Pistas para la Lectio Divina...  Lucas 9,7-9.
“Herodes quería ver a Jesús”.
En busca de la identidad de Jesús

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM

 

 

La misión realizada por los discípulos suscita interés en los destinatarios por conocer a fondo la identidad de Jesús. La misión apostólica parece ser tan efectiva, que hasta el Tetrarca Herodes resulta interesado en conocer a Jesús.

 

Nuestro breve relato hoy nos presenta un proceso que va el “oír” al “ver”.

(1)   El tetrarca Herodes “oyó” el anuncio de los hechos de  Jesús anunciado por los discípulos (9,7).

(2)   El tetrarca Herodes buscaba “ver” a Jesús (9,9) preguntándose: “¿Quién es éste de quien oigo tales cosas?” (9,9).

 

Con los verbos se han descrito dos pasos del proceso que conduce a la fe. Sin embargo, se hace notar que el interés de Herodes por Jesús responde más que todo a un impulso de curiosidad. Con todo, su pregunta “¿Quién es éste?” es el preludio del interrogatorio que Jesús mismo está a punto de hacerles a sus discípulos y que llevará a Pedro a hacer su confesión de fe (ver 9,18-20).

 

Además, si observamos el contexto anterior y posterior, veremos que:

(1)   La pregunta que plantea Herodes es provocada por la narración de todo que Jesús ha realizado hasta ese momento y de lo cual el mismo evangelio nos ha dado testimonio. Por lo tanto, Lucas nos enseña que el camino de la confesión de fe sólo es posible a partir de la audición y el discernimiento de las obras de Jesús; sólo así se conseguirá captar a fondo su identidad.

(2)   Por otra parte, la pregunta que plantea Herodes es una invitación para contemplar la escena que sigue: la multiplicación de los panes y de los peces. En ese relato se revelará con mayor claridad la identidad mesiánica del Maestro (9,10-17).

 

Cuando el rey Herodes intenta reflexiona, intentando encuadrar la identidad de la persona de Jesús, vemos que plantea tres hipótesis. Si bien éstas son falsas, de alguna manera trazan una primera ruta de aproximación al misterio cristológico:

 

(1) Jesús NO ES Juan Bautista

 

Precisamente en los evangelios de infancia (ver Lucas 1-2) y en la exposición de la misión del precursor y del Mesías (ver 3-4), Lucas estableció un paralelismo que permitió delinear con nitidez lo propio de cada uno de estos personajes, y al mismo tiempo mostró cómo las respectivas personalidades y misiones se reenviaban la una a la otra.

 

Herodes parecía ignorar dos detalles:

·        Que cuando Jesús comenzó su misión Juan Bautista todavía estaba vivo, de ahí que Jesús no puede ser el mismo Juan Bautista resucitado.

·        Que Jesús no es el único en hacer obras de poder, ya que en la anunciación del nacimiento de Juan Bautista se había predicho que él caminaría ante Dios “con el espíritu y el poder de Elías” (Lc. 1,17). Sin embargo las obras de Jesús no tienen comparación, por lo extraordinarias que son, con relación a la obra de Juan.

 

(2) Jesús NO ES el profeta Elías NI uno de los antiguos profetas

 

En la teología popular de la época se creía que el profeta Elías, quien había sido arrebatado de este mundo al cielo (ver 2ª Re 2,11), debía volver antes del Día Final (ver Mlq 3,23). Esta es la base de la hipótesis citada, según la cual “Elías se había aparecido” (9,8ª).

 

Por otra parte, la gente también recordaba que Moisés había predicho que en el futuro vendría un profeta como él (ver Dt 18,15.18), el cual sería el Mesías. Por eso la otra hipótesis según la cual Jesús seria “uno de los antiguos profetas” que habría “resucitado” (9,8b). Pero hay que tener en cuenta que el Mesías no sería “uno de los antiguos profetas”, sino el “el” profeta por excelencia.

 

Estas dos hipótesis mencionadas, si bien no alcanzan a describir la identidad de Jesús, de todas formas nos colocan en la dirección correcta. Cómo se verá en el relato de la transfiguración (más adelante en este mismo capítulo), tanto Elías como Moisés rodearán a Jesús e iluminarán con sus respectivos ministerios proféticos, especialmente sus sendos caminos de sufrimiento por causa de la misión, a comprender bíblicamente el misterio del Señor.

 

Y entonces, “¿Quién es éste?” (9,9)

 

El tetrarca Herodes no consigue llegar a una conclusión y decide verificar por sí mismo, por eso “buscaba ver” personalmente a Jesús.

 

En el momento de la pasión de Jesús se le concederá, pero -¡vaya desconcierto!- la actitud que tomará será completamente opuesta a la de la fe: la burla y el desprecio (ver 23,8-12). En ese momento se dice que “esperaba presenciar alguna señal que él hiciera” (23,8), pero Jesús no lo complace; y esto porque si se quiere comprender al Maestro, el único que queda es al contemplación de la Cruz.

 

 

Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón

1. ¿Qué es lo que hay que ver para poder comprender la identidad de Jesús?

2. ¿Qué hizo falta en Herodes para poder llegar a la fe?

3. ¿Qué datos bíblicos me ayudan en mi camino de conocimiento de Jesús? 

 

Algunos pensamientos de San Vicente de Paul

“Al servir a los Pobres se sirve a Jesucristo”

“Por consiguiente, debe vaciarse de sí mismo para revestirse de Jesucristo”

“No me basta con amar a Dios, si no lo ama mi prójimo”

“¡Cómo! ¡Ser cristiano y ver afligido a un hermano, sin llorar con él ni sentirse enfermo con él! Eso es no tener caridad; es ser cristiano en pintura.”

“No puede haber caridad sino va acompañada de justicia”"