XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C.
San Lucas 15, 1-32:
«Perdónanos... como personamos»

Autor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse

 

 

Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

«Perdónanos... como personamos»

I. LA PALABRA DE DIOS

Ex 32,7-11.13-14: El Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado
Sal 50, 3-4.12-13.17 y 19: Me pondré en camino a donde está mi padre
1 Tm 1,12-17: Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores
Lc 15, 1-32: Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta

II. LA FE DE LA IGLESIA

«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»: «Esta petición es tan importante que es la única sobre la cual el Señor vuelve y explicita en el Sermón de la Montaña. Esta exigencia crucial del misterio de la Alianza es imposible para el hombre. Pero todo es posible para Dios» (2841).

«Al negarse a perdonar a nuestros hermanos y hermanas, el corazón se cierra, su dureza lo hace impermeable al amor misericordioso del padre; en la confesión del propio pecado, el corazón se abre a su gracia» (2840)

III. TESTIMONIO CRISTIANO

«Dios no acepta el sacrificio de los que provocan la desunión, los despide del altar para que antes se reconcilien con sus hermanos: Dios quiere ser pacificado con oraciones de paz. La obligación más bella para Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la unidad en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de todo el pueblo fiel» (San Cipriano) (2845)

IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA

A. Apunte bíblico-litúrgico

En el Antiguo Testamento la misericordia de Dios, que da una nueva oportunidad a los pecadores, se designa con el término tan humano de «arrepentimiento», poco acorde con la idea filosófica de la inmutabilidad de Dios.

En el evangelio se leen tres parábolas sobre la misericordia de Dios, que son propias del Evangelio según S. Lucas. En las tres destaca la alegría por la reconciliación de los alejados, en contraste con el descontento de los fariseos.

Como segunda lectura comienza la proclamación de una de las cartas pastorales de S. Pablo. EL apóstol es buena muestra de la generosa misericordia de Dios que le perdonó su pasada vida de perseguidor de la Iglesia.

B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica

La fe:
El perdón de Dios en Cristo: 1425-1426.
El perdón del hombre: 2842-2843.

La respuesta:
El arrepentimiento: 2838-2841.
El perdón al hermano: 2844-2845.

C. Otras sugerencias

La tres parábolas de la misericordia se exponen ante la actitud cerrada de los que no son capaces de acoger al pecador. Dios siempre acoge.

En la oración del Señor hay una petición sorprendente que es el mejor comentario a estas parábolas: pedimos el perdón de Dios como nosotros perdonamos.

Audacia en la petición. Confianza en la misericordia divina. Compromiso muy serio de ser como el Padre misericordioso y no como los fariseos.