Pistas para la Lectio Divina...  Lucas 8, 19-21.
“Mi madre y mis hermanos son estos”.
Apoyarnos totalmente en la Palabra

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM

 

 

Nos encontramos con un texto mariano en el evangelio de Lucas. Cuando uno lee el evangelio de Lucas lo primero que nota en las primeras páginas es el rol activo que juega María en la infancia de Jesús. Ahora, con el pasaje que leemos hoy, nos percatamos que María también está presente en medio de la misión de Jesús. María quiere ver a Jesús, si bien ya no vive más a su lado, está preocupada por él. 

Podríamos hablar de un encuentro a distancia entre Jesús y María, un evento que le arranca una bonita lección para sus discípulos. Descubrámosla releyendo el contexto: 

1. Veamos primero el contexto: la venida de María y de los hermanos de Jesús se realiza inmediatamente después de la conclusión del discurso de Jesús sobre la escucha de la Palabra , donde ha puntualizado el tema de la correcta escucha (8,18). Ya desde la conclusión de la explicación de la parábola del sembrador, Jesús había dicho: “la semilla que cayó en tierra buena, son los que después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia” (8,15). 

2. Veamos ahora el texto: con la llegada de María, la enseñanza de Jesús sobre la “escucha” llega a su punto final, ella es la confirmación de todo lo que Jesús acaba de enseñar. Daría la impresión de que Jesús como que quisiera distanciarse de su familia, pero en realidad los está poniendo de modelo de la correcta escucha (la que le cambia a uno el comportamiento), ellos son “los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen” (8,21). 

3. Confirmación de lo anterior es que el comportamiento de María con relación a la Palabra de Dios ha recibido una calurosa felicitación por medio de los labios de Isabel: “¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” (1,45). La actitud fundamental de María es la de apoyarse totalmente en la Palabra de Dios y seguirla. 

4. María está unida estrechamente a Jesús, pero su relación con él no depende solamente de la maternidad sino de la acogida, llena de fe y de obediencia de la Palabra de Dios. Precisamente porque creyó en la Palabra de Dios fue que llegó a ser la Madre del Hijo santo de Dios. 

5. María de Nazareth es modelo de todo discípulo porque ella sabe hacer el itinerario espiritual que va del “oír” al “hacer” la Palabra de Dios, precisamente lo que Jesús le ha dicho a sus discípulos que deben hacer. (ver 4,21; 6,47 y 11,28). 

Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón

1. ¿Mi escucha de la Palabra es como la de María?

2. ¿Qué aprendo que debo hacer, inspirándome en ella como modelo de oyente-orante-practicante de la Palabra ?