II Domingo de Cuaresma, Ciclo C
Lucas 9, 28b-36
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Impulsos Evangélicos
1.
El esplendor
transfigurado es la fiesta de las posibilidades humanas llevadas hasta el
extremo, la fiesta de tu divinización. ¿ Lo has pensado alguna vez?
2.
El evangelista acumula resplandores: los vestidos
refulgentes de blanco, Moisés y Elías en su gloria, y finalmente la gloria de
Jesús. Pero la indicación más asombrosa, a pesar de su discreción, es el
recuerdo que los tres discípulos guardaron
del rostro de Jesús: << Mientras oraba, el aspecto
de su rostro cambió>>.
3.
¿Te das cuenta
de que te conviertes en espectador de lo indecible, del tiempo que explota y del
espacio abierto? Allí está el inmenso pasado religioso con Moisés y Elías; el
porvenir se abre con el diálogo sobre el <<éxodo>> de Jesús, es decir, de su
muerte, su resurrección y ascensión.
4.
Mientras reza,
cambia el rostro de Jesús y la voz del Padre te invita a la contemplación:<<Este
es mi Hijo, el escogido; escuchadle>>. ¿Haces alguna vez contemplación
cristiana? ¿ Te pones a la escucha de su palabra cada día?
5.
¿Qué te enseña
la Transfiguración? Te enseña a leer dos parejas de realidades ligadas entre sí:
la divinidad- humanidad y la humillación- gloria. Al hablar del misterio
nocturno ( <<se caían de sueño>>) y al evocar <<lo que iba a pasar en
Jerusalén>>, Lucas señala el aspecto - noche y el aspecto- sol de esa vida que
el Padre y los hombres ofrecieron a Jesús.
6.
Y san Pablo te dice que es nuestro misterio:<< Nosotros,
dice el apóstol, reflejamos la gloria del Señor y nos
vamos transformando
en su imagen con resplandor creciente>>.
7.
¿Has pensado
alguna vez que hasta en los rostros torturados puedes descubrir << un rostro
distinto?>>. Si tienes fe profunda, no es ningún problema.
8.
La transfiguración es
el signo de que Cristo trabaja en cada cristiano.
No te mantengas siempre igual. Vive y al mismo tiempo ve transfigurándote en un
ser creyente en continua progresión.
9.
Todas las cosas pierden
para ti su valor ficticio y su poder tiránico tan
pronto como llegas a libertar y
a cambiar tu espíritu.
10.
Busca
en ti mismo la emoción. Y en todo ten en cuenta las palabras de san Agustín: <<
Haz lo que quieras>>. Si te cuidas- fórmula tan acuñada hoy en los saludos y en
las cartas -, verás cómo en cada
instante estás concentrado con todas tus
fuerzas en aquello que estás realizando. Si te
fallan los estudios, si te distraes en la oración es
porque la mariposa de tu imaginación da vueltas por
todos sitios sin detenerse en ninguno.