Pistas para la Lectio Divina...  
Marcos 8,34-9,1:
Cómo seguir a Jesús. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM

 

 

Parece que a Jesús le quedó sonando la reciente actitud de Pedro quien no había comprendido profundamente los designios y el querer de Dios. Era necesario aclarar y no sólo hacerlo con el grupo de sus discípulos sino con la gente.

 

Jesús empieza con una de esas frases que suenan a imperativo imprescindible: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (34). Ya Jesús nos había dicho que Él había optado por el camino estrecho de la cruz y eso fue lo que escandalizó a Pedro. Era muy lógico que a sus seguidores les propusiera este mismo camino.

 

Dentro de la frase dicha por Jesús captamos dos movimientos que tienen como núcleo dos verbos: Uno condicional: “Si alguno quiere” y el otro imperativo: “Niéguese, tome, sígame”.

 

Desde el inicio Jesús deja bien claro que la invitación no es para todos sino para el que “quiera”, aún más, ni siquiera se expresa en plural: “si alguno”.

 

Prácticamente los imperativos que se vuelven condiciones son dos:

“Niéguese a sí mismo”, “tome su cruz” A grandes rasgos esta fue la misma vida de Jesús. ¿Qué otra cosa es la encarnación sino un negarse a sí mismo? y ¿Qué otra cosa es la pasión sino un tomar la cruz? Estas dos actitudes no tienen ningún sentido si no se viven dentro de la dinámica del seguimiento de Jesús. La vida no es nada fácil y con mucha frecuencia tenemos que negarnos a nosotros mismos y no pocas veces tomar la cruz. Es bueno preguntarnos si esto lo hacemos sólo para poder sobrevivir o porque de verdad nos estamos empeñando en un seguimiento de Jesús.

 

A continuación Jesús da más elementos para comprender lo dicho anteriormente. Querer “salvar la vida” y querer “ganar el mundo” es lo mismo que no negarse a sí mismo. En cambio perder la vida por Jesús y su evangelio corresponde a negarse a sí mismo.

 

Parecería un juego de palabras, pero en últimas no es sino la forma como Jesús, en el texto anterior, define su misión y que hoy puntualiza para nosotros. “El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días” (31)

 

 

Para cultivar la semilla de la Palabra en la vida:

1. ¿Cuáles son las dos condiciones necesarias para seguir a Jesús según el Evangelio de hoy?

2. Jesús nos invita a negarnos a nosotros mismos y tomar la cruz. ¿Cómo he vivido esto?

3. ¿Cómo acepto las inevitables cruces que trae la vida de cada día?