II Domingo de Adviento, Ciclo A
San Mateo 3, 1-12: El que viene a cambiar todo, nos llama a convertirnos a El  

Autor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Fuente: almudi.org (con permiso) 

 

Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

«El que viene a cambiar todo, nos llama a convertirnos a El

I. LA PALABRA DE DIOS

Is 11,1-10: Con equidad dar sentencia al pobre
Sal 71,2.7-8.12-13.17: Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente
Rm 15,4-9: Cristo salvó a todos los hombres
Mt 3,1-12: Haced penitencia, porque se acerca el Reino de Dios

II. APUNTE BIBLICO-LITÚRGICO

La situación del pueblo de Israel no condiciona para nada los proyectos de salvación de Dios. Por encima de todo brotar un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz.

Las imágenes pastoriles son la prueba de que hasta del realismo más contundente Dios hace nacer la utopía.

¿Y que son todas esas promesas comparadas con la fidelidad de Dios en Cristo que se hizo servidor de los judíos precisamente para probarla?

Dos reproches de Juan a los fariseos: que son inaccesibles al juicio de Dios y que viven de la seguridad que les proporciona el ser hijos de Abraham. El juicio va a llegar ya, y lo que desde ahora cuenta es la actitud de conversión ante el Reino que nos está dando alcance.

III. SITUACIÓN HUMANA

La decepción ante lo que tenía que cambiar y sigue igual es propia de quienes hacen poco por la novedad. La novedad en sí misma no es nada. La novedad es siempre obra de hombres nuevos. El Hombre-Nuevo por excelencia, Jesucristo, es el primer renovador.

Los que sueñen con un mundo renovado con la sola fuerza de la propia inmanencia del hombre, tienen aquí una gran oportunidad de reconocer su error.

IV. LA FE DE LA IGLESIA

La fe
– Dios entrega a cada cristiano las funciones que es capaz de ejercer: Dios no ha querido retener para Él solo el ejercicio de todos los poderes. Entrega a cada criatura las funciones que es capaz de ejercer, según las capacidades de su naturaleza. Este modo de gobierno debe ser imitado en la vida social (1884; cf 1885. 1888).
– El sacramento de la Penitencia como anticipo del Juicio Final: 1470.
– Preparativos de la venida de Cristo al mundo: Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda venida. Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, la Iglesia se une al deseo de éste: «Es preciso que Él crezca y que yo disminuya» (Jn 3,30) (524; cf 522. 523).

La respuesta
– El Reino de Dios est cerca; convertíos: Jesús llama a la conversión. Esta llamada es una parte esencial del anuncio del Reino: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios est cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15) (1427; cf 1428).

El testimonio cristiano

– La Iglesia ... sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo ... cuando llegue el tiempo de la restauración universal y cuando, con la humanidad, también el universo entero, que está íntimamente unido al hombre y que alcanza su meta a través del hombre, quede perfectamente renovado en Cristo (LG 48) (1042).
– No hay cosa a Dios más contraria que el corazón que bien se parece porque no tiene vaso en que Dios eche las riquezas de su misericordia, y Quédase en su propia bajeza y sequedad por no quererse abajar, para que corran en él las aguas de la gracia de Dios (San Juan de Ávila, Epist. 85).

La conversión cristiana tiene como punto de partida al Señor que viene y como punto de llegada al Señor que resucitará.