III Domingo de Adviento, Ciclo A
San Mateo 11, 2-11: Los que han puesto en Cristo su esperanza no conocen el miedo porque Cristo es la garantia de nuestro presente y de nuestro mañana

Autor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Fuente: almudi.org (con permiso) 

 

Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

«Los que han puesto en Cristo su esperanza no conocen el miedo porque Cristo es la garantia de nuestro presente y de nuestro mañana

I. LA PALABRA DE DIOS

Is 35,1-6a.10: Dios vendra y nos salvará
Sal 145,6-10: Ven, Señor, a salvarnos
St 5,7-10: Manteneos firmes porque la venida del Señor está cerca
Mt 11,2-11: ¨Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

II. APUNTE BIBLICO-LITÚRGICO

Las calamidades y el dolor habían sumido a Israel en la pesadumbre y el desánimo. El Profeta anuncia que el poder de Yavé traerá un nuevo estado de cosas. Mucho de lo que Isaías anuncia lo realizó Jesús. Pero lo que importaba entonces es que el ansia de un futuro nuevo mantuviera la ilusión del mañana.

Santiago ha afirmado: No sabéis Qué será vuestra vida mañana y va a fiar al si Dios quiere el futuro de los cristianos (única vez en toda la Biblia que se usa la fórmula tan popular entre nosotros, si Dios quiere). Y con el anuncio de que el Señor está cerca invitar a la esperanza y a la fortaleza a los que sufren.

Al elogiar a Juan, Jesús quiere dirigir su mirada más lejos: a pesar de todo, el Bautista está en la antesala del Reino; los que creemos en Jesucristo estamos dentro del todo. Y por eso somos más importantes.

III. SITUACIÓN HUMANA

Nuestra sociedad puede ser calificada de lo inmediato, es decir, de lo que se tiene a mano, porque del futuro nadie se fía.

Vivir el día a día se opone a la mirada hacia el mañana, porque se le teme. No se sabe muy bien por Qué; pero se tiene miedo al futuro. Este miedo conoce muchas formas de ser combatido. Una de ellas es la creciente afición por el esoterismo y las ciencias ocultas. La vieja tentación del Génesis sigue en pie.

IV. LA FE DE LA IGLESIA

La fe
– El destino del mundo es ser transformado: Así pues, el universo visible también est destinado a ser transformado, a fin de que el mundo mismo restaurado a su primitivo estado, ya sin ningún obst culo est‚ al servicio de los justos, participando en su glorificación en Jesucristo resucitado (1047; cf 1048. 1050).
– En este universo nuevo, Dios tendrá su casa entre los hombres: 1044. 1045.

La respuesta
– Dios da a los suyos el tiempo de salvación para que se conviertan: El mensaje del Juicio final llama a la conversión mientras Dios da a los hombres todavía «el tiempo favorable, el tiempo de salvación» (2 Co 6,2). Inspira el santo temor de Dios. Compromete para la justicia del Reino de Dios. Anuncia la «bienaventurada esperanza» (Tt 2,13) de la vuelta del Señor que «vendra para ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creido» (2 Ts 1,10) (1041; cf 2854).
– Conversión de la sociedad a la jerarquía de valores: 1886. 1887. 1888. 1889.

El testimonio cristiano
Juan era en todo parecido a Cristo. La voz o la palabra es la representación de la idea. Juan representaba en todo a Cristo. Le anunciaron los ángeles, nació de una mujer estéril .... Así deben ser los predicadores cristianos. Libres de toda preocupación, han de predicar no sólo con su palabra, sino con su vida, luz del mundo y sal de la tierra (San Roberto Belarmino, Sermón sobre el Bautista).

– Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo (Misal Romano, Embolismo) (2854).

Cuando el hombre se cree dueño del futuro, este se vuelve contra él; cuando la fe le convence de que es Dios, se convierte en salvación.