XX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mateo 1, 21-28:
Migajas de pan

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Nuestro mundo es un mundo fantasmagórico, deslumbrante, impredecible. La imaginación se queda corta ante tanta grandeza. La técnica nos sobrepasa. La macro estructura nos asombra. El ser humano se pierde en medio de tanto laberinto y termina desorientado, perplejo, atónito.

Hemos perdido el sentido de las proporciones. Hemos olvidado lo simple, lo pequeño, el detalle, lo anónimo. El evangelio de hoy es un llamado de atención que nos invita a retomar el camino correcto. Una mujer cananea, desconocida, perdida en el dolor, extranjera, rechazada por el mismo Jesús en un primer momento, nos devela el secreto.

Jesús se aventura un poco más allá de las fronteras geográficas, religiosas, culturales. Es un paso. Pero cuando se da también se recibe. En un buen encuentro se da este amable intercambio. Y Jesús con sus discípulos lo experimentan con gran sorpresa. ¡Qué grande es tu fe! La mujer les da algo que no se habían esperado.

Generalmente esperamos poco o nada de los demás. Sobre todo, si no son de “los nuestros”. Tenemos todo clasificado en nuestro interior para rechazar, excluir. La cananea dio una gran lección al Maestro: “Los perritos comen de las migajas que caen de la mesa”. Son las migajas de sabiduría, de experiencia que nos dan a cada instante los/as pequeños/as y simples.

Cochabamba 17.08.08