Pistas para la Lectio Divina...  
Marcos 10,1-12: Que venza el amor. “Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM

 

 

Jesús estaba por dejar Galilea y se dirigía a Judea. La gente no lo dejaba un instante solo y viéndola les enseñaba.

 

Nuevamente aparecen los fariseos con el único fin de ponerlo a prueba, pues aunque no habían salido tan bien librados en ocasiones anteriores, de todos modos querían hacerlo caer. La pregunta que le plantean es acerca de la estabilidad del vínculo matrimonial: ¿Puede el marido repudiar a la mujer?” (2). Aún en el ambiente era fresco el caso de Herodes Antipaz, que había repudiado a su mujer por casarse con la mujer de su hermano. Juan Bautista había denunciado abiertamente el hecho y esto mismo había acelerado su fin. Es por esto que para Jesús este era un problema espinoso y los que le hicieron la pregunta estaban seguros que de esa no saldría bien librado porque con su respuesta podía ponerse a favor o en contra del emperador o de sus propios principios.

 

Jesús, entonces les lanza una pregunta que ellos, como maestros de la ley, responderían muy bien: “¿Qué os prescribió Moisés?” (3) Ellos responden que Moisés si había permitido repudiar a la mujer estableciendo el acta de divorcio. Jesús, entonces, da un giro de 180º. Pasa del plano puramente legal al plano del corazón y aclara que Moisés se vio obligado a esto por la dureza del corazón de ellos. Aquí Jesús se remonta al inicio, a la creación, recordando que las cosas fueron diferentes y que lo que Dios quiso que existieran entre el hombre y la mujer fue una unión muy fuerte hasta llegar a ser no dos sino una sola carne.

 

Jesús termina con una frase bien interesante y comprometedora: “Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre” (9).La unión entre el hombre y la mujer es obra de Dios y por lo tanto ésta no debe ser destruida por el hombre.

 

Hasta aquí el discurso a la gente. Cuando Jesús queda solo en casa con los discípulos, ellos continúan el tema, haciéndole nuevas preguntas a las cuales Jesús responde abiertamente y ya sin los oídos amenazantes de los fariseos. Ya sea el hombre, ya sea la mujer que repudie a su cónyuge y se case con otro/a, comete adulterio.

 

Después de esta enseñanza de Jesús nos queda bien claro una cosa: El matrimonio es un vínculo sagrado que realiza una unión vital entre un hombre y una mujer; es obra de Dios y por lo tanto el hombre no lo puede destruir.

 

 

Para cultivar la semilla de la Palabra en la vida:

1. ¿Cuál es la mayor enseñanza que nos deja Jesús en el evangelio de hoy?

2. Cuando has tenido dificultades en tu matrimonio. ¿Cuál ha sido la manera concreta como has buscado arreglar el problema? ¿Cuál es el consejo que has dado a un amigo o amiga que viene a contarte las dificultades tenidas en su matrimonio?

3. ¿Conoces alguna pareja que esté teniendo problemas? ¿Cómo vas a ayudarles a solucionar esos problemas?