II Domingo de Pascua o de La Divina Misericordia. Ciclo C.
San Juan 20, 19-31: A los ocho días, se les apareció JesúsAutor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
Fuente: almudi.org (con permiso) suscribirse
Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
«!Dichosos los que crean sin haber visto!»
I. LA PALABRA DE DIOS
Hch 5, 12-16: Crecía el número de los creyentes
Sal 117,2-4. 22-24.25-27a: Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia (o Aleluya)
Ap 1, 9-11. 12s. 17-19: Estaba muerto, y ya ves, vivo por los siglos de los siglos
Jn 20, 19-31: A los ocho días, se les apareció Jesús
II. LA FE DE LA IGLESIA
«Jesús resucitó de entre los muertos ``el primer día de la semana''... En cuanto es el ``primer día'', el día de la Resurrección de Cristo recuerda la primera creación. En cuanto es el ``octavo día'', que sigue al sábado... significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor... el ``domingo''... La celebración dominical del día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel principalísimo en la vida de la Iglesia...» (2174 y 2177).
«Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas mediante el tacto... y el compartir la comida... no es un espíritu... es el mismo que ha sido martirizado y crucificado ya que sigue llevando las huellas de su pasión...» (645).
III. TESTIMONIO CRISTIANO
«Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por El y por su muerte» (S. Ignacio de Antioquía).
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
La misma perícopa se repite en los tres años. Señal de su importancia. Es un condensado del lado divino del misterio: la presencia asequible del Resucitado, su mensaje, el don del Espíritu, la constitución de los Doce y con ellos de la Iglesia para la misión y en ésta, la extinción del pecado y la creación de la vida nueva. Por el lado humano: la «experiencia» de los Doce y hoy de la asamblea litúrgica, la duda en el corazón humano y también la adoración rendida: «!Señor mío y Dios mío!». El misterio divino-humano cristaliza en un Día, en el que todo eso sucede, «el día primero de la semana» y «a los ochos días».
B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica
La fe:
Las apariciones del Resucitado: 641-647.
El Día del Señor: 1163-1167; 2174-2179.
La respuesta:
El encuentro con el Señor resucitado en la Iglesia por la oración: 2559-2561;
la adhesión a la oración del Cristo pascual: 2606;
para la búsqueda incipiente de Dios: 27; 29; 166-168.
El Domingo día de encuentro con el Señor, con los hombres y de descanso: 2180-2188.
C. Otras sugerencias
Cuaresma y Pascua se completan. A la oración penitente de Cuaresma sucede el impulso interior al gozo oracional de la Pascua. También la oración se entreteje de negación de sí y de consolación, de negativo y positivo, de la Ley pascual que domina la vida del bautizado.
Se ha de catequizar sobre la grandeza del Domingo y no se ha de ocultar el precepto dominical, que es una ayuda a la debilidad humana (2180-2182).