en
entrar por la puerta estrecha" (Lc 13,24). En todo, debe seguir el modelo de
humildad, conducta, dulzura, y manera de vivir del Señor... Que persevere en la
oración, que pida sin cansarse que el Señor venga y permanezca en él, lo restaure
y le dé la fuerza para observar todos sus mandatos, y que el Salvador haga morada
en su alma. Y entonces, lo que cumple haciéndose violencia, sin inclinación de la
naturaleza, lo cumplirá de buen grado, porque se acostumbrará completamente al
bien, se acordará sin cesar del Señor y lo esperará con gran amor.
Cuando el Señor vea tal resolución, tendrá lastima de él, le librará de sus
enemigos y del pecado que vive en él, y lo llenará del Santo Espíritu. Y así, en lo
sucesivo, observará todos los mandatos del Señor con verdad, sin violencia ni
cansancio - o más bien, será el Señor mismo quien cumplirá en él sus propios
preceptos y producirá con toda pureza los frutos del Espíritu (cf Ga 5,22).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”