Solemnidad: San Pedro y San Pablo, apóstoles

San Mateo 16,13-19: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo"

Autor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse

 

 

(Hch 12,1-11) "El Señor ha enviado a su ángel"
(2 Tm 4,6-8.17-18) "He mantenido la fe"
(Mt 16,13-19) "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo"

Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Herodes, que sabía que Pedro se había evadido ya antes de la cárcel (cf. 5,19), manda poner una guardia extraordinariamente severa. Alguien ha dicho que por vez primera en la historia, la Iglesia oraba "pro pontifice".

San Pablo, previendo un resultado adverso en la sentencia que sobre él habría de pronunciarse, se muestra más cercano a la muerte que en la primera ocasión de cárcel. Incluso en medio del proceso confiesa: "Me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje". Y al final la condena no se produjo aún.

Jesucristo entrega a Pedro "las llaves" y se le nombra "jefe de la Iglesia". La misión se amplía y especifica más aún con "lo que ates... lo que desates". Además se le llama "roca" en razón de la fe que acaba de mostrar confesando a Jesús como Hijo del Dios vivo.

Una cosa es que alguien no acepte un mensaje y otra muy distinta que niegue a quien habla el derecho a hacerlo. Hay quien no acepta que el Papa pueda decir lo que como Pastor universal le compete. Algo está quedando muy claro en este pontificado: que la causa del Papa es el hombre, todos los hombres. Porque el hombre es la causa de Jesucristo; por eso, no habla sólo para los católicos.

"La única Iglesia de Cristo..., Nuestro Salvador, después de su resurrección, la entregó a Pedro para que la pastoreara. Le encargó a él y a los demás apóstoles que la extendieran Pedro y los obispos en comunión con él (LG 8)" (816; cf. 834).

"Solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de salvación, puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación. Creemos que el Señor confió todos los bienes de la Nueva Alianza a un único colegio apostólico presidido por Pedro, para constituir un solo Cuerpo de Cristo en la tierra, al cual deben incorporarse plenamente los que de algún modo pertenecen ya al pueblo de Dios (UR 3)" (816).

"El romano pontífice y los obispos como «maestros auténticos por estar dotados de la autoridad de Cristo... predican al pueblo que tienen confiado la fe que hay que creer y que hay que llevar a la práctica» (LG 25). El magisterio ordinario y universal del Papa y de los obispos en comunión con él enseña a los fieles la verdad que han de creer, la caridad que han de practicar, la bienaventuranza que han de esperar" (2034; cf. 2036-2040).

"El grado supremo de la participación en la autoridad de Cristo está asegurado por el carisma de la infalibilidad. Ésta se extiende a todo el depósito de la revelación divina; se extiende también a todos los elementos de doctrina, comprendida la moral, sin los cuales las verdades salvíficas de la fe no pueden ser guardadas, expuestas u observadas" (2035; cf. 2036-2040).

"Entre los apóstoles, Pedro fue el único que representó la totalidad de la Iglesia. Por ello, en cuanto él solo representaba en su persona a la totalidad de la Iglesia, pudo escuchar estas palabras: «Te daré las llaves del Reino de los cielos». Porque estas llaves las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única. De ahí la excelencia de la persona de Pedro, en cuanto que él representaba la universalidad y la unidad de la Iglesia, cuando se le dijo: «Yo te entrego», tratándose de algo que ha sido entregado a todos" (San Agustín, Serm 295, 1-2..4).

Buscar la unidad de la Iglesia es hacerlo por los mismos y únicos caminos que Cristo determinó.