Pistas para la Lectio Divina...
Mateo 28, 8-15: Encuentro con el Resucitado (I): La evangelización que nace del Encuentro Vivo. “Jesús les salió al encuentro”

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM

 

 

Durante esta semana en la que cada día tiene para nosotros el mismo valor del Domingo de Pascua, leemos siete encuentros con Jesús Resucitado. Después de los relatos de descubrimiento de la tumba vacía (ya vimos dos, uno en la Vigilia Pascual y otro ayer), los cuatro evangelios nos entregan una serie de cuadros muy bellos que recogen, cada uno a su manera, diversas experiencias pascuales. Los encontramos en Mateo 28, Marcos 16, Lucas 24 y Juan 20-21.

 

Tengamos presente que los evangelios no tienen la pretensión de describir cómo fue la resurrección de Jesús, sino cómo se da la experiencia del Resucitado.

 

De hecho, había diversas tradiciones sobre las apariciones del Resucitado, que debieron haber ocurrido tanto en Jerusalén como en Galilea por un buen período de tiempo. Lucas dice, por ejemplo, que: “Después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios” (Hechos 1,3).

 

Las tradiciones corrieron primero oralmente y animaron la fe de las comunidades para ayudarlas a vivencias la presencia del Resucitado en medio de ellas.  Luego, las comunidades seleccionaron aquellas que mejor se adecuaban a sus necesidades y búsquedas.

 

Así, el capítulo 28 de Mateo es casi exclusivo de su evangelio.  El texto se puede dividir en tres pequeños bloques: (1) Las mujeres ante la tumba vacía, el mensaje del Ángel y el encuentro con el Resucitado (28,1-10). (2) Una escena paralela al anuncio de la noticia a los discípulos por parte de las mujeres: los guardias de la tumba va a comunicar los hechos a las autoridades (28,11-15). (3) El encuentro de Jesús con los apóstoles en el lugar convenido y el envío a la misión (28,16-20).

 

La liturgia hoy nos invita a detenernos en Mateo 28,8-15.

 

(1) La Buena Nueva del Resucitado parte del encuentro con Jesús (28,8-10)

 

Se comienza con el final relato de la tumba vacía. Mateo hacer tres observaciones: a pesar del “miedo” (28,8ª), pues la situación de verdad era complicada, ellas se llenan de “gran gozo” (28,8b) y “corriendo” se ponen en camino hacia los discípulos (28,8c).  Pero la experiencia no está completa.

 

Entonces Jesús viene a su encuentro. Se subraya la iniciativa de Jesús. Su saludo es el cotidiano. Ellas demuestran su reconocimiento con un acto de adoración a Jesús (28,9b).

 

Jesús entonces les confirma la misión dada por el ángel: la cita con el Resucitado es en Galilea (28,7.10), justo allí donde Jesús comenzó su misión, tierra paganizada en la que Jesús reúne de nuevo al pueblo para vivir las bienaventuranzas (ver 4,12-17 y 5,1-12). Este encuentro había sido anunciado durante la Pasión (ver 26,32). Ahora, cuando el Maestro ha Resucitado y tiene “todo poder en el cielo y en la tierra” (28,18) los discípulos están en condiciones de continuar la misión de Jesús, con todo lo que ella entraña, incluso sus persecuciones.

 

(2) Una manipulada historia: el reverso del anuncio de las mujeres (28,11-15)

 

En cuanto las mujeres cumplen su cometido, los guardias del sepulcro van a la ciudad y le comunican a los jefes de los sacerdotes lo que había sucedido (28,11).  Para ello es una mala noticia. ¿Qué hacer?  Se reúne entonces de nuevo el Sanedrín, ya que Jesús sigue siendo para ellos un problema (28,12; ver 26,3.59; 27,1.7.62). 

 

Plan “A”

 

Para impedir la divulgación de la noticia de la resurrección utilizan ahora un arma más poderosa que la muerte: el soborno, la corrupción del dinero (ver el evangelio del miércoles santo). Quien ya lo hizo una vez, no tiene problema en volverlo a hacer: negociaron la vida de Jesús (26,14-16), ahora no tienen ningún escrúpulo en negociar su buena noticia predicada por las comunidades cristianas (28,12-13). 

 

Pero la buena noticia promulgada por las mujeres es más fuerte que el soborno. Les toca buscar otra medida. Entonces:

 

Plan “B”

 

Los sumos sacerdotes tranquilizan a los guardias en caso de que ocurra alguna reacción por parte del procurador romano. Ellos ya lo habían manipulado a la hora de la muerte de Jesús (ver 27,15-26), tampoco les costaría hacerlo de nuevo en el tiempo de la resurrección (ver 28,14).

 

Al final todo ocurre según lo planeado (28,15). La mentira también se impone.

 

Para cultivar la semilla de la Palabra en el corazón:

1. “Les salió al encuentro”. Quien se coloca al servicio de la buena noticia –como las mujeres en la mañana de la Pascua- experimenta la presencia del Resucitado en el camino. ¿He sabido reconocer a Jesús en mi camino misionero?

2. “A los discípulos... en Galilea”. El lugar del encuentro con el resucitado es en la comunidad, asumiendo su misma praxis evangélica del Reino y la justicia. ¿Qué implicaciones tiene la vivencia de la Pascua para mi vivencia comunitaria?

3. “Les dieron una buena suma de dinero”.  A la buena noticia que proviene de una experiencia gratuita y motivadora del Señor se le contrapone otra noticia (falsa) motivada por una inversión económica. ¿Cómo sigue sucediendo estoy hoy? ¿Al servicio de quién están hoy los medios de comunicación?

 

Romano el Melode pone en boca de Jesús esta apología de la mujer:

“Que tu lengua mujer, proclame públicamente estas cosas y las haga conocer a los hijos del Reino que están esperando que me levante yo que soy el viviente. He encontrado en ti la trompeta con un sonido poderoso. Haz escuchar a los oídos de los discípulos miedosos y escondidos un canto de paz. Despiértales como de un sueño para puedan salir a mi encuentro con las antorchas encendidas. Diles: El Esposo se ha despertado y ha salido del sepulcro sin dejar nada allí dentro. Despejad, apóstoles, vuestra tristeza mortal, porque se ha despertado el que a los caídos da la resurrección”.