Pistas para la Lectio Divina...
Mateo 8, 28-34: Misericordia que salva (IV): Encuentro con dos endemoniados. “¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?”

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM

Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la America Latina (CEBIPAL) del CELAM  

 

 

Pongámonos a la escucha del Maestro en el relato de Mateo 8,28-34, que corresponde a la quinta acción de Jesús con poder (en la gran sección de Mateo 8-9), que revela la fuerza salifica del Reino cuyo corazón es la misericordia del Padre.

 

Notemos que el relato está enmarcado por dos encuentros: (1) dos endemoniados que “vinieron a su encuentro” (de Jesús, 8,28) y (2) toda la ciudad que “salió al encuentro de Jesús” (8,34).  El primer encuentro termina con la victoria sobre una legión de demonio y el segundo en el rechazo de Jesús por parte de esta ciudad.

 

El contexto es importante: los discípulos han seguido a Jesús rumbo a tierra de gentiles (8,23-27), en la región de Ganara.  Durante el viaje han sufrido una violenta tempestad, quizás aludiendo a la resistencia del mundo pagano a la misión de Jesús; los discípulos sufren las consecuencias. Allí son invitados a hacer crecer su “poca fe” en que Jesús tiene poder para salvar (8,25-26), ella –el reconociendo del poder de Jesús y su señorío sobre el mundo y la historia- los sostendrá en todas las situaciones similares en la misión.

 

En el relato del exorcismo de los dos endemoniados gírasenos, quienes conviven entre los muertos, el poder de Jesús para salvar se hace patente sobre una legión entera de demonios. Pero por otra parte también vemos cómo Jesús sufre el rechazo por parte del pueblo pagano. Son precisamente los dos aspectos que habían aparecido en la escena de la tempestad en el lago.

 

Con su poder salifico Jesús va desterrando los espacios dominados por el mal: (1) los cuerpos sanados y (2) los cerdos (símbolo de todo lo contaminado por el mal) empujados hacia el acantilado (abismo de la perdición).  Pero esto no es suficiente, la experiencia del poder de Jesús requiere también la fe que la ciudad –que no aprecia en lo más mínimo la obra que se acaba de realizar- le niega ahora a Jesús. Ellos prefieren seguir en su estilo de vida de siempre. Como bien decía a propósito de este texto el Pulís Alonso Schökel: “Está bien liberar de demonios a dos hombres y de sustos a la población, pero el negocio es el negocio”.

 

La respuesta de la fe, la veremos en todo su esplendor en la pasaje que leeremos mañana.

 

 

Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón

1. ¿Cómo se relaciona el pasaje de hoy con el anterior? ¿Qué pone de relieve la comparación?

2. ¿Qué simbolizan los cerdos? ¿Por qué son arrojados al acantilado? ¿Qué pretendía hacer Jesús en territorio pagano?

3. ¿Cuándo veo personas degradas en su dignidad en mi camino –como si vivieran en un mundo de muerte- cuáles son mis sentimientos? ¿Qué haría Jesús? ¿Cuál es mi misión?