Solemnidad: Natividad del Señor (25 de diciembre)

San Juan 1, 1-18: "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios"

Autor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse

 

 

Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

«La Palabra se hizo Hombre»

I. LA PALABRA DE DIOS

Is 52, 7-10: «Los confines de la tierra verán la victoria de nuestro Dios»
Sal 97, 1.2-3ab.3cd-4.5-6: «Los confines...»
Hb 1, 1-6: «Dios nos ha hablado por su Hijo»
Jn 1, 1-18: «La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros»
II. LA FE DE LA IGLESIA

«En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana» (479).

«Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón él es el único Mediador entre Dios y los hombres» (480).

La Encarnación es pues el Misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo (483).

III. TESTIMONIO CRISTIANO

«Nadie sube al cielo sino el que bajó del cielo» (Jn 3,13). Recibiendo el cuerpo de Adán por medio de María... !Ea, pues, hermanos! Dios quiso ser Hijo del Hombre y que los hombres fueran hijos de Dios. Bajó para que nosotros subiéramos...; pero si El es el único que sube, ¿qué esperanza nos queda a los demás? Nuestra esperanza se funda en que El bajó para que hechos unos con El subamos todos con El y por El... (S. Agustín, PL 38) (Cf 1330-1331).

IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA

A. Apunte bíblico-litúrgico

La Palabra de Dios hoy proclamada nos invita a penetrar en la profundidad del Misterio de la Navidad. Con una sencilla y bella expresión, teológicamente densa, proclama San Juan el Misterio de la Navidad: «la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros».

El texto de la carta a los Hebreos coincide en el mismo mensaje: «En esta etapa final Dios nos ha hablado por su Hijo Jesucristo, ``reflejo de su gloria, impronta de su ser''» que «sostiene el universo con su palabra poderosa».

El texto de Isaías es una invitación a alegrarnos por la «Buena Noticia» y a comprometernos para transmitirla a todo el mundo: «verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios».

B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica

La fe:
Cómo es hombre el Hijo de Dios: 470-483.

La respuesta:
Nuestra comunión en los misterios de Jesús: 519-521.

C. Otras sugerencias

«El Niño que nos ha nacido y el Hijo que se nos ha dado» es la expresión del amor de Dios. «En ésto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo Unico para que vivamos por medio de El» (Jn 4, 9).

En Navidad debe fomentarse el espíritu de adoración y de contemplación y acción de gracias en contraste con la creciente secularización de las fiestas navideñas.

De él brotará el deseo y compromiso de ser evangelizadores de la «Buena Noticia» y «gran alegría» y nuestro acercamiento y solidaridad con los pobres.

Los que creen en Jesús se hacen «hijos de Dios», «nacidos de Dios». Lo cual se ha hecho realidad en los santos, de carne y hueso como todo hombre, que son nuestros modelos para el seguimiento de Jesús y nuestra entrega a El. Ellos nos estimulan a una conversión sincera, constante y progresiva y a dejarnos evangelizar para ser evangelizadores.