Pistas para la Lectio Divina...  
Marcos 10,28-31: Dejarlo todo para ganarlo todo. “En la vida venidera recibirá la vida eterna”.

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM

 

 

Acababa de pasar la escena del hombre rico que no había tenido la suficiente fortaleza y entusiasmo para dejarlo todo y había echado pie atrás ante la llamada de Jesús.

 

Los discípulos sentían que ese no era su caso porque ellos, por seguir a Jesús habían dejado sus posesiones, pequeñas o grandes, no solo por cuanto se refiere a bienes materiales sino también lazos familiares, trabajo etc.

 

Pedro al dirigirse a Jesús le manifiesta que contrariamente al hombre rico, ellos lo han dejado todo y lo han seguido. En Marcos no aparece explícito el interés de Pedro por saber que recibirán a cambio, como aparece en Mat. 19,27.

 

Jesús les asegura que, quien lo ha dejado todo por Él: casa, familia, hacienda, que traducido sonaría; vivienda, familia, trabajo, es decir lo indispensable para vivir bien, quien lo ha dejado todo por Él y para el Evangelio, se asegura el presente y el futuro, pues, en el presente recibirá el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda y  en el futuro recibirá la vida eterna.

 

Jesús añade un ingrediente, casi como poniéndolo en punta de pie, que es conveniente resaltar. Todo lo anterior en el presente se recibirá con persecuciones. Como si esto fuera lo que popularmente llamamos “ñapa”. Aquí precisamente es donde se evalúa la garantía de un verdadero seguimiento. Esta es la cruz de la cual nos hablaba Jesús en días anteriores. La cruz que hay que tomar siguiéndolo a Él.

 

El futuro también estará asegurado al decir “quien lo ha dejado todo en el mundo venidero tendrá vida eterna”.

 

Jesús termina con una frase que puede sonar a advertencia para no dormirse en los laureles del ‘haberlo dejado todo’: Muchos primeros serán últimos y los últimos primeros”. (31). Como quien dice: Hay que estar atentos porque se puede pensar que por haberlo dejado todo somos de los primeros y podemos ser de los últimos, o por el contrario, pensar que somos de los últimos y a los ojos de Dios ser los primeros. Aquí juega mucho el desprendimiento no tanto por lo que se pueda dejar, o se pueda recibir, sino por el amor con el cual seguimos a Jesús. 

 

Para cultivar la semilla de la Palabra en la vida:

1. ¿Qué significado tienen hoy las promesas de Jesús a quienes lo han dejado todo por Él y por el evangelio?

2. ¿A qué cosas estoy más apegado/a (casa, familia, trabajo, dinero) lo cual me está impidiendo darle una respuesta a Jesús?

3. Cuando se vive un cristianismo mediocre y son compromiso, las persecuciones no existen. ¿Cuál es la calidad del cristianismo que estoy viviendo?