Solemnidad de la Inmaculada Concepción
San Lucas 1, 26-38
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Impulsos Evangélicos
1.
¿Dinero, éxito, honores asegurados? No, nada
de todo esto. Dios ha concedido a su madre no ser
rozada por el pecado.¡ Qué regalo más extraño!¡ Qué manera tan insólita de
preparar una <<digna morada>> para su Hijo.
2.
La
mentalidad de nuestro tiempo- tan dada al sexo y al erotismo- no es la más apta
para apreciar este don. La mayor parte ya se ha preocupado por su cuenta de
concederse ese privilegio. No hay en curso ninguna <<mancha de pecado>>.
3.
Las únicas
manchas que molestan y crean alguna preocupación son las que caen en los
vestidos y los manteles. Pero los spots publicitarios aseguran que basta elegir
el detergente adecuado.
4.
Para muchos
hablar hoy de pecado es una tontería. Lo creen algo superado. Y si alguno se
siente con pecado, se creen tan listos que no van a encontrar un <<confesor
abierto>> y un ministro de la misericordia con tiempo libre para oír ciertas
miserias, o ciertas <<bagatelas>>.
5.
Y, sin embargo,
el mal existe. Está la vista de todos aunque algunos digan que no hay nada malo.
Continuamos siendo productores de mal a fuerza de hacernos <<creer que no hay
nada de malo>> . Da todo igual. Total todo está permitido.
6.
De esta manera,
incluso cuando lo encontramos dentro, invitándonos a hacer una elección no
precisamente limpia, a enrolarnos para una operación no ciertamente correcta, a
participar en una empresa discutible, nos tranquilizamos diciendo:¿ Qué hay de
malo? O más categóricamente: No hay nada de malo.
7.
El ángel saluda
a María como un ser distinguido. María se turba, al no comprender por qué estas
palabras se dirigen a ella. No sabe por qué es objeto de ese amor especial de
Dios, ni cómo lo es. El ángel le da la clave de esa distinción: va a ser madre
del Mesías, del Hijo de Dios.
8.
En esto radica
su grandeza. Es bendita entre todas las mujeres en función de Cristo. Ella
también, como todos los hombres aunque de forma especial, ha sido bendita en
Cristo. En él encuentra su identidad.
9.
A partir de
este momento, la historia humana la conocerá como la madre de Jesús. La Historia
de la salvación, como la <<nueva Eva>> madre de una nueva Humanidad.
10.
El
<<fiat = hágase tu voluntad>> de María es su aportación al misterio de la
salvación. Así cumple con su misión. Responde a la
llamada de Dios para hacer presente entre los hombres la salvación: Jesús. A la
luz de la disponibilidad de María habrá que buscar cómo realizar hoy la misión
sacerdotal que es semejante a la de María: hacer presente a Jesús entre los
hombres.